CIUDAD DE MÉXICO, 8 de agosto (AlmomentoMX).- Una comunidad escolar preparada puede hacer la diferencia frente a una emergencia, no sólo en la prevención de pérdidas de vidas humanas, también para favorecer los procesos de atención y resolución de crisis ante cualquier imprevisto. Datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), reflejan que en México, el rango de infantes más propenso a sufrir accidentes oscila entre los 6 y 10 años, siendo el ambiente escolar donde ocurren más defunciones.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la necesidad de fortalecer las actividades de preparación y mitigación en los centros educativos y la comunidad que la comprende como autoridades, docentes, estudiantes y padres de familia, estén preparados para responder ante un evento adverso y reducir los impactos del mismo.
Las situaciones de crisis o emergencias a las cuales puede verse expuesta una escuela son innumerables. Producto de factores internos (accidentes, conatos de incendio, intoxicaciones, violencia entre alumnos, daños en la infraestructura escolar, etc.) y externos (fenómenos naturales, irregularidades en zonas aledañas, uso de la escuela como albergue, etc.), pueden ocasionar importantes consecuencias como discapacidades, traumatismos y en algunos casos hasta la muerte, donde la economía familiar sufre un gran riesgo a los ahorros y hasta el patrimonio si pensamos que el costo mínimo para atender una emergencia médica es de 2 mil a 5 mil pesos.
En México, la Secretaría de Educación Pública en conjunto con el Gobierno Federal y la Secretaría de Protección Pública, desarrolló el Proyecto de Seguridad Escolar, que es una herramienta mediante la cual se establecen las bases, lineamientos, procedimientos, acciones y estrategias para actuar en situaciones de emergencia y vulnerabilidad, por lo que debe basarse en un diagnóstico de problemas, riesgos y fortalezas que cada escuela de educación básica lleva a cabo para elaborar su Agenda de Seguridad Escolar, en el caso de las escuelas que participan en el Programa Escuela Segura, como un componente de su Planeación Anual de Trabajo.
Sin embargo, no es una obligación para todas las escuelas contar con un seguro de accidentes escolares, las instituciones del sector educativo sí están obligadas a brindar protección a sus alumnos, de manera que el seguro se convierte en el instrumento perfecto para amparar a los menores ante situaciones de riesgo.
En este sentido, la empresa mexicana HIR Seguros con más de 15 años de experiencia, cuenta con un seguro de accidentes escolares, el mejor en tarifa de su tipo que beneficia a la comunidad escolar con tres coberturas que amparan gastos médicos, pérdidas orgánicas e indemnización por muerte accidental por tan sólo $40.00 pesos anuales, innovando los trámites ágiles con plataformas digitales.
Es necesario que la cultura de prevención también se desarrolle en las escuelas e inculcar a los menores la importancia de evitar correr dentro del aula o pasillos, no empujar a sus compañeros, abstenerse de juegos violentos, no leer mientras se camina o cuando suben o bajan escaleras, no pararse sobre los pupitres, sillas o escritorios, caminar despacio al salir escuela, no aventarse el borrador u otros objetos, entre otras importantes medidas de seguridad.
AM.MX/fm
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