Joel Hernández Santiago.
Mientras son peras o perones y aunque la vista de millones está puesta en el Mundial de Futbol de Rusia-18, el mundo gira-gira, que dijera el tango argentino. Y eso, que el mundo gira y las tragedias para otros no parecen ser las nuestras aunque somos compañeros de tiempo, espacio, planeta…
Por estos días miles de madres y padres mexicanos, trabajadores que intentaron llegar a Estados Unidos de América, fueron separados de sus hijos y enviados a cárceles de ese país.
Cientos de niños mexicanos fueron llevados por la policía migratoria a albergues en donde se les retiene, según un mandato presidencial del señor Donald J. Trump, quien está llevando a niveles de paroxismo- tragedia humana, su repudio a México y lo mexicano.
Esto de los .migrantes mexicanos lo toma el Republicano como “su tragedia de gobierno” y hasta de intercambio internacional.
Según The Wall Street Journal, durante la Cumbre del G-7, el mandatario emplazó al presidente japonés Shinzo Abe a admitir en su país a “25 millones de mexicanos” con lo que trataba de justificar su política antiinmigrante ante jefes de Estado.
Lo dijo así: “Shinzo, no tienes este problema, pero puedo enviarte 25 millones de mexicanos y estarías fuera de tu cargo pronto”. Y según el periódico estadounidense, “la reacción de los presentes fue racional y calmada, aunque se notaba la irritación en el ambiente”.
Un derivado de esa política migratoria-Trump se expresa en datos concretos: Un mil 995 niños fueron separados de sus padres entre el 19 de abril y el 31 de mayo de este año. Esto es: más de 47 menores de edad fueron separados de sus padres cada día.
Estos datos los dio a conocer el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Jonathan Hoff-man en una conferencia de prensa y argumentó que todo esto es en base a “la ley” sin mencionar a qué ley se refiere…
Luego, ante las miles de críticas que ha recibido en todo el mundo esta política a la que consideran “criminal”, el Fiscal general del gobierno de Trump, Jeff Sessions quiso hacer una justificación bíblica de esta política de separación de padres e hijos:
“Les citaría al apóstol Pablo y su claro y sabio mandamiento de Romanos 13, de obedecer las leyes del gobierno porque Dios ha ordenado al gobierno para que haya orden”. Luego agregó que ‘los menores no son una garantía de inmunidad para los migrantes’.
[Este mismo pasaje de Pablo, ha sido utilizado para defender la esclavitud, el nazismo y el apartheid.]
Por supuesto el resultado le salió peor al gobierno de Donald J. Trump porque los ánimos se encresparon entre grupos de derechos humanos, grupos de apoyo ciudadano y a migrantes y, por supuesto, gran parte del periodismo estadounidense se volcó en críticas a esta política de separación, a la burda justificación bíblica y al hecho mismo de que no tienen respuestas a este acto “criminal”.
Como ocurrió con la vocera presidencial, Sarah Sanders, que el 14 de junio fue preguntada por periodistas que cubren la Casa Blanca.
Para empezar la vocera dijo que es falso que el presidente Trump sea culpable de la separación familiar que sufren los inmigrantes que llegan a la frontera sur de EUA…
“Vamos Sarah ¿no tienes empatía en esto? Eres madre. ¿No sientes empatía por lo que esta gente está pasando?” le espetó un reportero. Ella no supo qué contestar. Y le agregaron: “¿Dónde dice la Biblia que es moral separar a los niños de sus madres?”.
Ella argumentó: “Las separación de las familias extranjeras ilegales es producto de las mismas lagunas jurídicas que los demócratas se niegan a cerrar y estas leyes son las mismas que han estado en los libros durante más de una década. El presidente simplemente las está imponiendo”.
Al día siguiente Donald J. Trump fue acosado por periodistas que le preguntaron sobre esta política separacionista. Contestó: “Odio que los niños sean separados de sus padres, pero son los demócratas los responsables de unas leyes que no evitan la separación. Los demócratas están forzando a que se rompan las familias en la frontera con su terrible y cruel agenda legislativa…”
Así que mientras son peras o perones cientos de padres y madres mexicanos sufren la separación de sus hijos. Trump lo había advertido. Trump lo cumple. ¿Está en ley? Se dice que no. ¿Entonces?
¿Y el gobierno mexicano dónde está? ¿Qué dice aparte de lanzar palabras y mensajes temerosos? Vaya política de defensa legal de lo nacional mexicano.
jhsantiago@prodigy.net.mx