DIARIO DE ANTHONY
Te has muerto y ya. Todo se ha acabado, como el final de un cerillo que alguien ha soplado. Adiós, good bye. Aquí ha terminado todo. ¿Y qué es lo que queda? Nada, ¡absolutamente nada! ¡Sólo un cuerpo!
Gentes que nunca te conocieron vendrán como idiotas a la casa donde te has apagado, Se sentarán, y mientras toman café o refresco empezarán a decir chistes y estupideces dignos solamente de estúpidos como ellos. Si has muerto viejo o vieja, anciano o anciana, bueno, no te han de llorar demasiado. Porque entonces dirán: “Ah, ya vivió. Ya le tocaba descansar…”. Patrañas, ¡puras patrañas!
Y si eres joven, etcétera, bueno, todo es cuestión de gustos. Si tenías amigos, y muchos, no lo sé, tal vez y sí te lloren demasiado, pero y si no, como me ha de suceder a mí, ni siquiera notarán que una vida se ha terminado. Después de todo no me importa, porque mi vida jamás empezó; en lo absoluto.
La muerte es bella, ¡no lo olvides! Un día estás, y al otro ya no. Y lo mejor es que no sabes cuándo te ha de llegar. Y cuando te llega ni siquiera lo notas, porque entonces ya no existes más. ¡Así de simple!
Y a mí la muerte física no me importa, en lo absoluto. Porque te digo la verdad, toda mi vida he estado muerto. Y ésta clase de muerte sí que ha sido dolorosa. Muerte interior o muerte espiritual la he nombrado. Y cuando me he sentido triste o deprimido, creo que me he auto consolado, al mirar las gentes moverse para luego decidir que tarde o temprano también han de morir. Y cuando esto suceda, tampoco lo han de notar, porque han vivido igual que miles de millones: de manera tonta, sino es que mediocre.
Sus muertes serán unos más del montón, al igual que lo fueron sus existencias totales. La muerte es bella. Ahora estás aquí y después ya no. Toda tu vida transcurre entre lo más monótono. Despiertas, te duermes… despiertas y te vuelves a dormir. ¡Siempre lo mismo! ¡Nunca nada distinto!
La muerte es bella, ¡lo juro! Y no estoy hablando de la muerte espiritual, no; ¡esta sí que es horrible!, sino que de la otra, esa que cuando te venga a buscar, en vez de privarte te ha de poner en libertad.
La muerte; este tipo de muerte es la que yo sigo esperando, por toda la cosa de Crsisty. Y cuando llegue, imagino que el viento ha de soplar hermoso, suave, de manera melodiosa, al compás de una mente que nunca dejó de soñar… Se ha ido, jamás vino.
Y EL CIELO SERÁ DE COLOR AZUL INTENSO.
ANTHONY SMART
Agosto/10/2017