Claudia Rodríguez
Es muy seguro, amable lector, que mucho antes del arranque oficial de las campañas electorales en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz; usted ya esté saturado de las supuestas bondades de los partidos políticos como gobierno en esas mismas entidades, en otras o hasta a nivel federal.
Pero a partir de hoy y durante 59 días, usted desayunará, comerá y cenará acompañado siempre y de manera incesante, de material informativo de todo tipo que lo tenga al tanto –desde la óptica de los partidos políticos— de cuáles han sido sus obras y trabajo en pro no sólo de sus electores, sino incluso de las regiones que han gobernado; para lo que tendrán cuidado extremo en dejar los planteamientos siempre en positivo. Como escuelas, viviendas y obras de infraestructura construidas; pero jamás mencionando si la cantidad es suficiente, ni la calidad de las mismas, ni mucho menos a cuántos particulares, amigos del poder se benefició con tajada de retorno.
Entrevistas, insertos, notas pagadas, Radio, Televisión, Internet, espectaculares, vasos, gorras, útiles escolares y más, tendrán contenidos, logos de los partidos políticos y hasta las imágenes de los candidatos con la finalidad de que los electores los consuman en una especie de producto comercial.
No faltarán las descalificaciones y claro, los consabidos “muertos escondidos en el clóset” que los adversarios mostrarán o hasta inventarán.
Las campañas políticas se han convertido en un desenfrenado abuso de los medios de comunicación para intentar ganar el voto ciudadano no por la vía democrática, sino por la comercial.
El que da más, puede esperar más sufragios y es por eso que los aspirantes a un puesto de elección y los institutos políticos que los respaldan, no sólo se atienen al gasto estipulado por la ley, sino que erogan más del tope con la indulgencia incluso del órgano electoral que no es capaz de hacer siquiera una mención, antes de la calificación de la elección.
En México, el clientelismo electoral está a la orden del día; reparto de bienes tangibles –desde una gorra hasta casas–, servicios, condicionamiento de programas sociales y hasta dinero líquido en plástico, para coaccionar el voto en favor de uno u otro partido, o candidato y lo peor, el uso de dinero público con fines privados.
La verdad, no estamos libres de pecado, como para criticar las acciones antidemocráticas, de cualquier tipo, de otras naciones.
Pero entre tanto, no vaya usted a empacharse de tanta verborrea y verdades a medias.
Acta Divina… El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, dijo que el organismo se encuentra listo para enfrentar de manera exitosa los desafíos de las elecciones del 2017 y del 2018.
Para advertir… ¿Listo el INE con las manos amarradas y la boca amordazada?
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