Claudia Rodríguez
Cuántas palabras, tinta, espacio informativo y más, se invierte en discursos de probidad y honestidad particular y de grupo, señalando incluso al adversario sus faltas y solicitando hasta rendición de cuentas, pero la realidad del que se ensalza y acusa es tan lodosa como al que señala, o incluso mayor.
El caso de Graco Ramírez Garrido Abreu, gobernador de Morelos, que dice aspirar a la candidatura presidencial de su partido, el de la Revolución Democrática; es uno de tantos, para destacar no por las posibilidades serias del gobernador Ramírez Garrido de gobernar este país y por supuesto tampoco, de obtener la candidatura presidencial perredista rumbo al 2018.
Que quede claro que no es una cuestión de simpatías o lo contrario, sino de incapacidades y mala tarea de gobierno y administración del señor Graco en Morelos.
En primerísimo lugar, aqueja a Morelos de manera incesante, la inseguridad en donde no sólo las fosas clandestinas, sino hasta las administradas por gobiernos locales morelenses como las de Telelcingo cerca de Cuautla, son apenas un botón de la violación a los derechos humanos en Morelos.
Y si algo ha perseguido y sigue con una mancha negra a Ramírez Garrido, es el nepotismo incesante de su Administración, en donde igual hermanos, sobrinos, tíos, hijos y hasta consuegro, son favorecidos con los recursos públicos de la entidad a diestra y siniestra.
Es más, no son pocos los indicios de que su hijastro, Rodrígo Gayosso Cepeda, tiene un gran control sobre las decisiones políticas y económicas que se toman en Morelos aprovechándose de su encargo como presidente del PRD en Morelos y como muestra, su intento fallido de pasar los filtros para postularse a una diputación plurinominal federal.
El sábado 29 de abril, Gayosso Cepeda contrajo nupcias con la diputada federal Melissa Torres y para el resguardo del evento y sus 500 invitados –la mayoría con guardaespaldas–, en el municipio de Chinconcuac, se sirvieron de casi 200 elementos de la Policía municipal y estatal con todo y patrullas y motocicletas.
Eso es abuso de los recursos públicos y no más.
Acta Divina… “Soy honesto, no narco y quizá cometí un error”: Graco Ramírez, mandatario morelense.
Para advertir… Parece ser que la honestidad es costumbrista y no regla general.
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