Joel Hernández Santiago
El sábado 14 de abril llegó a Puerto Escondido José Antonio Meade Kuribreña. Fue para realizar un mitin de adhesiones a su causa política entre la población de esta parte de la costa oaxaqueña.
Según los organizadores del evento, todo estaba bajo control desde que el candidato de la coalición Todos por México (PRI-PVEM-PANAL) llegó al aeropuerto internacional de este puerto.
… Un día antes habían hecho recorridos y ajustes a la logística para llevar a Meade a su gran evento en la explanada del Palacio de la Agencia Municipal. Se habilitó el lugar para recibir a unas diez mil personas provenientes de distintos municipios, aunque llegaron unas 3 mil quinientas.
Y sí, todo bien para que ‘Pepe Meade’ se encontrara con líderes priistas de la región. A las 11 de la mañana comenzó su caminata rodeado de sus seguidores y siguió por la calle Tercera Norte, pero antes de llegar a la Cuarta tuvo que detener el paso y desviarse de su ruta porque adelante estaba un contingente de la Sección 22 de la CNTE para impedirle el paso…
Y aun cuando se desvió el contingente, los integrantes de la 22 se movieron hacia el lugar en donde habría de acudir. Pero en su intento fueron detenidos por gente del municipio de San Pedro Mixtepec, cuyo edil es el muy mal averiguado Fredy Gil Pineda Gopar (PRI). Para entonces ya había comenzado el mitin y Meade hablaba. Lo hizo tan sólo quince minutos.
Porque en las calles adyacentes ocurrió un enfrentamiento entre maestros de la sección 22 y la gente de Pineda Gopar.
Desde un principio la sección 22 quería expresar su repudio a Meade no sólo por ser el candidato de Todos por México, sino para reprochar la reforma educativa y la evaluación magisterial.
“¡México ya despertó! ¡Repudiamos tu presencia!” “¡Votar por Meade es traición a la patria!” Se leía en las pancartas que llevaba la Sección 22.
Piedras, palos, garrotes, botellas y aun balazos fueron lanzados en aquel momento. Golpes de unos a otros. Un menor de edad fue lesionado sin gravedad, un reportero fue agredido y le quitaron su equipo de trabajo.
La sección 22 de la CNTE ya es una fuerza política violenta. Así lo demuestra con actos en los que toma posición respecto de candidatos o partidos políticos; así lo demuestra cuando intenta sabotear eventos en los que habrá de presentarse gente que no es del partido al que entregaron su adhesión en marzo de este mismo año, como fue su compromiso con Andrés Manuel López Obrador-Morena.
Pero es muy difícil de creer que, como dice Meade, Andrés Manuel López Obrador esté detrás de esta agresión. No está en su talante este tipo de formas de hacer política, sobre todo en esta etapa de su cristianismo y acercamiento…
Pero sí está en el talante de la siempre voraz Sección 22-CNTE que a lo largo de años ha demostrado esta misma actitud, no sólo como ocurrió en este caso el sábado anterior, como sí en su permanente agresión a los oaxaqueños con actos de violencia, con bloqueos y manifestaciones que tienen el único sentido de mostrar su fuerza, su músculo, su poder, frente a un gobierno débil como es el de Oaxaca…
Y confronta a una sociedad oaxaqueña que termina, ya, por repudiarlos porque han sido años-años-años de agravio sin control de gobierno de ninguna especie y perjuicio a la educación de los niños de Oaxaca.
No se trata de defender la causa de Meade y su candidatura y mucho menos a grupos de choque como el de Pineda Gopar. Cada uno sabe su responsabilidad y Meade sabrá hacerlo desde su muy débil tercer lugar lejano. Pero sí se trata de ver que con hechos como el ocurrido el sábado 14, la S22-CNTE le hace un muy flaco favor a AMLO-Morena con actitudes como ésta y que podrían repetirse en un territorio que consideran su bastión: Oaxaca.
Mientras que Meade aprovecha para acusar a AMLO de estar detrás de esta agresión, AMLO-Morena se ha deslindado de los hechos. Si importa saber bien a bien quién tuvo la culpa de esa agresión violencia que pudo propiciar alguna tragedia, como también importa saber que habrá castigo legal para los responsables.
Pero sobre todo importa que estos hechos no ocurran, en especial cuando la situación en el país es de alta tensión electoral, que quiere decir, alta tensión nerviosa y que, por lo mismo, podría ser utilizada por gente interesada en desestabilizar no sólo el proceso electoral sino al país mismo.
El gobierno del estado de Oaxaca tiene responsabilidad en todo ello porque garantizar que las elecciones ocurran en condiciones de seguridad y libertad es su obligación. Y lo que vimos en Puerto Escondido debe advertirles de lo que puede ocurrir en los meses siguientes…
Esto, por supuesto, no significa que el gobierno enfile un modelo de represión a la libertad de expresión, pero sí es suyo garantizar que no ocurran hechos de vida o muerte, y eso a nadie le conviene, y mucho menos al gobierno estatal, a los gobiernos estatales y municipales, como a la Federación misma.
La alerta ya llegó desde Puerto Escondido, en Oaxaca.