Francisco Gómez Maza
• TLC, a la medida del proteccionismo de Donald J. Trump
• Más por la mediocridad de los negociadores mexicanos
Los negociadores mexicanos del tratado, propuesto, a regTLC, añadientes por el señor Trump, van simplemente a hacerle el caldo gordo al mandatario estadounidense, quien no quiere libre comercio y menos con México porque “América” es primero. Y los mexicanos desplazan a los trabajadores estadounidenses,
El tratado de comercio libre, firmado en 1994 entre Estados Unidos, Canadá y México. después de poco más de tres décadas no es del agrado del gobierno más proteccionista del planeta, más proteccionista y más fascista, que se ha dedicado a expulsar masivamente a la fuerza de trabajo mexicana que contribuye a elevar el producto nacional bruto estadounidense, con empleos que no son del agrado ni de los estadounidenses de color ni de los de origen anglosajón.
No sé. Entonces, a qué vayan los negociadores, malos negociadores, entreguistas negociadores, al estilo de los privatizadores y extranjerizantes del petróleo mexicano y de las fuentes de energía eléctrica, agachones negociadores, a la primera ronda de conversaciones sobre lo que los estadounidenses llaman NAFTA y los mexicanos TLCAN.
Si las negociaciones de hace tres décadas fueron desventajosas para la economía mexicana y sólo beneficiaron a las empresas globalizadas estadounidenses, asentadas en territorio mexicano y a las trasnacionales, y dejaron fuera asuntos de vital importancia como la movilidad de la fuerza de trabajo y el campo (los hombres del campo mexicano odian los tratados con Estados Unidos porque, junto con la nefasta política agropecuaria del gobierno mexicano, han acabado con la productividad mediante productos agrícolas importados de Estados Unidos y de empresas tan cuestionables como Monsanto)
Así que no se vaya con las noticias de color de rosa, que generalmente son noticias falsas (fake news, dicen los periodistas estadounidenses). Los representantes del gobierno mexicano llevan instrucciones de bajarse los pantalones ante los representantes del Departamento de Comercio y de las otras dependencias que tienen que ver con los asuntos del tratado.
Además de hacer concesiones leoninas a sus pares estadounidenses, los mexicanos enseñarán el cobre, como lo hicieron con la negociación del azúcar, ante la que los productores del dulce quedaron totalmente insatisfechos y muy molestos.
La ceremonia de inicio de las renegociaciones fue este miércoles en un ambiente de desconfianza, pues para los estadounidenses, según su decir, muchos temas importantes del tratado no les han funcionado y para México sólo ha funcionado, como les digo, para las empresas globalizadas eminentemente exportadoras que son de capitales extranjeros, especialmente estadounidenses, aunque actualmente la política de Trump es castigar severamente a los inversionistas estadounidenses que sigan en México, pues segú8n él evitan la creación de empleos en territorio gringo.
Este escribidor no está muy seguro de que las negociaciones trilaterales (EU, México y Canadá), iniciadas este miércoles, vayan a tener un gran éxito, pues como dije antes el primer enemigo del libre comercio es el presidente Trump, que desde que tomó posesión ha defendido una política proteccionista ultranza que, aunque él no se dé cuenta, ha debilitado fuertemente la economía del vecino país, otrora la primera potencia mundial ahora casi superada por China.
Los negociadores mexicanos así van a las negociaciones autoengañados de que serán tomados en serio, cuando en realidad lo que Trump pretende es un NAFTA absolutamente ventajoso para Estados Unidos aún a costa de los exportadores canadienses y de los mexicanos, La mediana empresa mexicana ni sueñe que va a tener parte en ese convite en el que Estados Unidos va a negociar con las empresas de capital estadounidense tanto en México como en Canadá.
Además, el jefe de la delegación mexicana, Ildefonso Guajardo, secretario de economía, y la carabina de Ambrosio son la misma cosa. El mexicano no tiene ni idea de cómo se negocia un tratado comercial. Fue puesto ahí sólo por capricho del presidente Peña,
Al final del día, habrá renegociación del TLC, pero a medida de los intereses proteccionistas del presidente Donald J. Trump. Y los mexicanos no se atreven a diversificar su comercio en América Latina, en Asia, en Oceanía, en Europa, como si el único mercado que hubiera fuera el de Donald Trump-
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