Ayer la casa presidencial en la avenida Pensilvania 1600 en la capital, Washington, D.C. era un caos, al darse a conocer la creación de un comité especial para investigar la conexión del presidente y colaboradores con oficiales rusos, además de la solicitud, al entonces director del FBI, James B. Comey a cancelar cualquier indagación al respecto, en especial al papel que jugó, su asesor en seguridad nacional, el teniente coronel Michael T. Flynn. (Quien resultó una joyita para utilizar el cargo a su favor) Hoy, está en llamas.
De acuerdo, al influyente senador republicano Lindsey Graham reconocido conservador, “la indagación sobre Rusia, es una investigación criminal por la presunta colusión del mandatario y sus asesores con oficiales rusos”.
Los memorandos que escribió, el ex director del FBI James Comey, son pieza clave como parte de la investigación recién iniciada. En donde se presume que da cuenta de la solicitud verbal del mandatario de echar a tierra a cualquier indicio sobre la conexión rusa. También se conjetura los compartió con oficiales de alto rango del FBI. El director interino del Buró Federal de Investigaciones, FBI, sin desvelar los textos confirma la verticalidad de Comey, su liderazgo y la admiración del personal de la institución.
El papel del ex asesor en seguridad nacional Flynn, contratado por Trump a sabiendas que era investigado, quien resultó ser cabildero del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, para influir primero en el ex presidente Obama y luego con Trump, para no apoyar a los kurdos como fuerza opositora al ejercito de Bashar al-Asad mandatario de Siria para franquearle el camino a… ¿A quién?… Adivino, apreciable lector, a Vladimir Putin. Mancuerna del asesino Asad. Motivo, influencia geopolítica en la región. Sin descontar la venta de armas, el desarrollo de tecnología, y, probablemente, la más importante generar el coas migratorio salpicando a Europa, a Occidente mas los países quienes de buena Fe por motivo humanitario establecieron cuotas y políticas de emergencia de migración.
Trump, sí, con otros asesores decidió armar a los kurdos hasta los dientes, archienemigos de Turquía, catalogados en el libro de enemigos de Estados Unidos como terroristas. Otra vez, quién cree, está bastante molesto por esta decisión, aunque dientes a afuera, colabora con Occidente, pues, el buen Vladimiro, póker face, juega sus cartas más allá a enseñar su juego.
China lo trae asoleado, las confrontaciones sociales en las nuevas disidentes repúblicas ex URSS, el petróleo, proveedor principal estratégico de gas a Europa, el desprendimiento de Cuba, el próximo, Venezuela, más los remedos en Bolivia, Ecuador, parecería le cancelaron el bastión en Occidente.
No pretendo descalificar el giro de esos países sudamericanos y caribeños, a socializarse pero en el contexto presente pareciera la democracia, la globalización presenta camino menos sinuoso, cuando menos acorta el sendero a la prosperidad, siempre y cuando se acote a la impunidad, la corrupción, la injustica, la inseguridad, el respeto a los derechos humanos, el reconocimiento al valor de las mujeres en cualquier departamento dentro de la sociedad, el trasiego de estupefacientes-generador de imbéciles adictos, a costa de inmensas fortunas en manos de muy pocos, los encumbrados en el poder más los círculos financieros y sectores privados quienes solapan. Superiores sistemas de salud y educación, además de oportunidades de bienestar económico. Todas son perfectibles.
A más se escarba, la cloaca rusa se desborda. Salpica a diestra y siniestra. En mi personal discernimiento los sucesos acontecen a manera de higiene necesaria. A reflexionar a conciencia el rumbo. Dejar el populismo, el espejito de sin razones. Vociferar, es un ladrido momentáneo en la oscuridad.
El escándalo arribó al Congreso, desde antier algunos comités en el Congreso conocían el asunto para evaluar la veracidad y evaluar los daños al partido, a su agenda, y el impacto en la credibilidad del mandatario.
No es novedad que la conducta errática de Trump, los descoloca en su actuación. Acostumbrados-los legisladores- a seguir reglas escritas (by the book-por manuales), las no escritas, a razonables protocolos.
No debemos olvidar el año próximo son las elecciones para relegir o elegir a los representantes y senadores al congreso, a dos años de iniciar la campaña presidencial. Con estas credenciales el barco comienza a hacer agua. Por eso no sorprende las caras de lado a apoyar al mandatario. Simples declaraciones, sin compromiso, esperamos a que el Comité de Investigación del caso ruso, presente sus conclusiones. Lo dejan solo.
Trump, el gran negociador, ese quien cambiaría la cara de Washington, D.C., a la clase política, a las instituciones, a la economía del país, ahora como vil plañidera vocifera:
“Es la mayor cacería de brujas en contra de un político en la historia”. “Ningún político en la historia ha sido tratado tan mal por la prensa”, dijo antier durante su intervención en la graduación de los estudiantes de la Academia de Guarda Costa de los Estados Unidos (U.S. Coast Guard Academy), en Connecticut.
Y, la que faltaba: “La investigación lástima al pueblo norteamericano”. Crea cuervos…
Hasta donde recuerdo, cinco décadas, la prensa, los medios de comunicación actúan de acuerdo a su tarea. Informar con veracidad, oportunamente, subjetivamente. Cualquier mandatario de cualquier país del globo ha sido expuesto. En este caso particular a-Trump-, igual le ha tocado.
La diferencia, es tan absurdamente infantil, berrinchudo, sin pudor, desconoce la moralidad, en fin, no perder el tiempo en calificativos. Merece más cobertura, se pone de pechito.
Simple, es un hombre incapaz de liderar cualquier país. El lugar ideal para él es una clínica psiquiátrica. Sin duda, los especialistas encontrarán un caso digno de estudio para ganar el Premio Nobel.