Claudia Rodríguez
Se acaban las campañas políticas de este proceso electoral federal 2018 y la evaluación no es positiva.
Muchos mexicanos agradecen, el ya no tener que escuchar si o si, una carretada interminable de comerciales políticos como el detergente que mucho promete y no sería más que uno más de tantos; así como esa comparación grosera entre los veteranos y los que se presumen nuevos, y que más bien quedaron exhibidos como novatos.
Pero en lo que mucho falló el Instituto Nacional Electoral (INE), es en no poner un freno real y eficaz de las campañas sucias que llegaron otra vez a señalar al candidato Andrés Manuel López Obrador, como “un peligro para México”, violentando sobre todo el derecho ciudadano de estar verazmente informado y no manipulado.
Estos señalamientos no deberían quedar como para el anecdotario, en el pasado; sino que incumbirían acaso al mismo Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para la calificación de la misma elección.
De igual forma, esas “encuestas” pagadas de las que incluso hay deslindes de quienes las publicitan y que sólo son comerciales falseados, también se espera sean materia de revisión.
Más allá de los golpes bajos entre candidatos y partidos; a los ciudadanos nos resultó otra vez, un fastidio la nueva edición de campañas políticas, y una más de tantas que se han confeccionado de manera burda y hasta despectiva.
Las nuevas reglas de comunicación impuestas por los órganos electorales apenas se notaron, y si acaso se aplaude que hoy no estén inundadas nuestras calles con basura electoral; empero, las tarjetas-cartones que prometen entregar dinero y que han sido avaladas por el TEPJF, olvidan que ese tipo de compromisos electorales, llevan consigo la contra-entrega de una copia de la credencial de elector y del comprobante de domicilio.
Agradezcamos otra vez, que no escucharemos más, las promesas de José Antonio Meade, de los priistas y del mismo presidente Enrique Peña Nieto, como si nunca hubieran tenido la oportunidad de gobernar o de despachar como funcionarios públicos.
Ricardo Anaya y sus panistas así como partidarios coaligados, también deberán ya guardar silencio en cuanto a sus promesas de combatir la corrupción, cuando el mismo candidato del Frente por México es perseguido por la justicia, el poder y hasta mediáticamente por lavado de dinero.
Andrés Manuel López Obrador de igual forma dirá adiós en sus compromisos publicitados de combatir frontalmente a la corrupción, y en caso de ganar como se avizora, trabajar en extremo para cumplir lo prometido, con todo y el tiradero que dejen los actuales ocupantes de Los Pinos.
Jaime Rodríguez, tendrá que guardar también su comedia electoral para otros tiempos y hacer un examen de que no se puede uno exhibir abiertamente a nivel nacional.
Se acabaron también los eventos masivos, las visitas a ciudades, escuelas privadas y hasta reuniones con empresarios para ganar el voto, más que para presentar propuestas.
Ya vendrán otros spots políticos y muchas más expresiones encontradas de candidatos y partidos políticos sobre todo por quienes perderán la contienda, pero mientras eso pasa, respiremos.
Acta Divina… Los dirigentes nacionales de los partidos políticos de Acción Nacional, Morena y del Revolucionario Institucional repetirán hasta el último momento que son los ganadores de la elección presidencial.
Para advertir… Los ciudadanos a trazar la ruta dominguera para llegar a como dé lugar, a la casilla en la que nos corresponder ejercer nuestro voto.
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