Claudia Rodríguez
Cuando el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza declara ante los medios de comunicación, enojado y trabado que no es responsabilidad suya lo que recién sucedió en el llamado Paso Express Cuernavaca e intenta no sólo deslindarse de la muerte de dos personas por un socavón provocado en la vía, y además dejar en claro de antemano que se dará una indemnización de hasta un millón de pesos por cada uno de los fallecidos; lo que hace Ruiz Esparza, es tratar de cerrar el paso a la defensa de los familiares de quienes en el socavón murieron.
No fue un accidente o un hecho de fuerza mayor imputable exclusivamente a las intempestivas lluvias que en días recientes han caído sobre el centro del país, el asunto tiene un trasfondo de responsabilidad jurídica de quienes nos gobiernan y administran.
Cuando uno escucha las declaraciones del señor Mario Meneses, ayudante municipal de Chipitlán en Cuernavaca, que desde enero de hace dos años se informó a las autoridades de irregularidades en la construcción del citado Paso Express de Cuernavaca, señalando de manera puntual que existía una barranca con un tubo de drenaje obsoleto que al momento de construir el tramo citado de la autopista México, Acapulco; no se sustituyó, van existiendo elementos de responsabilidad jurídica.
Meneses señala que a autoridades de la SCT, se les entregaron impresiones fotográficas de los daños del tubo citado y no se hizo nada. El resultado es que éste se colapsó por el gran tonelaje que se colocó sobre el mismo.
Resulta pues, que sí hay responsables. Si la constructora holandesa Aldesa a quien encargó Comunicaciones y Transportes dicha obra, tiene que responder a la misma, pero también el Gobierno federal a la sociedad mexicana, pues es cierta la sentencia que corre por las redes sociales:
“Todos somos Juan Mena. Los mató la corrupción”.
Esto es netamente un acto jurídico en donde alguien o varios tienen que responder, y por duro que suena, la vida de los Mena no tiene un valor de dos millones de pesos, es objetable.
El presidente Enrique Peña Nieto, no se salva de ninguna manera de la responsabilidad de este accidente que pudo haberse evitado.
Acta Divina…“Se cambió el material de asfalto a concreto hidráulico, un material mucho más resistente que, sin duda, le va a dar una vida de cuando menos 30 o 40 años sin tener que hacer ninguna reparación”: justo el día que Ruiz Esparza presentó el Paso Express Cuernavaca.
Para advertir… El Paso Express desde el inició de su construcción, ha cobrado más de 40 muertes.
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