Lilia Arellano.
“El desarrollo es el nuevo nombre de la paz”: Juan Pablo II
• Anarquía cambiaria
• Se desnudaron los de la “minoría rapaz”
• Prioridad: restablecer bienestar mexicano
• Estado fracturado, en trance de implosión
• Neoliberalismo creador de pobreza: CEEY
• Q. Roo: reconocen la valentía de F. Cortés
• Ayotzinapa, una sombra viviente para EPN
Ciudad de México, 9 de mayo de 2018.- Son tiempos los actuales en los cuales se requiere utilizar toda la capacidad de análisis a fin de marcar las diferencias entre la verdad y la mentira en cada una de las exposiciones de los candidatos a la Presidencia. El enfrentamiento con los empresarios cupulares -los muy pocos dueños de mucho y no todos como inversionistas auténticos sino como beneficiarios del gobierno a través de concesiones o bien haciendo gala de las dotes de coyotaje o ubicados como meros intermediarios- se ha diluido mostrando la gran farsa puesta en escena con el único fin de bajar de las preferencias al tabasqueño, no de crear un ambiente de desarrollo y bienestar para el país y los trabajadores.
Ahora tocó el turno a la paridad peso-dólar, la cual este miércoles cerró a la venta hasta 20.02 pesos por billete verde en algunas sucursales bancarias, y hasta a la situación actual en las negociaciones del TLCAN. López Obrador es el causante del derrumbe del peso y de lo empantanado de los diálogos, dicen. Nada más falso. No estaba Andrés Manuel en ese escenario cuando el peso ya estaba derrumbándose, eso ha sido cotidiano durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Tampoco es el culpable del discurso de DT y mucho menos del entreguismo y la incapacidad de llevar a cabo una política exterior digna mostrados por el aprendiz de canciller Luis Videgaray. Menos aún resulta responsable de los abusos existentes en el cambio de dólares a pesos producto de la falta de controles, de la anarquía reinante en muchos renglones en los cuales Hacienda y el gobierno federal optan por hacerse “de la vista gorda”.
En las tiendas en donde venden productos de importación, en las cadenas especializadas en la venta de perfumes y cosméticos, en los restaurantes, en los bares, en los casinos inclusive, reciben los dólares entre 14 y 16 pesos, cuando el tipo cambiario en los bancos es mucho mayor. De estos abusos ni quien lleve un solo registro y, cuando en la compra de algunas alhajas el precio está marcado en dólares, más vale se porten de los americanos porque de otra forma el cambio de euros o libras o dólares canadienses permite ganancias superiores a las del dólar-peso. Las tiendas departamentales de plano aceptan los dólares pero siempre y cuando se transformen en moneda mexicana. ¿Quién se ha preocupado de poner orden en este renglón? Nadie y no parece a este tipo de comercios les interese mucho llegue quien se decida a marcar directrices en estos y muchos otros renglones.
Existen áreas aparentemente sin importancia generadoras de utilidades paralelas y en total desorden. Esos líderes grupales, los firmantes en las Cámaras nada han hecho por enviar iniciativas a fin de regular, de marcar topes o señalar bajo cual o cuales esquemas debe darse el tipo cambiario en comercios. Lo inservible de estas agrupaciones se nota en este y en muchos otros renglones. Nada hacen por exigir a los bancos un compromiso con el desarrollo del país otorgando créditos con intereses aceptables para impulsar la industria, el comercio, la pequeña empresa. No tramitan un solo documento para sus agremiados ni les prestan la debida asesoría para cualquier trámite. En algunos muy honrosos casos cuentan con estudios para señalar a quienes desean invertir la competencia existentes a fin de que puedan tomar mejores determinaciones pero, hasta ahí. No han servido ni siquiera para impedir lo abusivo del costo de estacionamiento en las plazas comerciales.
“A otro perro con ese hueso”. De encontrarse muy indignados por los señalamientos recibidos, mucho más daño le han hecho con sus abusos tanto hacia los consumidores como a los trabajadores para resultar ahora los reivindicadores del país. México se mantiene por la determinación diaria de quienes levantan las cortinas de sus negocios, llegan a las oficinas a cumplir con sus tareas y ven crecer día con día y de manera honesta sus empresas, con quienes diseñan ropa, alhajas, elaboran artesanías para engrandecer a su patria en el extranjera, para darla a conocer desde los mejores ángulos y de entre ellos, por supuesto, la gastronomía. Esos grandes luchadores han sacado adelante a nuestro país y no el grupúsculo que cambia de piel cada sexenio y de chequera, por supuesto.
SE BUSCAN: SEGURIDAD Y BIENESTAR
Alcanzar la paz con justicia y dignidad, meta nacional incluida en el punto nueve de los 10 compromisos de Andrés Manuel López Obrador para solucionar la inseguridad y la violencia en México, junto con el objetivo fundamental de garantizar el bienestar social de la población a través del desarrollo económico, son sin duda los dos grandes retos de la próxima administración federal. El régimen de Enrique Peña Nieto deja un México sumido en la miseria, en donde siete de cada 10 mexicanos nacidos en familias de menores ingresos no logran salir de la pobreza a lo largo de su vida, mientras en el rubro de seguridad el panorama es realmente aterrador, con el agravante de estar ante un Estado fracturado con instituciones a punto de la implosión. Estos dos puntos explican por si solos el fracaso de las campañas de los candidatos presidenciales del PAN, Ricardo Anaya, y del PRI, José Antonio Meade, y anticipan una victoria amplia e inobjetable del abanderado de la coalición “Juntos Haremos Historia”.
La ineficiencia, la indolencia, la corrupción y la impunidad del régimen peñanietista expandió a partir de 2016 la ola de violencia en territorio mexicano, en donde se desarrolla una no declarada guerra civil entre el gobierno contra algunas organizaciones criminales, las cuales luchan entre sí para alcanzar la hegemonía en amplias regiones. Los únicos beneficiarios de esta conflagración son los millones de adictos estadounidenses, el gobierno de Estados Unidos, la industria armamentista de esa nación y el sistema financiero con sede en la economía más fuerte del mundo. En México todos perdemos y grave en verdad es que esta situación se tome en la opinión pública como normal, que no causen alerta los altos índices de homicidios, los feminicidios, los arteros ataques a periodistas, sacerdotes, políticos, candidatos en campaña y activistas defensores de derechos humanos. Pero eso no es todo, la actual gestión federal dejo prevaleciera la tortura, la desaparición forzada, las detenciones y ejecuciones arbitrarias, cuyos responsables son desgraciadamente integrantes del Estado mexicano.
Ese es el trasfondo de la elección presidencial de este año. No se ha privilegiado el debate, la reflexión o el planteamiento de ideas y propuestas para lograr un mejor futuro. Los poderes fácticos, no sólo la estructura gubernamental en manos del mexiquense, apuestan por la confrontación, la crispación, la animosidad y la polarización. Grupos bien identificados de la sociedad empujan la violencia política para mantener sus privilegios y canonjías. Las campañas políticas no se han convertido en ejercicios democráticos para encontrar vías de salida a los problemas que resiente la población mexicana, no sólo los sectores productivos y los gobiernos federal, estatales y municipales establecidos. La apuesta por mantener el status sólo lleva a callejones sin salida de más violencia, de intolerancia y de división, que a nadie convienen, no al menos en México. Los integrantes del gobierno federal actual sólo contemplan pasivamente la violencia, ejercen la corrupción y apuestan a alcanzar la impunidad absoluta.
Peña Nieto y su gabinete eludieron el compromiso institucional con la ética en la función pública, olvidaron el concepto de decencia, de responsabilidad, y dejaron de lado que el fin de la política es servir y no servirse de ella. El actual es, sin duda alguna, el peor gobierno de México en este siglo, porque de las infladas promesas del ex gobernador del Estado de México aspirante a la Primera Magistratura de la Nación se pasó a la simulación, al engaño, a la abierta corrupción y el insaciable despojo de la riqueza del país. La organización y la estructura de gobierno fueron operadas por una minoría de políticos y cúpulas partidistas quienes actuaron como servidumbre de los grandes acaparadores de la riqueza generada por todos los trabadores mexicanos y de sus recursos naturales, los cuales fueron privatizados a marchas aceleradas en las últimas legislaturas, por curuleros sin conciencia, sin preparación, sin cultura cívica, comprados con migajas. Y dicho proceso sigue en marcha, esto hizo al régimen del peñato uno de los más lamentables a nivel internacional.
El Estado de derecho en el país esta debilitado tal vez como nunca en su historia. Es visto como natural el incumplimiento o la aplicación discrecional de la ley. Las instituciones de la República son rebasadas, sus estrategias anuladas y su capacidad de control disminuida al limite. Resentimos en toda la extensión del término una implosión institucional, más grave tal vez que una explosión social porque ésta puede ser reprimida por los aparatos del Estado, pero aquella no tiene remedio, se requiere de toda una reingeniería institucional para hacer funcional nuevamente el aparato burocrático de México, la cual sólo puede llevar a cabo un nuevo gobierno, cercano y preocupado por el bienestar de su pueblo y no sólo de los bolsillos de sus integrantes y allegados.
De ahí resulte impostergable atender más que los efectos de la violencia sus causas e irse a lo estructural. Y para resolver el problema de las violaciones a los derechos humanos y la violencia en el país se requiere de un plan conjunto de acción, en el cual participe “la verdadera sociedad civil” y que parta también del encuentro permanente al que convocará el tabasqueño a partir del 1 de julio, con autoridades religiosas, representantes de Naciones Unidas y de defensores de derechos humanos.
NEOLIBERALISMO CONDENÓ A LA POBREZA A MEXICANOS
El reporte El México del 2018, Movilidad social para el bienestar, presentado el martes por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, confirma la imposición del neoliberalismo económico en México durante más de tres décadas, que abarcan cuatro gobiernos federales del PRI, desde Miguel de la Madrid hasta Enrique Peña Nieto, y dos del PAN, de Vicente Fox y Felipe Calderón, dejo como resultado un país con los niveles más altos de desigualdad del mundo. De acuerdo con las cifras oficiales, actualmente existen 53 millones de personas las cuáles representan 43 por ciento de la población, quienes viven en pobreza. Nada se ha avanzado en más de medio siglo, a pesar de contar todas las administraciones federales mencionadas con multimillonarios recursos presupuestales.
La movilidad social en México fue paralizada. Los mexicanos no tienen posibilidades de incrementar sus ingresos ni oportunidades de mejor educación, salud, empleo y pensión que sus padres –gracias en gran parte a las reformas estructurales aprobadas en las últimas dos administraciones federales- por lo tanto el país se está convirtiendo en una sociedad de mexicanos de primera, segunda, tercera y cuarta clases, desgraciadamente, señaló Roberto Vélez, director ejecutivo del CEEY. El marco normativo del país, construido por los curuleros federales de las últimas legislaturas, así como el sistema económico imperante impuesto por los organismos internacionales financieros en territorio mexicano, y operado por un selecto grupo de funcionarios educados en su mayoría en universidades privadas, principalmente extranjeras, aseguran que quienes nacen pobres se queden pobres y quienes nacen ricos se queden ricos.
El reporte del CEEY destaca: actualmente México no genera suficientes medios de movilidad social y tampoco de mejoría en el ingreso. De ahí que siete de cada 10 mexicanos que nacen en las familias de menores ingresos no logran salir de la pobreza a lo largo de su vida. En las últimas décadas el ingreso promedio de los hogares disminuyó en términos reales, es decir, perdió capacidad de poder de compra. El de los hogares más pobres disminuyó 20 por ciento entre 1992 y 2016; en el mismo periodo, el de las familias de estratos medios y altos lo hizo en 18 por ciento, en cada caso. Al actual ritmo de crecimiento de la economía el ingreso promedio de la población tardará 70 años o más en duplicarse, de acuerdo con ese estudio.
Contrastan la otra cara de la moneda: “entre los miembros de familias que están en la parte superior del ingreso la situación es la opuesta. Nueve de cada 10 mexicanos que nacen en familias que se ubican en la parte más alta del ingreso, asegura, nunca caerán al nivel intermedio y, de entre ellos, ocho nunca se ubicarán en un rango menor de ingresos al que tenían sus familias cuando nacieron. La posición social se transmite de padres a hijos con una frecuencia importante entre quienes se encuentran tanto en la base como en la parte más alta de la pirámide socioeconómica”, concluye ese informe que hace recordar la situación imperante durante el porfiriato, hace más de un siglo.
La movilidad social de México está entre las peores a nivel internacional. En Estados Unidos, cuatro de cada 10 personas que nacen en la parte más baja del ingreso se quedan ahí. En tanto, en países como Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega, que se caracterizan por la construcción de estados de bienestar con sistemas universales, la relación es de tres de cada 10.
De ahí que una de las primeras tareas del nuevo gobierno sea el restablecimiento en México del Estado del bienestar, es decir, la suscripción de un pacto social en el que se establezca un reparto más equitativo de los beneficios y de la riqueza entre toda la población con objeto de evitar el malestar o ira social que actualmente impera en prácticamente todo el país. El Estado debe retomar su capacidad para proporcionar protección y servicios a sus ciudadanos, como educación, universitaria gratuita o guarderías para los niños. Esto implica, por supuesto, el paso de una seguridad social sólo para algunos, a una seguridad social para todos los ciudadanos. Los derechos de seguridad social, es decir, las pensiones, la sanidad, el desempleo, junto a los servicios sociales, el derecho a la educación, la cultura y otros servicios públicos aplicados al conjunto de los ciudadanos y no sólo a los trabajadores.
Mucho tenemos que aprender de los países nórdicos.
ANDANZAS CARIBEÑAS
Agradecemos infinitamente el gran número de correos y mensajes recibidos felicitando a don Fernando Cortés, galardonado con la medalla al Mérito Ciudadano Othón P. Blanco, por la sinceridad y valentía con la cual expuso una realidad en la que intentan sobrevivir miles de chetumaleños. Durante el gobierno del cambio poco o nada se hace para hacer realidad las promesas cumplidas, el tiempo transcurre y parecen olvidar se deben llevar a la mesa familiar tres comidas al día, sin empleo, sin medios para poder cumplir con esta responsabilidad, el reproche se dirige directamente a quién ofreció mejores y mayores opciones de bienestar, administración correcta de los recursos públicos y desarrollo.
Contrasta el hecho de ver como cuando se recorre el territorio, se preocupan realmente por lo registrado en cada lugar, en cada región, encuentran mexicanos valiosos y capaces de sacar adelante los renglones más álgidos. Uno de ellos es también, en el presente, el cuidado ambiental y el tabasqueño justo en Chiapas encontró a una fémina indicada para llevarla a la Secretaría del ramo en cuanto asuma la Presidencia. Se trata de Josefina González Ortiz. Tal vez poco o nada le diga este nombre pero la historia es larga y habla de la capacitación y estudios a los cuales tuvo oportunidad de llegar y aprender en los países cuyo principal objetivo es seguir viviendo en un planeta sin los graves riesgos a los cuales lo estamos empujando y en los que, obviamente, todos los reinos, el vegetal, el mineral y el animal corren un grave peligro.
Doña Josefina se encargó de toda la recuperación de Palenque, otro ícono de nuestras culturas y ha realizado estudios de conservación ambiental para distintas organizaciones. Es nieta de dos ex secretarios de gabinete: Antonio Ortiz Mena de Hacienda y Patrocinio González Blanco del Trabajo y Previsión Social. Su padre, del mismo nombre, ex gobernador de Chiapas y también ex secretario de Gobernación. Su mamá, estudiosa de siempre de las artes. La preparación fue y sigue siendo muy completa.
La conformación del gabinete cuenta… y cuenta mucho.
DE LOS PASILLOS
Ante una casi segura alternancia en la Presidencia de la República, el gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto busca cerrar el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. “Estos señores saben que su gobierno corrupto ya se va y tienen miedo de que el próximo gobierno sí quiera llegar a donde tope donde tope nuestro caso. Por eso quieren cerrar cada línea haciendo como que investigan”, sostuvo Emiliano Navarrete, padre de José Ángel, durante la audiencia de oficio por ese caso, realizada en el 168 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en República Dominicana… El caso Ayotzinapa perseguirá a Peña Nieto toda su vida, sin duda alguna. Como lo señaló el mes pasado durante un mitin en el zócalo capitalino Vidulfo Rosarles, abogado de padres de los normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero: “Ayotzinapa, los padres de familia y los 43 van a ser la huella indeleble que va a perseguir a esta persona a lo largo de su vida”, indicó.
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