Claudia Rodríguez
Todavía se recuerda como si fuera ayer, como de manera colectiva se atacaba de forma verbal y altisonante, cuando se advertía que el sufragio particular se emitiría para algún partido político de izquierda. Qué decir de dar el voto para Andrés Manuel López Obrador, por muchos señalado de forma peyorativa y despectiva como populista.
Situación que de manera abierta se advertía era alentada por el grupo en el poder que desde entonces y hasta ahora, no quiere perder las prebendas que ellos mismos se han obsequiado.
Luego de casi 90 años de la tarea de gobernar del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con apenas unas pocas irrupciones de otros institutos políticos a nivel federal, estatal y municipal; ahora lo que parece vergonzoso, es proclamar abiertamente que el sufragio ciudadano es por y para el Revolucionario Institucional.
Los priistas hoy en día sí representan lo peor de los mexicanos e incluso de la humanidad: deshonestos, mentirosos, ambiciosos, tramposos, rateros, aniquiladores, siniestros, machistas, corruptos, cobardes, ruines, hipócritas, falsos, entreguistas y lo peor, cínicos y burlones.
Hoy en día, el PRI no puede negar que ha abandonado totalmente sus principios y aún más: ha instrumentado estrategias para violentarlos.
Ningún mexicano, ni ciudadano debería tener pena en expresar su preferencia política, pero hoy no se escucha casi a nadie que diga de manera orgullosa y segura que votó por los priistas.
Se escucha sí: “vamos a ganar”, “siempre ganan los mismos”, “no hay a quién irle”, “vote por el PAN (Acción Nacional)”, “taché la casilla de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional)” y más… pero es casi imposible advertir y escuchar que alguien eligió a los priistas, porque muchos creen que eso equivaldría a ser todo en lo que ellos se han convertido. Lo cual, estrictamente no es cierto, pero pocos quieren ya exclamar abiertamente que su equipo es el de los priistas, el de Enrique Peña Nieto y su equipo de ladrones.
La fuerza política del PRI, ya no está ni en sus militantes, ni en sus votantes, sino en la imposición de los propios gobiernos federal y estatales.
Quienes se atreven a decir, y no a votar, por los del equipo de Peña Nieto, hoy en día tienen mucho coraje de defender su elección y su acción, ante el verdadero escenario de lodo en el que se hunden los priistas.
Acta Divina… Alfredo Del Mazo agradece el triunfo a los votantes y “pide dar el siguiente paso”: caminar juntos para enfrentar los retos del Estado de México y seguir construyendo un mejor futuro.
Para advertir… El primer reto para los mexiquenses es activar a Del Mazo.
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