Joel Hernández Santiago
Como en una telenovela, en cuya trama predominan las intrigas, las ofensas bajo la mesa, las agresiones soterradas, las verdades a medias y las preguntas sin respuesta, así vive México su política electoral cuando faltan apenas unas semanas para iniciar las campañas de manera formal, aunque estas ya están más que a partir de turrón desde meses antes.
En todo caso la guerra está ahí; la guerra de acusaciones y la guerra de preguntas sin respuesta. Es el caso de Ricardo Anaya, el panista candidato presidencial de Por México al Frente –con Partido de la Revolución Mexicana (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
Esto es: durante meses y más meses y más meses se advirtió que por ahí había algo que merecía una respuesta del político queretano, eso de la presunta triangulación de movimientos para favorecerse en su hacienda personal y familiar…
Cuando el periódico El Universal publicó aquellas primeras noticias en las que se involucraba a este político en este tipo de asuntos, de inmediato, a su modo de dar un golpe contundente para someter al adversario, consiguió parar estas acusaciones, aunque nunca explicó la verdad o mentira de ellas…
Más tarde ha ocurrido una cascada de señalamientos, de acusaciones, de intrigas y, sobre todo, de preguntas sin respuesta. Ricardo Anaya insiste en que todo esto es una estrategia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para desmontarlo en sus aspiraciones presidenciales; y los acusa y les exige seriedad y que paren en sus andanadas informativas en su contra: pero no da respuesta a los planteamientos centrales…
El 25 de febrero acudió a las instalaciones de la PGR en la Ciudad de México, para entregar un documento en el que solicita información ‘para saber si están investigando a Ricardo Anaya por la venta de una nave industrial al empresario Manuel Barreiro, acusado de lavado de dinero’.
Ahí el fiscal Mauro Rodríguez, de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SEIDO), le convoca en dos ocasiones a que rindiera declaración, Anaya dijo no, y pidió que sólo le recibieran el documento.
En todo caso, lo bueno en esto es que se aclara de una vez y por todas si el señor Ricardo Anaya cometió o no el delito del que se le señala. Lo malo es que las instituciones de gobierno, por la que pagamos todos los mexicanos, para que cuiden nuestros fueros y privilegios, derechos y libertades, se pongan a disposición de lo electoral y eso es un riesgo grave para la democracia que, en nuestro caso aun no termina por consolidarse y peor será con lo que vemos por estos días.
Será conveniente que el señor Ricardo Anaya aclare con pruebas que lo que se acusa no es verdad; de otra manera tendrá que dejar la candidatura del Frente para atender los efectos legales que procedan.
A José Antonio Meade le llueven señalamientos de que como burócrata de altísimo nivel, como fue la Secretaría de Hacienda, debió conocer los desvíos y corruptelas que cometían gobernadores de estados del país que ahora están en capilla, y a quienes se acusa de enriquecimiento ilícito, de abuso de poder y otras lindezas propias de muchos políticos en gobierno.
También se le señala como co-partícipe de los incrementos al precio de la gasolina que tienen un evidente sentido recaudatorio en un país cuya economía fue mal manejada y ahora en crisis.
Y de nueva cuenta. Al preguntársele de ¿por qué si tuvo a la mano la información de los gobernadores mal averiguados no actuó en consecuencia? No hay respuesta, como tampoco la hay respecto a los incrementos al precio del combustible, como cuando se lo preguntó de forma enfática Denise Maerker: No hubo respuestas, si evasivas.
A Andrés Manuel López Obrador se le pregunta la razón de la inclusión en las filas de Morena, y en posiciones de privilegio, de personajes de cuyo pasado “se pregunta todo, que cómo fue”… Pues nada, que sale a la defensa y, como es el caso de Napoleón Gómez Urrutia, dice que lo que está haciendo es un acto de justicia. Bueno.
Y en adelante, AMLO no da respuestas concretas. Si evasivas del tono defensivo y, acaso hasta arrogante, en su posición privilegiada de primer lugar en preferencias electorales. ¿Los Morenistas están contentos con la imposición de personajes surgidos de las cavernas para ocupar puestos en el Senado, en la Cámara de Diputados y en gobierno si él el electo presidente de México?… ¿Y los sobres cerrados de lo que costaron los 2os. Pisos del periférico y que fueron privatizados?
Así que todo es preguntar. Y así es que por parte de ellos nada es contestar. Y así el panorama de lo que es el peor momento de la democracia no consolidada en un país que quiere ser democrático, pero cuyos políticos no entienden razones andando en la borrachera del poder.