Claudia Rodríguez
Escuchar al presidente Enrique Peña Nieto señalar que México va bien y por la ruta del desarrollo, al inaugurar la obra del macrotúnel en Acapulco, Guerrero; de la que además añade Peña beneficiará al sector turístico: Uno se pregunta si acaso el presidente está informado de lo que en realidad sucede en el país que él administra y se entiende también, del que tiene la batuta del Gobierno federal.
¿Acaso el primer mandatario no escuchara qué pasa a diario en el terreno de la violencia que no corresponde en lo absoluto a un país en ruta de niveles decorosos de desarrollo?
Muertes a diario por todo el país a cuusa de enfrentatimientos y hasta ajusticiamientos en donde se pretende hacer justicia fuera del estado de derecho y en donde además, de manera segura muchos son inocentes. En sólo tres años de la Administración priista de Peña Nieto, sus propias cifras oficiales advierten de 70 mil muertes violentas.
¿Tampoco habrá escuchado el presidente cómo va el asunto del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, el cual pone al delincuente en la calle y revictimiza al afectado en su gran mayoría?
El asunto del actual Sistema Penal tenía como premisa principal, el no llenar las cárceles estatales que ya no tienen cabida ni siquiera para un alfiler, y que se han convertido en zonas que gobiernan los mismos delincuentes.
La corrupción es también un tópico escandaloso en nuestro país que llega a oídos de muchos en el extranjero, pues es el mismo Gobierno el que espolia en miles de millones de pesos a la sociedad y que además también genera grandes riquezas para muchos más en el poder.
Qué tal los gobernadores y ex mandatarios que de manera independiente del partido político sean, parece que todos tienen cola que les pisen.
Ahí está Javier Duarte que en audiencia el día de ayer, la justicia guatemalteca le concedió la extradición a México para venir a enfrentar cargos de lavado de dinero y delincuencia organizada.
O los gobernadores que igual entran a la cárcel y en un santiamén salen de la misma, demostrando en unos casos que la mafia tiene más poder que la propia justicia.
O el del Roberto Sandoval, aún gobernador de Nayarit, de quien era muy difícil no advertir sus ligas y negocios con el fiscal Veytia que hoy enfrenta a las leyes estadounidenses.
Peña Nieto no puede ya ocultar la realidad del país con un discurso positivo, lleno de palabras, pero hueco de acciones.
Acta Divina… “Somos un gobierno que tiene puesta su apuesta en su desarrollo y futuro promisorio para todos los mexicanos”: Enrique Peña Nieto, presidente de México.
Para advertir… Apuesta que ahora tienen perdida.
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