Claudia Rodríguez
En el año 2007 fue todo un éxito publicitario –que aún perdura–, la campaña comparativa que afirmaba que el 80% de los gatos preferían comer un producto enlatado de comida para felinos domésticos, denominado Whiskas.
Este asunto aunque usted no lo crea, amable lector, desató que la marca Purina –comida para perros y gatos–, realizara una demanda publicitaria contra otra marca de su mismo mercado. Le comento a continuación:
En un comunicado divulgado por Purina (Nestlé México), se señalaba que Effem México del corporativo Mars, violaba la ley en materia de publicidad con la difusión de su campaña denominada “Ocho de cada 10 gatos prefieren Whiskas’; ya que se negaban a proporcionar a las autoridades información relacionada con los supuestos estudios que se realizaron y hasta de quiénes los sujetos de estudio.
Purina exigía la presentación de la investigación y de la metodología que llevó a su competencia a decir que la mayoría de los gatos preferían esa comida, porque de no hacerlo, Effem México estaría incumpliendo con la normatividad vigente que exigía mencionar esos detalles, en el caso de promoción comparativa.
Purina pretendió dejar en claro que la publicidad de Effem Mèxico era engañosa, sobre la máxima de que los gatos no pueden expresar su preferencia. Sin embargo, eso también era un tanto ambiguo porque los gatos, como los perros u otros animales, sí pueden marcar cuales sus preferencias alimentarías. Al mismo tiempo que los dueños de las mascotas, también podrían tener por distintas razones la inclinación a la compra de una marca sobre otra.
Pero lo que llamaba a engaño en aquella campaña, según Purina, era la manifestación tácita de un animalito.
En materia de mercado y publicidad, se podría decir cualquier cosa para atraer compradores, usuarios o hasta adeptos; aunque luego medie demanda e incluso no proceda por ser publicidad engañosa, pero sí llegan a ser un hit publicitario.
En el caso de José Antonio Meade, candidato presidencial de la coalición Todos por México, sus sentencias en eventos y spots de campaña electoral, que utiliza de manera reiterada, no están respaldadas en situaciones verídicas, ni comprobables, que además hasta ahora tampoco han quedado como lemas de impacto en su campaña.
Cuando Meade señalaba insistentemente que Andrés Manuel López Obrador ahora candidato a la Presidencia por la coalición Juntos Haremos Historia; volverá a perder esta carrera porque apoya a delincuentes, o como ahora que afirma que los maestros que están en las calles apoyan a AMLO y los que están en las aulas, lo apoyan a él.
¿De verdad será así?
Sí Meade no tiene datos contundentes de lo que señala, está cayendo ya en la campaña Wiskas y muchos preguntarían cómo obtuvo esos resultados, antes de creer tales sentencias, y a más, recordarlas como en positivo en su favor.
Las campañas también requieren de frases creativas más que un discurso para cada público, más cuando es el producto que menos convence.
La frase publicitaria de la comida para gatos aquí enunciada, no marca más que su popularidad y cómo partiendo de un posible engaño se puede ganar un gran mercado, pero siempre y cuando se haga con gran creatividad.
Acta Divina…La tontería es la más extraña de las enfermedades. El enfermo nunca sufre, los que de verdad la padecen son los demás. Paul-Henrl Spaak.
Para advertir… ¿Será que los profesores afectados en sus salarios, prestaciones y condiciones de trabajo en aulas apoyen a Meade?… mmm
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