El último día en que Marcelo Ebrard fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, se ufanó en advertir frente a micrófonos, cámaras de televisión, grabadoras, plumas y lápices; que tras seis años bajo su administración, su legado para la Ciudad de México se advierte en “la confianza en sí misma” y en que “dejó de ser el patito feo”.
Y así, con esta premisa tan alta fue que Ebrard entregó la estafeta a su sucesor, Miguel Ángel Mancera, a quien por cierto en esas mismas horas finales de gobierno le advirtió: “Ahora continúa una nueva etapa para la que uno debe estar preparado desde el primer día que tomes protesta”.
Y aunque Mancera no ha perdido el carisma y voluntad de trabajo –y tal vez sólo eso–, que lo llevaron a la jefatura de Gobierno de la ciudad capital, es un hecho que su gestión en apenas dos meses no ha logrado que el legado de Ebrard, así manifestado por él, sea patente.
Sin tomar protesta aún, ya Mancera hacía frente a los reclamos por detenciones arbitrarias, violentas y hasta ilegales a distintas personas –sobre todo jóvenes–, por los disturbios en razón de la toma de protesta del presidente Enrique Peña Nieto el primero de diciembre.
Luego se hizo patente una ola de violencia en la ciudad que ahora gobierna Mancera, al grado que en menos de 72 horas se registraron más de una docena de muertes.
Otro asunto que ha dejado ya en entredicho al gobierno de Mancera, es el haber acusado de manera automática a 25 canes merodeadores de Iztapalapa como autores del ataque y crimen de algunos vecinos del lugar. Hasta al momento ni los peritajes que avalan esa versión, ni las tantas “charlas” con distintos medios de comunicación, han logrado implantar con asertividad, lo que para muchos fue un abuso justiciero, más que un acto de justicia.
Pareciera que “el patito feo” que a muchos hizo creer Ebrard había muerto, al grado de obtener el galardón como el mejor alcalde del mundo entregado por la fundación internacional City Mayors, en realidad sólo fue anestesiado.
Mancera enfrenta serios problemas desde el interior del partido que lo postuló sobre todo en materia de nuevos impuestos para el D.F. y desde otras ideologías políticas en la gestión de gobierno. Espero que el jefe capitalino ya haya caído en la cuenta de que gobernar la ciudad no era cuestión de make up, sino de cirugía profunda y riesgosa.
Ahora la ciudad de avance, recibe una nueva categoría sufrida desde hace años por capitalinos y visitantes de diario o en lapsos breves: El DF, la ciudad con mayor caos vial en el mundo.
Quizá el origen del reto de Mancera, es que Ebrard nunca entendió que se enfrentaba a un monstruo, y no a un animalito hasta cierto punto domesticable.
Acta Divina… Marcelo Ebrard afirma que gobernará México a partir del 2018, es su meta. Entre tanto, se desempeña como presidente del Consejo Mundial de Alcaldes sobre el Cambio Climático.
Para advertir… ¿Se preguntará Marcelo Ebrard si habrá dejado en buenas manos su obra, misma que piensa usar como catapulta a la Presidencia?
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pues si y solo se le ocurre mas burocracia. el cuauh, el porfi, el cientifico, municipios, presidentes municipales, cabildos, etc. muchos burros y de donde saldran los olotes.? quiere city manager, a lo mejor no puede manejar al patito.
/ No he visto el documental, solo he leeddo notas peoridedsticas y la sinopsis del mismo, indiscutiblemente que los maestros somos responsables de esta cate1strofe, pero no somos los fanicos, son innumerables los factores que inciden en este penoso fenf3meno, algunos de orden pedagf3gico, socioeconf3mico, moral, etc., sin embargo creo que el gran peso cae sobre el e1mbito poledtico, que tiene secuestrado el desarrollo social de este paeds, la lucha por el poder cobra su factura en la baja calidad educativa, en la creciente inseguridad y el el desencanto social.