Claudia Rodríguez
El primer debate de los tres que en este proceso electoral de 2018 tendrán los candidatos a la Presidencia de la República, tiene ya infinidad de réplicas con la idea para algunos, de determinar quién de los cinco debatientes resultó ganador del ejercicio; aunque en realidad lo importante debería ser, el empezar a tener claridad y poder contrastar la visión y las propuestas de cada aspirante con el fin último de que el electorado, sobre todo quienes aún no han decidido su voto o bien están indecisos en la intención de sufragio, puedan tener más elementos para ejercer su derecho constitucional a votar, como lo marca el artículo 35 de nuestra Carta Magna.
Si Anaya es el que más gustó dicen algunos en su desempeño, está bien, pero siendo objetivos, eso no refleja una recordación de sus propuestas como base para tomar decisiones.
Del post debate van haciendo eco apenas unos temas tratados en el debate de origen que intentan mostrar a los contrincantes no aptos para la tarea de gobernar la nación. Entre esos tópicos, es de llamar la atención los tres departamentos que dice José Antonio Meade de la coalición “Todos por México”; posee en su patrimonio y no declaró en su 3de3 (fiscal, patrimonial y de interés), el candidato de Morena, inserta en la coalición “Juntos haremos historia”.
Ante este enjuiciamiento de Meade a López Obrador, este último le contestó que no los posee y que si los encuentra el primero, se los regala, aunque más bien donaría en caso de tener posesión sin vicio jurídico de los mismos.
La historia de los departamentos del candidato López Obrador ya ha tenido espacio en la escena pública, con lo que el candidato Meade muestra desinformación o muy mala leche.
En septiembre de 2016, el diario neoyorkino estadounidense de Wall Street Journal (WSJ), publicó que Andrés Manuel, en la mira por sus aspiraciones presidenciales en tercera ocasión, no había incluido en su declaración de bienes, dos departamentos a su nombre, entre otros señalamientos con la intención de ponerlo en entredicho. El informativo llegó incluso a señalar que López Obrador indicó que únicamente cobra un sueldo mensual de 50 mil pesos como presidente de Morena y que no posee cuentas bancarias.
Sin embargo, de manera dolosa, el diario estadounidense omitió que en dicha declaración sí se asentó que sólo se tiene una cuenta de banco para depósito de nómina y que todos sus bienes inmuebles fueron heredados a sus hijos; entre estos los dos departamentos contiguos –cada uno de 79 m2–, ubicados en un edificio de la delegación Coyoacán en la ahora Ciudad de México, mismos que adquirió el propio Andrés Manuel en el 2002, justo cuando se desempeñaba como jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Esto derivó en una demanda de López Obrador hacia el WSJ por daño moral ya que se explicaba que los inmuebles motivo de disputa, estaban en litigio sucesorio debido a que la madre de los hijos mayores de López Obrador había fallecido intestada.
Sin embargo, una vez que el de WSJ corrigió la información, el demandante decidió retirar la denuncia.
Sobre el tercer departamento que hace cuenta Meade pertenece a López Obrador, este era bien inmueble adquirido y luego vendido por Beatriz Gutiérrez Müeller, actual esposa del candidato de Morena.
Total, que Meade trata de hacer daño a su adversario más fuerte en las encuestas rumbo a la Presidencia contando una mentira que fue motivo de demanda civil y que a nadie impacta que hubiera sido poseedor de dos departamentos con extensión de 79 m2.
Acta Divina… “Ahí están, si va uno al Registro Público de la Propiedad están a su nombre (…) además quedé de rifarlos”, dice José Antonio Meade candidato de “Todos haremos historia” respecto a los departamentos que señala están a nombre del candidato presidencial; Andrés Manuel López Obrador.
Para advertir… Una mentira repetida al extremo puede para algunos ser verdad. Quizá hasta para el que ya se le explicó que no hay argumento sólido.
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