A México y al mundo lo han “gobernado” enfermos. Véase si no cuando las últimas revelaciones sobre las padecimientos congénitos de los Borbones remite a recordar lo que siempre sostuvo André Malraux sobre las grandes tragedias causadas por la condición humana: siempre son producto de pequeñas debilidades, dolencias, desamores, rivalidades insulsas, minucias del carácter, arrebatos, incongruencias, miedos y odios.
El fenómeno de la fimosis, un pequeño adefesio en el prepucio alargado que causa dolores irreprimibles, producto de defectos congénitos que nunca pudieron atenderse por atavismos religiosos en contra de la saludable práctica judía de la circuncisión, llevaron a los borbones a enfrentamientos ridículos y obsesivos que causaron tragedias mundiales.
Luis XVI, el rey decapitado por la Revolución Francesa, Borbón afectado por la fimosis, no pudo, merced a sus dolores íntimos, concretar el matrimonio con la pelirroja María Antonieta, acusada de vagina estrecha, sino hasta siete años después de celebrada la alianza franco austríaca. Tuvieron descendencia, sí, pero no se supo de quién sospecharon.
Aunque los Borbones españoles han tenido lo suyo, que el gran poeta Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano se dedicaron a relatar en el clásico Los borbones en pelotas –editado hace poco en Madrid después de dormir el sueño de los justos más de un siglo– también los dictadores ibéricos lo han padecido.
Se atribuye a la fimosis el hecho de que Francisco Franco sólo haya tenido una hija bajo el techo del tálamo dictatorial. Una sola relación, afirman autores sesudos, como la escritora Pilar Eyre. Así como muchos le atribuyen las debilidades del dictador gallego por José Millán-Astray y José Antonio Primo de Rivera…
… de quien quiso yacer, después de muerto, en la confluencia de la estatua de La Cibeles, rogando que el paseo de La Castellana llevara el nombre del Generalísimo, para empatar con La Gran Vía, con el nuevo nombre de calle de José Antonio. Igual que el recuerdo de la estatua al golpista en el cementerio de El Valle de los Caídos.
En todas las dinastías hay problemas. En Rusia, la leucemia del zar
Y es que las dolencias y los atavismos pertenecen a la misma familia: son condiciones humanas que a veces cuestan reinos. Producen apegos difíciles de solventar, como aquél que causó la primera esposa del matador mexicano Alfonso Gaona, la valiente actriz Carmen Ruiz Moragas, al infeliz rey depuesto Alfonso XIII, también Borbón, padrino de boda del ruin Francisco Franco.
En todas las dinastías hay problemas, desde la leucemia congénita aprovechada por Rasputín para sentar sus reales entre los Romanov, hasta reales monstruosidades derivadas de conductas amorfas a las que sucumben maniáticos empoderados que jamás merecieron un trono… o una silla presidencial, que para el caso es lo mismo.
Las condiciones humanas y las tragedias que las suceden, provienen de las mismas causas, en la infinita mayoría de los casos estudiados. No puede ser de otra forma, opinan quienes son unos expertos en el tema, un asunto que siempre convoca a la reflexión y al azoro.
Avaricia desmedida e incontrolable, la necesidad de querer más y más
Entre los mexicanos la enfermedad de la cromatomania, reconocida en todos los ámbitos académicos, produce una obsesión enfermiza por el dinero que raya en lo patológico. El culto al dinero es una característica básica de los mediocres empoderados por la droga que los embriaga y los dispara.
La avaricia desmedida e incontrolable, la necesidad de querer más y la correspondiente insatisfacción son algunos de los rasgos más representativos de las personas que sufren la crematomania, una obsesión que de no ser tratada provoca la reclusión, la soledad e incluso la muerte. Máxime si esa acumulación se hace sobre los bienes ajenos y los patrimonios públicos.
Las 33 señales descubiertas por la terapeuta colombiana Karen Lagenbeck han caído como anillo al dedo para identificar a los sujetos atrapados por ésta obsesión ingobernable. Vale la pena echarse un pequeño clavado en algunas de ellas:
El dinero que ganas no es suficiente porque siempre hace falta conseguir algo más… tus gastos son superiores… cuando no tienes dinero se afectan tu apetito, sueño, salud y estado de ánimo… necesitas revisar a diario la cantidad de dinero que posees…
…piensas en dinero la mayor parte del tiempo… piensas que eso significa la felicidad… te quejas porque nunca tienes cash a pesar de no necesitarlo… creciste en un ambiente con estrato socioeconómico superior al de tu familia… has pedido prestado en nombre de los demás para cubrir gastos excesivos que no puedes devolver…
…la vida que has construido siempre te ha parecido insuficiente, porque no has logrado superar a los multimillonarios… tiendes a regalar cosas costosas en lugar de afecto… no realizas actividades que no te generen beneficios económicos personales… sospechas que muchos se acercan a ti por tu capacidad adquisitiva…
…admiras y envidias la vida de los millonarios… apruebas o desapruebas a las personas según su apariencia financiera… en la mayoría de las ocasiones calmas la angustia realizando compras… la vida que tienes no te llena aunque has logrado lo que te has propuesto… has hecho algo de lo que te has arrepentido, con tal de ganar dinero.
Enfermedad real, omnipresente en el toluquismo y en sus favoritos
Y podrían enlistarse más, como el hecho de complicitarse con los asesinos para acumular las ganancias del trasiego… rematar la Patria para tu confort… asesinar a mansalva para acallar voces independientes que fustigan tus procederes… meter las sucias manos para secar la economía del país en el que vives y donde morarán tus hijos.
Empobrecer al país… causar hambrunas… destruir toda existencia por la maldita obsesión compulsiva de acumular, aunque el mundo conocido se acabe, son algunas de las compulsiones enfermizas que hemos sufrido los mexicanos en las manos de quienes no quieren tratarse, sólo continuar robando, reprimiendo y matando.
Pero es y ha sido la marca de su condición humana. Bueno, esto último es un decir, debemos llamarla de algún modo, aunque sobren los epítetos para desenmascararla. Una enfermedad real, todo abarcante y omnipresente en el toluquismo y en sus favoritos.
Probablemente terminarán sus vidas con el síndrome de Diógenes
Aunque como van las cosas, de seguir así el país un rato más, la crematomania, obsesión por acumular dinero, puede transformarse en el conocido síndrome de Diógenes, cuyo desenlace es que el enfermo fallezca rodeado de todas las basuras y cosas inservibles que ha acumulado en su desenfrenada vida.
Las bartolinas que merecen van a estar rodeadas de un páramo insufrible de tierra arrasada, necesidades y miserias, las mismas que en su carrera obsesiva provocaron.
Tenía razón la abuela: a los locos siempre hay que tratarlos como locos.
¿O usted, querido lector, quiere seguir gobernado por estos enfermos ingobernables?
Índice Flamígero: Vicente Fox es otro paciente afectado por la cromatomania. De la pobreza en la que vivía hasta antes de ser candidato a la Presidencia, tras haber usado a los hijos de su esposa actual en cuanto “bisne” se podía aprovechando el poder, tras cobrarnos a los contribuyentes una pensión onerosa, ahora se desenvuelve en la holgura o más todavía que eso. Y todavía se enoja y jalonea cuando se le avisa que algunos de sus privilegios ya se van a acabar. + + + Todo indica que Genaro García Luna, financiero y estratega de la campaña de Margarita Zavala de Calderón, ya está operando en contra de Peña Nieto y de su lastimoso gabinete de seguridad, muy en especial de quien lo coordinó hasta hace poco, Miguel Ángel Osorio Chong. ¿Será que ya se percataron los calderonistas que no son ellos sino Ricardo Anaya el Plan B de Los Pinos, toda vez que su candidato no’más no levanta? + + + Y Carlos Slim entró al quite. Más que defender el proyecto del NAICM, ayer defendió sus muchos negocios en esas 3 mil hectáreas o 30 millones de metros cuadrados, 3 mil manzanas de 100 por 100. ¿Se imagina todo lo que está proyectando hacer ahí este otro enfermo de cromatomania? + + + Desde ayer lunes 16 de abril, los programas de análisis, opinión e informativos de adn40 nos tienen reservada una sorpresa: nuevos horarios, coberturas y programas especiales se multiplican para no perder el mínimo detalle de la noticia. Desde ayer a Hannia Novel podremos sintonizarla en el horario de las 21 horas con su programa Es Noticia, seguida de la barra de opinión más plural de la televisión mexicana, donde todas las voces caben y que podrá sintonizar a partir de las 22:30 hrs.
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