Jorge Miguel Ramírez Pérez
Un buen amigo Pepe Lobato me llamó en la semana, para recordarme los inicios de los amarres de Enrique Peña con López Obrador a propósito de lo que está ocurriendo sobre los ataques a Ricardo Anaya y el beneficio que obtiene el de Morena sin mancharse las manos, porque es el PRI y Meade su candidato, los que cargan con el desprestigio de un trabajo sucio, malo y gandalla.
Me recordó los prolegómenos de los acuerdos entre el PRI de Peña hace siete años y el jefe de lo que hoy se conoce como Morena, Obrador; es decir, los antecedentes de la alianza cupular que se conoce como: el PRI- MOR un amasiato que ha sido secreto para los que no lo quieren ver de esa manera. pero que a pesar que tiene ya varios años en plena operación, su éxito para beneficio del poder, radica en que es clandestino; porque siempre el ilícito entrañable, se mantiene opaco y sobre rieles paralelos que nunca se cruzan, pero que van a la par.
Transcribo el mensaje de mi amigo:
“Cuando el proyecto del entonces Gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República tenía importantes avances, había que consolidarlo dejando un sucesor de su propio Partido. Encabezaban las preferencias Alfredo del Mazo Maza y Eruviel Ávila, éste último era la segunda vez que manifestaba sus aspiraciones quedando sembrado en el camino por el propio Peña Nieto. Se corría la fuerte versión de que el finalista sería Del Mazo por la cercanía familiar con el entonces Gobernador. Se vislumbraba un espíritu de rebeldía en Eruviel que los integrantes del Frente Amplio Popular (PRD, PT y Convergencia) preparaban la invitación para hacerlo su candidato y con eso derrotar al PRI y hacer caer el proyecto peñista. Un ingrediente adicional formó sorpresivamente el escenario, el PAN se sumaría a la candidatura de Eruviel, que contrariedad.
“Entonces interviene un personaje protagónico y controversial, Andrés Manuel López Obrador, quien realiza una gira por el Estado de México manifestando su desacuerdo con la alianza izquierdista con lo que llamó la derecha ultraconservadora del PAN, impulsando la candidatura de su incondicional Alejandro Encinas, solo con el PRD, reventando con esto la posibilidad de propinarle una estrepitosa derrota al tricolor, sería casualidad ,pero automáticamente con esta decisión López Obrador abonó favorablemente a los planes del mexiquense. La cereza del pastel fué que el PRI finalmente postuló a Eruviel eliminando cualquier posibilidad de fragmentación del proyecto priista, obteniendo con resultados electorales bastante exitosos iniciando con ello la recta final triunfante de Pena Nieto. Ya en la campaña por la Presidencia, AMLO jugó otro importante papel: mandar a Josefina Vázquez Mota candidata del PAN al tercer lugar, quedando él en segundo lugar, a diferencia de 6 años antes donde paralizó a la Ciudad de México, reclamando n aparente fraude electoral por parte del PAN dados los cerrados resultados electorales, en el caso del triunfo de EPN no reclamó por la diferencia de votos, sino por un escandaloso dispendio económico por parte del PRI que hizo la diferencia del triunfo, pero ahí quedó todo. Poco más de un año después el entonces IFE otorga el registro a Morena sin mayores objeciones. Habrá Alianza fáctica entre Peña Nieto y AMLO?”
Es cierto, que fue López Obrador el que hizo el trabajo sucio en las dos últimas elecciones en el Estado de México; en la primera tronó la alianza del PAN con el PRD, traicionando los acuerdos. Para eso primero designó con todo el método del dedazo, a la señora Yeicol, como candidata a quien puso como un adobe “pa´tapar el hueco” mientras lograba se sumara a la traición Encinas.
Fue cuando tuvo que salir López Obrador del PRD que dejó fragmentado.
Pero no se quedó Obrador sin cobijo, porque el Partido del Trabajo, el PT de Alberto Anaya le dio entrada por órdenes del verdadero propietario, de esa agrupación de “línea de masas”, nada más y nada menos que Raúl Salinas de Gortari.
Peña cumplió y pagó la maniobra. Le dio órdenes al INE, y le regalaron a Obrador MORENA, sin ninguna objeción, ni dilación: López Obrador se convirtió en protegido de Peña.
Así de fácil.
Chéquelo por favor. Para que vea que Obrador lleva rato haciéndole de patiño con Peña.
Por eso saben los consejeros del INE que tienen que estorbar los debates, que son la sepultura de Obrador, porque les consta que como en la Universidad, Obrador pasó con boletazo, sin exámenes.