Claudia Rodríguez
Cuántas veces no hemos escuchado sobre el asalto o robo a algún conocido o familiar, y al preguntar o sugerir sobre la denuncia del mismo, se puede decir en percepción empírica que casi nadie, a menos que considere gravedad del caso, denuncia.
El motivo de no reportar el hurto, presentar una querella hacia quien o quienes resulten responsables, deriva en que la autoridad no resuelve sobre el delito; además de que las personas afectadas al final desearían la aplicación de las leyes más que perfectas — detener y castigar al criminal y que el daño sea reparado—cosa que igual, casi nunca sucede.
Para alimentar nuestro pesimismo respecto a cómo responde la autoridad ante los delitos denunciados, aquí lo que señala la organización Impunidad Cero, en su estudio “Índice estatal de desempeño de las procuradurías y fiscalías”: es más fácil ganar la lotería que se resuelva un delito.
En primer lugar, sólo se denuncian el 9.7 por ciento de los delitos cometidos; de estos, sólo se inicia investigación en un 65 por ciento de los casos denunciados, y el que los mismos lleguen a los jueces va teniendo menos y menos posibilidad.
Cualquiera de nosotros aún con toda la evidencia o la experiencia ante la autoridad, de que esta la más de las veces no mueve un dedo, ni siquiera para tomar la denuncia si no se le entrega dinero; creeríamos increíble que nuestra posibilidad de ganar la lotería es mayor que la de que se resuelva una querella entre particulares o aún en terrenos del derecho público.
Esto demuestra que el dinero público que se destina al sistema de justicia en ámbitos federal y local, trabaja en contra de nosotros los mexicanos.
La premisa de no denunciar, parte de la experiencia en un Ministerio Público (MP) e incluso ante un juez, con todo y que ahora el señor titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llama a esas mismas autoridades –y otras competentes– a ser implacables con los criminales y sensibles con las víctimas.
La verdad es que hay quien teme también que luego de ser vejado en un tópico señalado como crimen ante la justicia, resulte que hasta se le tenga que indemnizar al criminal o se volteen las cosas; porque la percepción nos lleva a creer que los criminales están en las calle y tras el escritorio están muchas autoridades coludidas.
Y sí, si no de dónde tanta impunidad.
Acta Divina… “Hay que tener fe en la PGR…”: Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
Para advertir… Atrapan cabezas del crimen visible pero dejan que los demás se reproduzcan como lactobacilos.
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