Francisco Gómez Maza
• Sergio Zurita, promotor del odio a la mujer
• Primera mitad de 2017: 17,000 agresiones
Pues, como se lo pregunta Marco Tulio Cicerón a Lucio Sergio Catilina, acusado de subvertir el orden para acabar con la república romana, “Ubinam gentium sumus, in qua urbe vivimus” (En qué país estamos, en qué ciudad vivimos), este escribidor se pregunta lo mismo, al ver la debacle de la república mexicana, cuyos gobiernos han perdido todo sentido de responsabilidad ante un pueblo maltratado cotidianamente, adolorido, enojado por la corrupción y la impunidad, y temeroso del destino de sus hijas, que viven con miedo, que salen a la calle aterradas y con la incertidumbre de si retornarán a casa, porque muchas no vuelven más que con los pies por delante, porque son secuestradas, violentadas, violadas sexualmente y estranguladas por manos criminales.
No hay mucho que bordar en este tema. Los datos son duros. Sólo dan para encabronarse: La violencia sexual en México se agudizó durante los primeros seis meses de este año, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), cuyas estadísticas indican que, durante el primer semestre de 2017, se denunciaron en el país 16,631 delitos sexuales, de los cuales 6,444 violaciones. Así, sin ambages, vi-o-la-cio-nes. Qué experiencia tan horrible la de una niña de 15 años que es violentada por un macho pervertido. Y eso si la deja viva. Si no le arranca el alma.
En base a las cifras anteriores, Esa cifra indica que se presentaron 92.4 denuncias por delitos sexuales cada día, lo que representa un caso cada 16 minutos en promedio. Si sólo miráramos la violación, el reporte promedio sería de 35.8 casos, un promedio de una denuncia cada 40 minutos.
Leyendo las estadísticas del SNSP, entre 2015 y 2017 las denuncias por delitos sexuales –violación, abuso y hostigamiento sexuales, pederastia, pornografía infantil, entre otros— tuvieron un crecimiento del 12%; las denuncias por violación repuntaron 6.2%.
A esta dramática realidad antifeminista contribuyen muchos elementos negativos, antifeministas, machistas, perversos, dia-bólicos (en contraposición a lo sin-bólico). Pero en este espacio debemos referirnos a la actitud del locutor de MVS, Sergio Zurita, quien encabeza un programa titulado “Dispara, Margot, dispara”, inspirado en una antiquísima radionovela llamada Carlos Lacroix. Y desde tal programa se dedica a denigrar a las mujeres. Ya varias diputadas han tomado cartas en este bochornoso asunto, que denigra la profesión de locutor y comunicador. Pero, lo más grave, que incita a la violencia en contra de las mujeres.
Declaraciones vertidas por Zurita, el 7 de septiembre de 2017, en el programa en cuestión, vulneran gravemente la dignidad de las mujeres y promueven la violencia de género. En ellas, Zurita justificó el agravio que una escuela cometió contra las madres de familia, al solicitarles “acudir a recoger a sus hijos con ropa adecuada a este plantel educativo: no mini short, no mini falda, no blusas escotadas, de tirantes, transparentes” para evitarle al personal de la escuela “la pena de regresarlas a cambiar a su casa” y para evitarse ellas mismas “faltas de respeto innecesarias”. El conductor no se limitó a justificar esta violación a los derechos humanos de las mujeres, sino que además denigró la imagen de las madres de familia, profirió insultos misóginos contra ellas y promovió la violencia de género.
Muchas mujeres y hombres están reuniendo firmas a través de la organización defensora de derechos humanos, Change.org a fin de impulsar y obligar a la empresa radiofónica (MVS) a la la salida inmediata de Sergio Zurita del programa “Dispara, Margot, dispara”, por haber promovido la violencia contra las mujeres en la emisión del 7 de septiembre de 2017, así como en otras emisiones a lo largo de su participación en dicho programa. Exigen también la cancelación definitiva del programa en cuestión, por constituir una plataforma para la violación de los derechos de las mujeres y la promoción de la cultura de violencia de género.
Y en realidad, todas las mujeres resultan directamente agraviadas, no sólo por la emisión del 7 de septiembre pasado, sino en general por el contenido misógino que caracteriza al programa “Dispara, Margot, dispara”, el cual se emite diariamente desde 2009 hasta el día de hoy. En sí mismo este programa vulnera gravemente la dignidad de las mujeres, pero al ser transmitido en un medio masivo de comunicación a nivel nacional, además genera un daño social de gran alcance, pues tiene la capacidad de impactar en una población muy amplia.
Siendo la violencia de género un problema de hondas raíces en nuestra sociedad, que se agrava y extiende cada vez más, el que una radiodifusora fomente el odio y la violencia contra las mujeres a través de uno de sus programas (de transmisión diaria), contribuye a agravar seriamente el problema.
Las mujeres, entre las que participa un grupo de diputadas federales, presentaron ante el Consejo Nacional de Radio y Televisión la queja contra Sergio Zurita y contra el programa Dispara, Margot, dispara, trasmitido por la radiodifusora MVS. Las quejosas argumentan con fundamento en la Constitución General de la República Mexicana, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Recomendación General número 19 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Por las declaraciones misóginas y promotoras de violencia contra las mujeres, las diputadas Verónica Delgadillo, Mirza Flores y Candelaria Ochoa, de Movimiento Ciudadano, presentaron este jueves una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred).
En conferencia de prensa, la diputada Delgadillo explicó que la queja se presentó porque “este tipo de comentarios menoscaban la dignidad de las mujeres y son presentados, en los medios de comunicación, de manera cotidiana, sin ningún tipo de repercusión”.
“Se exponen este tipo de ofensas y parece que las autoridades se quedan calladas. (…) Es por este motivo que no nos vamos a quedar de brazos cruzados”, añadió.
Para Mirza Flores, “es una lamentable situación que se haya dado esto, pero es el reflejo de lo que pasa todos los días, no solo ante los medios de comunicación, sino en las calles. Las personas se sienten legitimadas para poder emitir este tipo de ofensas e insultos”.
“Normalizamos este tipo de violencia, y al normalizarla pareciera que es algo sutil, que es una broma, pero en realidad es un ataque frontal y directo a la dignidad de las mujeres y de todas las personas en este país”, mencionó.
“Se me olvida que soy hombre”, pide disculpas Zurita
Luego de las críticas a los comentarios transmitidos el pasado 8 de septiembre, Sergio Zurita se disculpó públicamente, y explicó que sus declaraciones anteriores “las dije con el hígado”.
“Olvidé que vivimos en un país donde el porcentaje de la violencia contra las mujeres es enorme, es decir, si hubiera hecho los mismos comentarios en un país, digamos, civilizado, donde de verdad hubiera igualdad de género, algunos comentarios no hubieran sido ofensivos”, dijo.
Sin embargo, la diputada Mirza Flores dijo que “no basta con una disculpa, queremos que este tipo de eventos no vuelvan a suceder, porque detrás de estos insultos hay mucho arraigo, es un discurso de odio, de violencia, y no estamos dispuestas a pasarlo por alto”.
De acuerdo con la queja presentada por las diputadas ante el Conapred, las declaraciones de Zurita “menoscaban la dignidad de las mujeres, violentando con ello sus derechos humanos y reproduciendo el discurso que hay perpetuado la discriminación, sometiéndolas a la estigmatización social de no seguir los cánones patriarcales sobre el comportamiento”.
analisisafondo@gmail.com