Claudia Rodríguez
El tercer y último debate entre presidenciables de este proceso electoral federal 2017-2018, que tendrá verificativo esta misma noche en Mérida, Yucatán; habrá de convertirse en una especie de ring electoral, especialmente entre quienes se disputan conseguir o validar un segundo escaño entre la preferencia de los votantes antes del mismo domingo primero de julio, día de la elección.
Hace unas semanas parecía que este tercer encuentro sería puro trámite, entre Andrés Manuel López Obrador, Jaime Rodríguez “El Bronco”, José Antonio Meade y Ricardo Anaya, respectivamente representantes de la coalición Juntos Haremos Historia, Todos por México, Frente por México y él último candidato que llegó por la vía independiente amañada.
Pero sobre todo, las aportaciones de señalamientos de delincuente a Anaya y que hay amares en lo oscurito entre Meade y López Obrador; le ponen sabor a este circo electoral que hace más de 20 siglos, recomendaba Quinto Tulio Cicerón a su hermano mayor, Marco Tulio Cicerón; es uno de los más valiosos ingredientes de las campañas para que estas no decaigan.
Pese a que muchos creen ocioso estos lances entre quienes se encuentran lejos del puntero según marcan sondeos y encuestas, no nos equivoquemos, hay quienes son expertos en arrebatar.
Algunos creen que al candidato priista, José Antonio Meade, se le apoya aun cuando el rechazo de los votantes sea monumental, sólo por razones de suma de votos y escaños legislativos; pero no, su objetivo es ganar a como dé lugar.
Los numerosos delitos electorales que está perpetrando en Revolucionario Institucional para la compra del voto y movilización de quienes ya entregaron datos, copias y hasta la misma credencial para votar; no son menores y apuestan a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pase por alto estos hechos ilícitos, como en otras elecciones. ¿Por qué no?
Ese encono que mostró el mismo Meade contra Anaya, acusándolo de “vulgar ladrón” no es gratuito en el circo de estas campañas; va a más y tiene que ver con que ya se orquestó una denuncia en la misma Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República (PGR); en voz del senador panista Ernesto Cordero, para que se investigue si Anaya es o no un delincuente de grandes ligas. Pero sobre todo para ponerle un gran obstáculo al candidato del Frente, de cara al tercer debate de aspirantes a la Presidencia.
Es decir, el partido político del presidente Enrique Peña Nieto, no ha dado todo por perdido y quiere ubicarse, si puede; en el segundo lugar antes de la elección, para luego con más artilugios, pronunciarse ganador de la Presidencia.
Increíble o no. Los que suelten el tigre y no lo sepan amarrar, están necios en no ceder la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador.
Meade puede intentar hacerse de la vista gorda con desvío de millones de pesos del erario público cuando fue justo secretario de Hacienda; pero sin pruebas legales se lanza a desprestigiar a contrincantes al mismísimo estilo desgarrador y grosero de Mikel Arriola, candidato priista por el Gobierno de la Ciudad de México; y así se desgañita para enunciar “vulgar ladrón” y endosárselo a Anaya.
Meade sigue al pie de la letra el efecto circo, que a otros candidatos a funcionado.
Día de debate, el último de tres, y prepare las palomitas porque esto es sólo circo, las maniobras de gran calado no son visibles.
Acta Divina… “Anaya es un vulgar ladrón que se robó dinero y lo cacharon”: José Antonio Meade candidato presidencial de la coalición Todos por México.
Para advertir… Hay veces que la trampa es esfuerzo desperdiciado.
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