La renuncia del Papa Benedicto XVI, sorpresiva, imprevista.
La cuestión es el motivo. No pareciera enfermedad. El último caso de un Papa que renunció es de hace 600 años.
¿Qué sucedió? La jerarquía de la Iglesia avala la humildad, sabiduría, del ‘Santo Padre’ por su decisión.
Existe más trasfondo.
El mundo, hoy, exige liderazgo de la representación en el Vaticano. El radicalismo de otras creencias amerita fortaleza para difundir la moral, para equilibrar, dialogar, proteger la espiritualidad de los millones de católicos en el planeta.
Con intranquilidad miro a los candidatos a suplir a Benedicto, qué falta de pudor en África, en Latinoamérica, aquí, al Arzobispo Dole, el más mesurado en el contenido de la noticia, no asomó deseo de poder. Como buen anglosajón trae la piedra encerrada en el puño.
Ojala la ida del Papa sea veraz, por su edad, falta de energía, no a turbias manipulaciones de los secretos vaticanos.
No fue mi Papa favorito, sin embargo, es un buen operador, la tarea al lado de Juan Pablo II, fue sobresaliente, de ahí, la incógnita de su partida.
Las señales puntuales, de “condolencia”, de los presidentes, Obama y Peña Nieto, más enrarecen el suceso.
Aguantar más días para conocer la verdad.
De mi parte le deseo salud, paz, serenidad. Gracias por acompañarnos en tiempos difíciles.
Me encanto tu nota, lo que no entiendo es porque teniendo tanta capacidad y talento para esto, sigues escribiendo aqui. Que esperas para ser escuchado por mas gente
Ruben, tuve la fortuna de seguirte en siempre mujer durante casi dos años, me encantaba leerte. Por accidente te encontre en este website, mi pregunta es que haces escribiendo aqui?