México y Uruguay debemos buscar en el diálogo los mecanismos para cristalizar una mayor y mejor colaboración bilateral, tenemos que creer en la fuerza de América Latina para desempeñar un papel central en el establecimiento de los pilares del nuevo orden internacional, que garantice una paz duradera. Así lo señaló el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Pablo Escudero Morales.
Mientras recibía en Sesión Solemne al Presidente de la Cámara de Representantes del Parlamento de Uruguay, José Carlos Mahía Freire, el Escudero destacó que con 186 años de relaciones diplomáticas formales, México y Uruguay somos dos aliados naturales en la promoción de las mejores causas de la humanidad.
“En Uruguay vemos a un país que históricamente ha sido pionero en muchas materias, marcando la pauta de la evolución de los derechos políticos y sociales en América Latina”, señaló.
El senador Escudero Morales sostuvo que el espíritu innovador uruguayo no se ha detenido con los años: en 2013 se convirtió en el primer país latinoamericano en iniciar el tránsito hacia un nuevo enfoque en materia de política de drogas, priorizando el ataque a las adicciones por medio de inversión en la prevención del consumo, infraestructura de salud pública para tratar a los adictos.
“México ha seguido con atención la experiencia uruguaya en la materia, compartimos la convicción de la necesidad de analizar nuevos enfoques en la materia”, dijo.
Refirió que el país sudamericano ha sido capaz de construir una sociedad igualitaria, en la cual el ingreso per capita es uno de los más altos en la región, al tiempo que las cifras de pobreza y desigualdad son equiparables a las de las economías más desarrolladas.
“En el marco de este encuentro parlamentario, debemos buscar diálogo con los colegas uruguayos para encontrar mecanismos, para cristalizar una mayor y mejor colaboración en materia de intercambio científico, tecnológico, cultural, educativo, de desarrollo social y político”, remarcó.
Ante el Pleno, el Presidente de la Cámara de Representantes del Parlamento de Uruguay, José Carlos Mahía Freire, aseguró que los pueblos que conformamos la América Latina somos hijos de inmigrantes y pueblos originarios.
América Latina es una tierra de países pacíficos, que exigen y merecen respeto por parte de todos, “no somos ni las viejas colonias europeas ni el patio trasero de nadie, somos naciones que con sus diferencias trabajamos día a día para lograr mayor independencia y calidad de vida para nuestros pueblos”.
Bajo estos principios básicos, añadió, “es que queremos estar unidos siempre y queremos que todos sus países se sientan parte de nosotros, de nuestras identidades”.
Mahía Freire reconoció en México a un país solidario, especialmente en los años 70 y 80, cuando brindó apoyo a los países del Cono Sur que vivían bajo crueles dictaduras de carácter cívico militar y que, bajo el pretexto de luchar contra grupos armados, cometieron “aberraciones hacia inocentes que buscaban pacíficamente sociedades más justas”.
Dijo que es de fundamental importancia profundizar los lazos de amistad entre los países y dar nuestro “grano de arena” como representantes en los encuentros parlamentarios que se llevan a cabo de forma periódica, como el Parlamento Latinoamericano, EuroLat o la Unión Interparlamentaria.
Mencionó que Uruguay ha estado, en estos últimos años, en el centro de estos debates mundiales debido a la aprobación de normas legislativas que muchas veces resultan controversiales.
Refirió, entre esas legislaciones, el avance en materia de derechos como la ley de ocho horas para los trabajadores rurales; normas de protección para las trabajadoras de servicio doméstico; legalización de la venta de marihuana; legalización del matrimonio igualitario; legalidad de la interrupción voluntaria del embarazo, y leyes de reparación de víctimas del terrorismo de Estado.