Unidos presenta objetivos para la renegociación del TLCAN: Reacciones ante la primera ronda de negociación el próximo 16 de agosto”, el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB) del Senado de la República realiza un recuento de los puntos esenciales del documento presentado por la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos.
Analiza las principales reacciones que la presentación ha generado en los tres países que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte –México, Canadá y Estados Unidos.
De acuerdo a los investigadores del CEIGB, la publicación del documento pone fin o al menos contribuye a dejar atrás un largo periodo de incertidumbre, sobre las verdaderas intenciones de los Estados Unidos frente al TLCAN.
Queda claro que el documento, de 22 grandes objetivos contenidos en 17 páginas, si bien se mantienen algunas premisas y propuestas proteccionistas convergentes con la posición de Donald Trump desde su campaña electoral, éstas se combinan con un fuerte contenido “modernizador” en el espíritu de incorporar y recuperar disciplinas, disposiciones y nociones ya negociadas en el contexto del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP). Todo esto es coincidente con la posición que al respecto, tanto el gobierno de México como el de Canadá, han expresado públicamente.
La investigación señala que uno de los puntos centrales, y sobre el que mayor preocupación se ha suscitado, es la intención de corregir el déficit comercial que mantienen los Estados Unidos con México.
Según el documento presentado por la Oficina del Representante Comercial, desde que el acuerdo entró en vigor, en 1994, “los déficit comerciales se han multiplicado, cientos de fábricas han cerrado y millones de estadounidenses han quedado varados sin poder seguir utilizando las habilidades para las que se capacitaron”.
Sin embargo, los investigadores del CEIGB señalan que, si bien es cierto que Estados Unidos cerró 2016 con el mayor déficit comercial en cuatro años, que asciende a más de 502 mil millones de dólares, solo 63 mil millones fueron aportados por México a esa cifra (13 por ciento).
Buena parte de los contenidos del documento se refiere esencialmente a la facilitación comercial, a las buenas prácticas regulatorias, el comercio de servicios, el comercio electrónico, las telecomunicaciones, propiedad intelectual, compras gubernamentales, política de competencia, transparencia, combate a la corrupción, y normas laborales y ambientales.
Rubros que provienen, en buena medida, de las disposiciones ya negociadas en el contexto del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), un instrumento que el propio Trump, en su momento, rechazó por considerarlo como un “mal acuerdo”.
Otro tema a destacar ha sido el laboral, la investigación señala que la administración de Trump ha sido insistente en la necesidad de mejorar las condiciones laborales en México. En el apartado sobre Trabajo pide esencialmente que los países del TLCAN adopten y mantengan los estándares internacionales en materia laboral reconocidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Aseguren la aplicación de estándares en salarios mínimos, horas laborales, seguridad y salubridad; promuevan procesos judiciales y administrativos; garanticen que la aplicación de estos estándares laborales tenga también mecanismos de resolución de disputas y establezcan un Comité de Alto Nivel que se asegure de la revisión del progreso en la implementación de estos estándares e incluya mecanismos de cooperación laboral.
Según la investigación, el documento presentado por los Estados Unidos también aborda la negociación en materia energética, los temas de protección ambiental, los remedios comerciales y la modificación de las reglas de origen.
Los investigadores del CEIGB señalan que la premura del tiempo en el que se busca realizar la renegociación, podría no ser suficientes para alcanzar acuerdos si es que no se logran conciliar los intereses entre los objetivos presentados por Estados Unidos, México y Canadá.