Claudia Rodríguez
No es difícil ver y señalar quienes de los candidatos a la Presidencia se sienten cómodos en el rol que desempeñan y a veces hasta actúan, y a quien en definitiva, le está costando demás desempeñar ese papel.
De todos los postulantes presidenciales registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para la ya muy próximo elección del primer domingo de julio; el único que nunca ha competido por un puesto de elección popular, es el servidor del poder a veces panista y otras peñista, disfrazado de ciudadano, José Antonio Meade.
Al candidato de Peña Nieto para sucederlo, no se le ve cómodo empapándose de pueblo. Ni siquiera el disfraz que le han impuesto lo hace sentirse en ambiente; Meade se siente cómodo vistiendo trajes, camisas, corbatas y hasta calcetines como las que acostumbran sus pares y que llegan a comprarse sólo en dólares y comprando y comiendo y viajando lo más relajado que su paso por la alta burocracia le permite $$$$.
¿Recuerda usted el escándalo de la Casa Bijan y Peña Nieto como gobernador del Estado de México? En Casa Bijan, unos calcetines pueden llegar a costar hasta más de 700 dólares, ya ni qué decir de los precios estratosféricos de las otras prendas de vestir con números de miles y miles de dólares, que al considerar a Peña como cliente frecuente, la Oficina de Comunicación Social mexiquense tuvo que advertir que Peña Nieto sólo era amigo del dueño de la tienda en cuestión y por eso la atención.
Es José Antonio Meade un tecnócrata y quien hasta ahora ha ocupado más secretarías en toda la historia del país: en la Administración de Felipe Calderón estuvo al frente de la Secretaría de Energía y de Hacienda y Crédito Público, y ya en este gobierno priista ha ocupado la Secretaria de Relaciones Exteriores, la de Desarrollo Social y de nuevo Hacienda.
No es imposible tampoco encontrar la magia de venderse como producto a ser elegido, pero a Meade le está costando mucho trabajo, hasta ahora se mueve y muestra fingido tropezándose en sus ideas.
Esto es aún más peligroso para la limpieza electoral de los próximos comicios federales, porque la maquinaria priista estará a todo lo que da para intentar conseguir los poco más de 20 millones de sufragios que se han puesto como meta conseguir para la elección presidencial.
Un mal producto, una maquinaria de trampa y corrupción aceitada pueden violentar el voto. Tienen la fórmula.
Acta Divina… José Antonio Meade va por 20 millones de votos: Aurelio Nuño coordinador de precampaña del aspirante de la coalición Todos por México, José Antonio Meade.
Para advertir… Ya veremos si les sale la prospectiva y de dónde salen los votos.
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