Claudia Rodríguez
Cierto o no, como ríos corrieron las versiones antes del primer debate entre presidenciables de este domingo 22 de abril, respecto a que diversos personajes de la escena política del ayer y de actualidad, preparan en conjunto diversas acciones contra el candidato de Morena y de la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, quien por cierto se ubica en primer lugar de la preferencia de los electores.
Las nuevas versiones contra López Obrador, no tendrían explicación sino fueran más agresivas que las del desprestigio personal y las llamadas campañas del miedo y del odio ya conocidas y enunciadas hasta el cansancio, con la idea de repetir una y otra vez una mentira o situaciones sin comprobar para que el colectivo lo crea verdad.
Pero un ataque frontal y conjunto contra el puntero en la preferencia electoral según marcan las encuestas, seguro será burdo y aún más inverosímil por el simple hecho de que quienes ante la opinión pública se muestran como contrincantes ideológicos, en la práctica se revelan como la misma “mafia del poder” que no sólo López Obrador identifica.
El desvió de millones y millones de pesos del erario público desde diversas secretarías de Estado en la presente Administración, al no tener claridad en su paradero, llevan a pensar que de mil maneras se usan para frenar a López Obrador, y más cuando de forma casi inexplicable, primero el Instituto Nacional Electoral (INE) y luego el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), avalan las candidaturas de dos aspirantes a la presidencia aún con anomalías vergonzantes en la pesca de firmas ciudadanas, y que además son figuras con antecedentes partidistas hasta el tuétano; o bien, otro candidato independiente que en lugar de usar todos los recursos legales y con la posibilidad de que sus firmas apócrifas también fueran reconocidas, decide al final, apoyar al candidato José Antonio Meade, el elegido del presidente Enrique Peña Nieto.
Si al final dieran el paso vicioso y mafioso de coaligarse contra Andrés Manuel los restantes candidatos presidenciales, enarbolando por delante la unidad nacional y erigirse como salvadores de la Patria, aun con el sacrificio de proyectos desde personales hasta de partidos y de grupo de interés económico, no puede ser creíble que eso se traduzca en votos de facto a favor de Meade; quizá los seguros serían los del sufragios del llamado voto duro.
Quienes mayores riesgos corren al seguir con una campaña de odio y peligro en contra del candidato de “Todos haremos historia”, deben ser quienes las instrumentan, tratando de viciar por todo lo alto, la intención de voto de los mexicanos.
Acta Divina…Por la tarde del domingo del primer debate entre candidatos presidenciales de 2018, en tres puntos del Centro Histórico se colocaron grupos de personal con mantas y pancartas en contra del candidato Andrés Manuel López Obrador. En las mantas se podía leer “AMLO, la CDMX ya decidió: Te vas a La Chingada”, en referencia al rancho del tabasqueño.
Para advertir… El discurso soez, tiene firma. La mafia del poder
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