Después de ver todos los fracasos que ha tenido José Antonio Meade en su “estrategia” para bajar a Andrés Manuel López Obrador de las preferencias electorales, la pregunta que sale a la luz es: el candidato oficial tiene ¿un cuarto de guerra o un cuarto de paz y tolerancia? ¿War room or war of pace or tolerance?
No es posible que la señorita Vannesa Rubio esté dirigiendo las estrategias en contra del puntero, cuando existen personajes dentro del priismo que se las gastan en serio en se tema, que podrían hacer más por su candidato, pero que no los toman en cuenta, pareciera que Enrique Peña Nieto ya dejó morir sólo a Meade, tal como lo hizo Ernesto Zedillo Ponce de León, con Francisco Labastida Ochoa.
El caso se parece mucho al del 2000, cuando a pesar de la sana distancia de la que habló Zedillo, desde
Los Pinos salió el dedazo para Labastida Ochoa, para un tecnócrata que entonces ocupaba el cargo de Secretario de Gobernación fuera el abanderado priista en aquella elección que perdió el PRI, por primera vez en70 años de hegemonía tricolor. Y también desde Los Pinos se cerraron todos los conductos de financiamiento para la campaña del sinaloense.
Hoy Peña Nieto no muestra preocupación porque el candidato de su partido al que él ungió, permanezca anclado en tercer lugar en casi todas las encuestas rumbo a las elecciones del mes de julio, todo hace suponer que el mexiquense le importa más salvar su pellejo que asegurar la permanencia de su partido en la Presidencia de la República.
No se puede explicar que después de casi cuatro meses en que se definió cuáles serían los principales aspirantes a la Presidencia de la República desde el cuarto de guerra o de paz y tolerancia sigan saliendo mensajes que no le hacen ni cosquillas al puntero en la contienda.
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Alguien le debe recomendar al jefe de Gobierno, con licencia de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera, Mancerita que se de sus vueltas por la Basílica de Guadalupe para pedirle a la Morenita del Tepeyac que no gane Claudia Sheinbaum porque, si la ,morena gana, le irá como en feria, sobre todo a sus más allegados como es el caso de uno de los hermanos Cerna, los cercanos que hicieron y siguen haciendo lo que quieren en la administración capitalina…José Antonio Meade debe explicar que es eso de 7 por 7 porque a los ciudadanos de a píe no les quedó muy claro, aunque según mis cálculos son ¡49!. Por cierto me escriben de Ciudad Madero, Tamaulipas para que le recomiende al candidato ciudadano que se dé una vuelta por las famosas “Las Glorias de Baco” o “Chetos bar”, allí elaboran bebidas preparadas que son auténticas levanta muertos, ¿a ver si así puede?…Cuando menos un acierto han tenido los estrategas de José Antonio, ya le taparon la boca a la “Vitola”, quien no salía de sus mismos rollos ´para atacar a López, como le llama. Ya no hay entrevistas ni tampoco se presenta en debates, ahora ese papel lo tiene el vocero-sicario, Javier Lozano.
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