Claudia Rodríguez
Todavía en las redes sociales no se terminaba la mofa a través de los referidos memes, comentarios y hasta sesudos análisis sobre la queja del presidente Enrique Peña Nieto en el VI Foro Nacional Sumemos Causa por la Seguridad, respecto a que la sociedad civil más que reconocer el trabajo de instituciones y policías por la seguridad, lo que hacían era “bullying”; cuando de nueva cuenta en menos de dos días, Peña Nieto volvió a ponerse en la mira por uno más de sus repetidos enojos o errores verbales.
La nueva equivocación oral de Peña, respecto a su confusión de nombrar a Tabaré Vázquez, presidente de la República de Uruguay, como mandatario pero de la República de Paraguay, nos recordó que lo del mandatario mexicano son los tropiezos más que verbales, mentales.
Cualquiera tiene un mal día por un olvido, una mala expresión o incluso hasta por desconocer de lo que se habla; tal trago amargo puede prolongarse hasta reconocer que el tropiezo fue real y que no se es perfecto; pero querer ocultar el Sol con un dedo, y arar en el error; eso sí es gravísimo y abona a la poca credibilidad del individuo o en para el caso, la institución que se representa.
En medio de las críticas a los continuos dislates del presidente, comenzó una oleada de “amigos de Peña” que intentan explicar el contexto de uno de sus más sonados errores que pasarán jocosamente a la historia.
Resulta que ahora se publicita la explicación que el mandatario Peña Nieto, dio al senador Ernesto Cordero, de cómo se distorsionaron sus palabras sobre que faltaban no un minuto para aterrizar, sino menos, como cinco, en la Base aérea de Ixtepec, Oaxaca.
Se advierte que Peña lo toma con humor, y que lo que sucedió es que él y otros reporteros hablaban del tiempo restante para aterrizar pero al sólo escucharse su voz, pareció que él era el único que conversaba.
La verdad, no se ha visto ni escuchado a ningún reportero que hubiera estado en ese mismo avión, desmintiendo que Peña no advirtió que cinco es menos que uno.
Lo peor de todo, es que los equívocos, errores y devaneos de Peña; lo único que demuestran en realidad es la falta de compromiso por la tarea de gobernar a los mexicanos.
Acta Divina… “Ya sé que no aplauden”: Enrique Peña Nieto presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Para advertir… Explica toda la estulticia.
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