Francisco Gómez Maza
• Hizo pedazos a los albiazules en su propio territorio
• El PRI le ganó a la mala, como acostumbra el tricolor
Para ser un partido novísimo, fundado por el líder más odiado por la clase política y por el mundo oficial, por el temor que tienen de que, si alguna vez ganara la presidencia llevaría a México a un socialismo al estilo Venezuela, Morena, el Movimiento de Regeneración Nacional”, se constituyó, en las pasadas elecciones de 4 de junio, en el gremio político ganador porque arrasó y estuvo a punto de sacar a los atlacomulquenses de palacio de gobierno de Toluca y no lo logró porque el gobierno federal gastó una millonada – unos dos mil millones de pesos – para comprar los votos que le dieran el triunfo a Alfredo del Mazo bajo la mirada “no veo nada, no veo nada” del Instituto Electoral del Estado de México. Claro. Ganó el PRI pero nunca los priístas van a reconocer que ganaron gracias a que compraron los votos suficientes.
Pero los méritos de Morena son infinitamente superiores a los priistas. Y ya no se diga de los panistas, con quienes arrasaron en lo que se llama el corredor azul de Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla y Naucalpan tradicionales búnquers albiceleste que en eta ocasión le dieron la espalda al PAN en la mediocre candidata Josefina Vázquez Mota.
En ese llamado corredor, de acuerdo con expertos entrevistados por El Universal, se posicionó sobradamente la profesora Delfina Gómez Álvarez, quien se ganó las simpatías de los otrora panistas. Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla y Naucalpan le dieron la espalda al PAN en las elecciones del 4 de junio y le aportaron a la texcocana casi 330 mil votos, con lo que la morenista se posicionó como el primer lugar en las preferencias electorales.
El “corredor azul”, con una población mayoritariamente muy pobre, está compuesto por Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla, Naucalpan y Huixquilucan. Ganar estos cinco municipios, advierte Dwrak Camargo, se traduce en un millón 24 mil 730 votos, que fueron los electores que votaron en la última elección. Morena, a pesar de obtener la segunda posición a nivel estado, fue el partido que tuvo la mayor preferencia electoral en estos sitios. Uno de cada tres votantes, que salió ese día en estos cinco municipios votó por Delfina Gómez. El PRI se quedó con 30% de la votación, y el PAN no logró alcanzarlos con sus 211 mil 572 votantes.
Los especialistas en temas electorales arman que hubo dos factores esenciales para esta repartición: “Conflictos internos, más una candidata que no prendió y que generó que muchos panistas se fueran con otra opción, ya fuera apoyar a Delfina para sacar al PRI, o incluso votar por Del Mazo para impedir que ganara Morena”, asegura Luis Carlos Ugalde, director general de Integralia Consultores a El Universal.
Además, “el PAN no ha sido capaz de tener un discurso fresco y novedoso que lo proyecte frente a los discursos del PRI y Morena. No hay algo que les dé una identidad”, asegura Fernando Dworak Camargo, licenciado en Ciencias Políticas del ITAM. Esta derrota significa que Josefina Vázquez Mota fue ignorada en su propio territorio. En ninguno de estos famosos puntos del corredor azul su partido fue considerado como la segunda opción. En todos, “detrás de Morena” se encontró el PRI.
En 90% de estos municipios sus votantes apenas alcanzaron la mitad de las cifras de Morena. La diferencia más grande fue en Cuautitlán Izcalli, sus votos se quedaron en los 30 mil 123, mientras que los de Morena fueron 76 mil 768. Aunque el número total de votos subió en comparación con lo que obtuvo en 2011, las cifras tampoco tienen una diferencia signicativa. Al final, parece que el PAN sólo convence a los mismos electores: “Al haber tenido que reclutar al tercer lugar de la contienda por 2012, es decir, a Vázquez Mota, significa que la capacidad del PAN para reclutar cuadros e impulsarlos es bajísima. Es un partido que no ha sido capaz de tener dirigentes frescos, jóvenes, y que le den proyección”, explica Dworak Camargo. En este corredor no es tan notoria la derrota del PAN, pero a nivel estatal el bajo nivel de votos lo llevó hasta la cuarta posición. El único municipio que logró ganar fue Soyaniquilpan de Juárez, con 40% de los votos, pero el PRI estuvo a punto de arrebatárselo. La diferencia entre ambos partidos fue apenas de 215 electores. Sólo en cinco municipios se quedó como la segunda opción de los mexiquenses.
El nuevo mapa electoral El municipio de Ecatepec, lugar del que el actual gobernador Eruviel Ávila estuvo al mando dos veces, tampoco tachó la opción del
PRI. Más de 200 mil votantes se decidieron por la candidata de Morena, la maestra Gómez Álvarez. A pesar de ser uno de los municipios más codiciados por todos los partidos políticos, debido al millón 202 mil 259 posibles electores, los mexiquenses residentes de Ecatepec no tienen una alta participación política. Únicamente 50% de los electores salió a sufragar. Esto quiere decir que apenas 600 mil habitantes de esta zona llenaron sus boletas electorales.
La importancia de este sitio radica en sus habitantes: “Nezahualcóyotl y Ecatepec, zonas colindantes con la Ciudad de México, son muy influyentes. Tienen una población enorme, aunque de menor nivel de ingreso, pero políticamente son muy poderosas”, asegura Ugalde.
El triunfo del partido liderado por Andrés Manuel López Obrador en 27 municipios del Estado de México, no sólo fracturó el corredor azul sino que dejó al partido blanquiazul como la cuarta fuerza electoral: “El voto de los mexiquenses fue un sufragio útil por Morena, quienes se alimentaron del descontento social. El PAN no tenía oportunidad, porque no es un partido con una plataforma que seduzca a la ciudadanía. Su discurso estuvo lleno de lugares comunes”, explica Dworak Camargo. Los últimos datos muestran que el PAN obtuvo alrededor de 600 mil votos, cifra que se queda muy por debajo de lo que ganaron sus contrincantes.
El PRD, con el candidato Juan Zepeda, logró la preferencia electoral en ocho municipios, y eso le dio más de un millón de simpatizantes. Muchos votantes sin tanta participación Ganar cinco puntos clave del Estado de México representaba tener casi seguro el triunfo en el estado. Estos territorios representan más de la tercera parte de la votación. Más de tres millones de votantes viven ahí. Ecatepec, Nezahualcóyotl, Toluca, Tlalnepantla y Naucalpan eran las cartas fuertes de los contendientes. Pero obtener el triunfo en este grupo no representaba lo que todos querían.
A pesar de tener un padrón muy amplio, en varios casos su participación electoral es baja. En Ecatepec hay un millón 125 mil 364 mexiquenses con una credencial de elector, pero sólo 49% de estos votantes decidieron salir el domingo 4 de junio. Este territorio lo ganó Delfina Gómez Álvarez. El 37% de las boletas tenían seleccionado su partido. Esto no logró separarla radicalmente del candidato del PRI, quien consiguió 172 mil 70 votantes, sólo 34 mil menos que el partido marrón. Su relevancia electoral se vio opacada por la división de los votos y el porcentaje de participación de los electores.
Tlalnepantla, también considerado como uno de los puntos más disputados, tiene una lista nominal con más de 500 mil mexiquenses, pero sólo 48% salió a votar, lo cual quiere decir que 256 mil sufragaron y de éstos, 27% se fueron con el PRI, mientras que 36% decidió quedarse con Morena. Aunque en 2011 la participación en este sector fue más baja, en esa elección el PRI se distanció por 77 mil votos del PRD, partido que quedó en la segunda posición. Ese año se llevaron 126 mil 357 votos, 54 mil más que el pasado 4 de junio. Naucalpan, municipio que también ganó Morena, y que cuenta con una lista nominal de 643 mil votantes, tuvo la participación de 40% de los electores. Alrededor de 300 mil votos se contabilizaron en ese municipio, y 100 mil fueron para Morena.
El triunfo en estas zonas tan relevantes se debe a que Gómez Álvarez se vendió mejor como la candidata realmente opositora, asegura Ugalde. “Morena fue más eficaz en decir yo soy el cambio verdadero. No el PAN”, dice. Nezahualcóyotl, uno de los principales bastiones del PRD, también tiene una participación electoral de apenas 50%, lo cual quiere decir que sólo 395 mil mexiquenses de ese municipio emitieron su voto, pero en este caso, el PRD sí logró posicionarse como el ganador irrefutable. Morena intentó arrebatarle este municipio y alcanzó 93 mil 877 votos, pero no logró superar los 194 mil que obtuvo el partido del sol azteca.
Lo contrario ocurrió en los municipios en los que ganó el partido representado por Del Mazo Maza. Sitios como Toluca tuvieron un nivel de participación de 62%, uno de los más altos. Esta zona es una de las más fieles al PRI. Fue una de las pocas en la que el priísta obtuvo más de 100 mil votos y además se posicionó de manera absoluta como el ganador. Estos cambios dejan a unos partidos peor que a otros: “El perdedor neto se llama PAN […] la última medición de la intención del voto mostraba 14 puntos para Josefina, pero el día de la elección tuvo 11. Perdió cuatro puntos en los últimos tres días”, dice Ugalde.
Ganó el PRI otra vez con sus chanchullos. Ni ellos pueden negarlos. Los niega el IEEM. Pero por los números el partido que más creció en el estado de México fue el Movimiento de Regeneración Nacional y eso que prácticamente era su primera experiencia electoral en la cueva de los ladrones. Entonces díganme si la victoria de Alfredo del Mazo no es pírrica. O sea que conlleva más graves daños para el vencedor, en este caso el PRI, que para el vencido, en el caso Morena. Porque el PRI, después de 80 años de ser el amo y señor de los mexiquenses con carro completo, en esta ocasión estuvo a punto de salir de palacio correteado por un partido que es un recién nacido y que creció infinitamente más que el tricolor, y desapareció del mapa al PAN.
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