Claudia Rodríguez
Con todo y las secuelas de un sismo poderoso que afecto a miles de oaxaqueños y chiapanecos, hay otros ámbitos de la vida que no pueden ser desatendidos y que en algunos puntos tienen que ver también con las mujeres y hombres de Chiapas y Oaxaca.
Es desde los espacios de poder donde en definitiva se van abriendo espacios de oportunidad para las mujeres y es por ello de suyo importante acabar con la simulación de la cuota de género en el ámbito legislativo.
Explican las legisladoras coincidentemente de todos los partidos políticos en el Senado, que la cuota de género es aun hábilmente manipulada a favor de los hombres.
O se les envía a las mujeres candidatas a lugares que se sabe de antemano van a perder, o se les obliga a jugar el rol de “Juanitas”.
Incluso otra manera de evitar que las mujeres intenten, sólo traten, acceder al poder, es con la violencia política hacia las mismas; amenazándolas no sólo en su propia integridad física, sino advirtiéndoles también que de no declinar en su intención de participación su familia puede sufrir un atentado.
Se habla de leyes que posibilitan la apertura de espacios para las mujeres en igualdad de oportunidades que para las hombres, pero en la práctica esas normas son violentadas por una parte de quienes al igual las aprueban, e incluso hasta las construyen.
Es sencillo. Las aspirantes a puestos de elección viven la misma realidad que vivimos muchas mexicanas, la discriminación, la violencia, la exclusión y el ser tomadas como objetos.
México vive rezagos de grandes dimensiones en los que también estamos insertas las mujeres y por ello es importante también que muchas más de nuestro género defiendan nuestros derechos, no por una cuestión simple de género, sino por situación de visión y sufrimientos por vejaciones ancestrales y muy presentes.
El 2018 no traerá aun el cambio para que entre hombres y mujeres nos tratemos como iguales y reconozcamos nuestras capacidades, respetando nuestras diferencias que al final nos permita hacer un equipo.
Pero hay que seguir tocando la puerta para romper barreras porque más allá del costumbrismo, las mujeres no somos para estar en casa y cargadas; muchas queremos simplemente vivir, justo con los mismos derechos de los hombres.
Acta Divina… Cuando los hombres aceptan en papel los derechos políticos de las mujeres pero en la práctica los inhiben.
Para advertir… La visión y participación de las mujeres es necesario en un país de mujeres y hombres.
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