Claudia Rodríguez
No sólo los recursos económicos removidos en demasía de los recursos públicos de todo el país hacia las campañas priistas del pasado domingo, en especial al Estado de México, contaron para la ventaja que hasta ahora demuestra el Programa de Resultados Electorales; otras muchas más que han ido aflorando y que demuestran que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ya no es un partido político, sino una especie de empresa con fines de lucro.
Los priistas que operan cualquier elección, creen en su producto por malo que sea, y llegan incluso a implantar en sus ideas y verbalización, lo que les dicen son, hacen y harían los demás contrincantes.
En el Estado de México, los operadores priistas de la elección mexiquense señalaban primero que tenían candidato y que la maestra Delfina era una candidata totalmente desconocida, que además no era ninguna operadora política, y que no podría con el manejo del Estado de México. De Delfina Gómez, muchos además se referían en forma peyorativa por su origen y la forma de pronunciar algunas palabras, como si eso fuera un pecado y no cultural y costumbrista.
El PRI, ha demostrado que es una firma con cara de instituto político, capaz de entregar a manera de promocional una probadita de dádivas de su producto casi siempre malo, pero cuando ya se expone al público y se le demanda sea atento, ya ni siquiera obsequioso, con las demandas de la población; aflora su pésima calidad.
En los últimos tiempos nos han hecho consumidores a un gran número de mexicanos, a querer o no, de productos priistas que han sido pésimos en sus funciones y que en lugar de dar, nos han quitado, nos han robado.
Pero es tan grande la campaña promocional del producto PRI, y enormes los recursos económicos para que el electorado e incluso los niños y adolescentes de este país, crean en la gentiliza y bondad de los priistas, que los llevan a pensar que esa dadivosidad electoral se extenderá en funciones de gobierno.
El PRI desafortunadamente puede seguir ganando elecciones, cuando no se conducen como partido político y sí como marca comercial.
Un producto puede posicionarse en el mercado por su agresiva campaña promocional, pero en la mayoría de los casos, resulta ser un fiasco comercial y un producto de mediana o mala calidad.
Acta Divina… “Los tiempos que vive México son tiempos complejos, el país y el mundo enfrentan desafíos inéditos que reclaman lo mejor de nosotros, ya que somos el partido político con las mujeres y los hombres más calificados para enfrentar los retos nacionales”: Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI.
Para advertir… La comercialización de la democracia.
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