Claudia Rodríguez
A más de uno quienes tenemos el privilegio de comunicar pedazos de la realidad nacional día a día, de algún modo el sismo del pasado martes 19 de septiembre, nos dejó mudos.
Primero no podíamos creer que el piso bajo nosotros se cimbrara como si quisiera quebrarse y después como si fuera una contrafuerza a la trepidación, siguiera un vaivén frenético.
Para caer después en la cuenta que justo en 1985, el sismo del 19 de septiembre había sido tan vigoroso como el de este 2017.
En el sismo de hace 32 años, las comunicaciones tardaron en restablecerse pues incluso antenas de comunicación fueron afectadas, pero en esta ocasión, del sismo del 19 de septiembre, las comunicaciones respondieron rápidamente, siendo oportunas incluso las que lograron conectar por mensajes de texto a los familiares. Lo que siguió el mismo patrón, fue el secuestro y el lucro de las Televisoras de quienes estaban en desgracia o aún sin vida, tomando como foros de noticia continua los mismos sitios de inmuebles derrumbados y personas atrapadas.
Si en el sismo “del 85” Juan Ramón “Monchito”, tuvo en vilo por días a la sociedad mexicana por su rescate de una vecindad del centro de la ciudad, en donde familiares advertían se encontraba porque había pasado la noche con su abuelo, pues sólo iba de paso. Monchito, nunca apareció.
Esta vez, desde el colegio Enrique Rébsamen de la delegación Tlalpan, se construyó la historia de otro menor; una pequeña nombrada “Frida Sofía” que de acuerdo a la televisora de las estrellas, se encontraba bajo los escombros. Pero todo fue o un equívoco, una ilusión o un timo, del que parece salieron dañados los generadores del rumor, tanto Televisa como la misma Marina.
Sin embargo, el paralelismo más notorio entre los sismos de los dos 19 de septiembres –¡increíble y fatídica coincidencia!— es como de inmediato los individuos de la sociedad, nos hemos vuelto una unidad.
Los más jóvenes moviendo piedras de los escombros, organizando, dando alertas y muchos más llevando víveres y techos y cobijo improvisado a los afectados.
También como hace 32 años, hoy las más dañadas son las estructuras de Gobierno que ni tiempo les dio para su acostumbrado lucimiento y quienes lo intentaron fueron sintieron el repudio de la sociedad.
Acta Divina… El presidente Enrique Peña Nieto llamó a la unidad para enfrentar los desafíos de los sismos de septiembre.
Para advertir… Peña llama a la unidad para todo y en todo momento. Pero la unidad está en la sociedad civil.
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