Claudia Rodríguez
Ahora todo es fiesta en el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (CEN del PRI), ya que tienen en la persona de José Antonio Meade Kuribreña, su candidato para competir por la Presidencia hacia el 2018.
Muchos priistas creen que con Meade, su triunfo será de facto, pero se equivocan; más bien el ungido durante doscientos días antes de llegar al próximo domingo primero de julio, será el carga culpas principal de todos las acciones negativas con los que dice simpatiza pero no milita; incluso más que el propio presidente Enrique Peña Nieto.
El hombre del PRI, ya no es Peña, hoy es Meade.
Es decir, el candidato tricolor tiene endosadas todas las culpas de las acciones o inacciones de la Administración actual y cualquier discurso que suene a cambio histórico, continuar en el camino correcto, a Peña Nieto y a los priistas; es el mejor anti comercial para una campaña electoral.
Cuando el joven no priista pero candidato del PRI, con una piel muy gruesa tricolor; sea cuestionado por cómo su manejo de la economía nacional en términos macro y micro, tendría que responder con un discurso más que entendible, muy creíble y no mentiroso.
Fue con Meade como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que el número de pobres aumentó casi en un millón y provocó una guerra de cifras y desmentidos entre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Evaluación de Política Social (Coneval).
También desde la Secretaría de Hacienda que dirigía Meade, salió la aprobación los famosos gasolinazos e incluso la liberalización del precio de la gasolina que empieza hoy mismo, y que operará supuestamente bajo la premisa del mercado: de a mayor demanda menor precio.
También es desde Hacienda de Meade y su antecesor, Luis Videgaray, que la deuda interna del país aumentó con desmedida, y a manera de burbuja fue creciendo la inflación como la paridad peso-dólar, que tanto pega al mercado interno y externo.
El que Meade no sea militante del PRI, la verdad no implica que sea distinto a los priistas; es más, ya los llamados dinosaurios del partido en cuestión, parecen más liberales que el joven de 48 años.
Así es el poder. Los pierde cuando lo tienen y se les celebra cuando lo han perdido.
Meade ahora el de todas las culpas por endoso.
Acta Divina…”Voy a ganar la Presidencia”: José Antonio Meade.
Para advertir… Falta que la ciudadanía lo permita y el árbitro electoral respete la decisión de los votantes.
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