Francisco Gómez Maza
• Fusiles contra indocumentados
• Mediocre, la respuesta de Peña
De idiota califica el editorialista de The New York Times la decisión de Trump de destacar tropas a lo largo de la frontera con México para detener las migraciones, un plan no sólo sin fundamento legal sino carente de toda lógica política, aunque es imposible esperar algo creativo de una mente enferma como la del multimillonario que, con el apoyo de los republicanos ultraconservadores, se les coló a los electores y se constituyó en presidente, muy amado por cierto de la nomenclatura peñista que ahora está bebiendo agua de su propio chocolate. Trump lo trata como trapo de cocina.
Tibio, muy tibio, se ha vista el gobierno de Peña en reaccionar ante la exabrupta decisión del presidente Trump. Dónde estaba el canciller Luis Videgaray un poco antes de que fueran desplegadas las tropas estadounidenses en la frontera mexicana. ¿Acaso paseaba en los patios de la Casa Blanca con su amiguito Jared Kushner, el influyente yerno del enajenado presidente? Y el debilucho candidato del PRI, el ciudadano Midi, más priista que el PRI, abrogándose el derecho de llamar a los candidatos de la oposición a hacer un frente común contra la decisión del mandatario estadounidense. Quién es Midi para hacer tal llamado. Si acaso el candidato que va en tercer lugar con todo el apoyo del aparato del Estado, porque el Estado es, por el momento, de Peña Nieto. O por el momento, el Estado es él.
Lo único que se le vio hacer al canciller fue difundir una declaración en el sentido de que México solicitaba a Estados Unidos que clarificara el anuncio de Trump sobre el uso del Ejército en la frontera común. A través de Twitter, el secretario de Relaciones Exteriores sostuvo que el gobierno de México definiría su postura en función de dicha clarificación. “Y siempre en defensa de nuestra soberanía e interés nacional”. Pero ni caso le hizo el gobierno del norte y sin dar ninguna explicación a Videgaray, y menos a Peña Nieto, por lo menos en público, concretó la decisión de militarizar la frontera, decisión que muchos mexicanos consideran como una agresión.
Trump se jactó de que las autoridades mexicanas hubieran disuelto (quien sabe quién le dio esa falsa noticia) una caravana de más o menos un millar de hondureños que entró a territorio mexicano para hacerse ver por los medios y hacer conciencia de la situación en la que viven y caminan los migrantes). Según la imaginación de Trump, las autoridades mexicanas actuaron debido a sus amenazas de cancelar el tratado de libre comercio TLCAN.
El editorialista del NYT afirma textualmente: El presidente estadounidense, Donald Trump, escaló su descarga verbal contra los migrantes, esta semana, al anunciar un plan idiota para desplegar a tropas a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México. Tal acción tiene, si acaso, un fundamento legal tenue y ninguna razón lógica, y resultará en gastos de fondos públicos que sería mejor destinar a otros temas.
Trump, desde hace mucho tiempo ha atizado los temores xenófobos de sus simpatizantes y base política hacia cualquier recién llegado. Antes de las elecciones de medio mandato de este noviembre parece estar desesperado por encontrar maneras de compensar sus fracasos para cumplir la promesa de construir un muro “grande y hermoso” en la frontera sur que México supuestamente pagaría.
El domingo, Trump lanzó una nueva ronda de tuits confusos con aseveraciones engañosas sobre migrantes indocumentados. El presidente estadounidense tuiteó sobre la “gran caravana de personas de Honduras que viene por México hacia nuestra frontera, una sugerencia de que se acercaban hordas centroamericanas para aprovecharse del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). “Hay que pasar leyes duras y construir el MURO”, dijo en otro tuit. “¡Los demócratas permiten fronteras abiertas, drogas y crimen!”.
Es deber de un presidente defender al país y ya hay precedentes para poner a tropas en la frontera. Pero la acción de Trump, recuerda el editorialista del Times, no está basada en la realidad migratoria de los últimos años. La cantidad de personas detenidas en la frontera se desplomó de más de 1.6 millones en 2000 a 310 mil, el año pasado, el nivel más bajo desde 1971. Y las causas principales de la caída de la migración son un menor crecimiento poblacional, mejores oportunidades económicas en México y una seguridad fronteriza fortalecida en Estados Unidos, resultado de una inversión en miles de guardias, barreras físicas y tecnología.
El editorialista concluye que, como muchas de las decisiones del presidente, la de poner tropas en la frontera parece impulsiva, rencorosa y motivada por cuestiones políticas. Trump se siente acorralado por sus simpatizantes que creían en su promesa de construir un muro pagado por México. Y este país no solo se ha rehusado a financiar este disparate, sino que el Congreso de Estados Unidos también le puso freno al aprobar 1600 millones de dólares en un proyecto presupuestario reciente en vez de los 25.000 millones que pedía Trump