(A PROPÓSITO DE LA SONRISA DE DUARTE)
Los medios masivos de comunicación han venido sosteniendo vía sus expertos silvestres, que la sonrisa de Duarte es una defensa psicológica ante la sobre carga de angustia, en términos generales es cierto, sin embargo se les escapa un pequeño gran detalle, las defensas varían dependiendo de la estructura del sujeto, es decir, un Neurótico, un Perverso, y un Psicópata manifiestan la defensa ante la angustia de manera muy diferente, en el caso del Neurótico regularmente aparece la culpa, la vergüenza, el asco, el Perverso bien por el contrario, no presenta ninguna de estas situaciones, en el caso del Psicópata, aparte de no presentar vergüenza, culpa y asco, se construye una fantasía plena de goce, ya antes en otros escritos he referido la importancia del goce en la estructura del Psicópata, la sonrisa de Duarte es una defensa Psicópata en donde la burla es la manifestación del delirio del perverso.
Lo de Duarte suena a una entrega previamente pactada, no a un arresto, lo de Duarte es un montaje realizado también por sujetos que comparten la estructura delirante de quien burló y se burló de millones de Mexicanos, es muy importante dar cuenta que los montajes delirantes de los sociópatas no podrán llevarse a cabo sin los aparentes antagónicos sujetos que también viven y practican el goce del abuso y del engaño, los discursos y pronunciamientos posteriores a la captura pactada de Duarte, de Yunes, Ochoa, Peña, etc.
Nos dejan ver que el delirio del sociópata no solo queda en el sujeto mismo, también es compartido por los sujetos que enarbolan un discurso de legalidad, pero que en el fondo han vivido de la corrupción, y que ahora con piel de oveja esconden sus más profundos deseos inconscientes de robar y de matar, sublimando esas pulsiones de muerte en aparentes luchas contra la ilegalidad y la corrupción, sin embargo en el fondo, guardan dentro de sí un profundo rencor y envidia ante el sujeto que como su espejo robó y mató y que ahora ven aparentemente en la cárcel, su vehemencia oratoria responde más bien, a la envidia que sienten de no haber alcanzado los estándares de su alter ego, que en este caso es Javier Duarte.
Lo de Duarte es básicamente un arreglo entre una especie de secta, en donde confluye la clase política en el poder, Peña, Calderón, Del Mazo, Ochoa, Yunes, Videgaray, Chong, entre otros cientos de sujetos, hombres y mujeres, que ante un pueblo que los desconoce y los critica, deciden armar un montaje delirante en donde buscan el sacrificio de alguno de sus miembros para seguir con el velo que cubra sus atrocidades, al igual que cualquier mafia o grupo delincuencial, meten a la cárcel a uno pero hay cientos detrás con las mismas prácticas, la familia política: Peña, Yunes, Calderón, Ochoa, Barrales, El Bronco, Fox, Bibriesca, Lozoya, y demás sujetos está podrida, lamentablemente la entrega pactada de Duarte no servirá para quitar lo podrido.
Dr. Psicoanalista
José Antonio Lara Peinado
@elpoderenmexico
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