DIARIO DE ANTHONY
12: 45 p.m. Presiento que ese peje idiota “nos va a defraudar”. Y no es que me pueda importar, pero… ¡CREO QUE ES UN COMPLOJ! Al muy imbécil se le ha nublado el poco cerebro que de por sí posee.
Siempre que me refería “al ser mexicano”, siempre volvía a hacerlo desde el principio. Es decir que desde “su identidad”, lo cual es algo que de por sí no poseía. “Éramos una mezcla de tantas “razas”… que no había manera para nombrar NADA”. Yo soy esto y ya.
Y aunque desde siempre los blanquitos criollitos eran los que parecían dizque tener mejor “vida”, también me daban pena por igual. Porque mejor vida no significaba comer bien, vestir bien y demás cosas mundanas; ¡no! Vivir bien para mí significaba ACTUAR de acuerdo a tus altos estándares como ser individuo y humano. ¡Pero no! Nadie chingados en el mundo real iba a desprenderse de algo suyo para “dárselo” a alguien en condiciones de vulnerabilidad.
El mexicano -es decir todos esos RAPACES de este sexenio- era algo difícil de creer, algo así como el record de Ripley´s. Habían vendido casi por completo a este país. ¿Y sabes por qué lo hacían? ¡Porque no tenían nada chingados mejor para hacer!
¡Siempre lo he dicho, que eran tan PEQUEÑOS que solamente cometiendo esos tipos de actos sus existencias y miserables vidas adquirían UN POQUITO de sentido! Los cleptómanos, por ejemplo roban para sentirse bien. No lo hacen por necesidad, sino que por bienestar. ¡Les sienta muy bien!
Pero el mexicanito -y me refiero en su mayoría a los que tienen un cargo dizque en el gobierno-, no es un cleptómano. Lo suyo raya en la imbecilidad. Roban y roban, ¡tan solo para chingar! Y creen que al hacerlo de verdad están chingando a terceros, pero no es así, o al menos NINGÚN mexicano hasta ahora lo ha psicoanalizado. ¡Porque todos ellos tampoco leen! Y si lo hiciesen, bueno, supongo que actuarían de distinta manera. Todo el país lo haría, pero no, sólo viven para Televisa y las chivas, águilas, y quién sabe qué demás porquerías…
Este triste país es todo un EMBROLLO, y como tal a mí me costará muuucho trabajo desentrañarlo, para después llegar a su núcleo. Y ese peje idiota no creo que vaya a hacer mucho. ¡Porque también está imbécil! ¡También es “mexicano!”! Por lo tanto, tontos ilusos -les hablo a ti y a ti-, también los “defraudará” y aunque haga un poquito, ¡pues qué! Este país es tan absurdo que simplemente parece una pesadilla. Ese peje tontín todavía no empieza a gobernar, pero… A ver qué pasa. Este país está tan perdido que no creo que él solito lo pueda encontrar… y los MEXICANOS están muy divididos como para poder hacerlo por ellos mismos. “Yo soy criollito, así que no me junto contigo, ¡naco igualado!” “yo soy “naquito”, y por lo tanto ¡todos me ignoran!” “Yo soy indígena, no sé LER -leer-, y por lo tanto NO EXISTO. Bueno, sí, sólo cuando hay elecciones…”
¡Cielos! Este estúpido país de perdición, ¡que tanto se parece a mí! Todos los días lucho por estar un poco mejor y… De repente siento que no hay esperanza. Luego entonces sucede, ya sabes a qué me refiero.
Y entonces de nueva cuenta reanudo la marcha…
Creo ya sentir tener superado la locura de este país, es decir sus desigualdades abismales. Mientras todo esto yo escribo, ahí afuera hay miles de millones de “pobres”, sí, pero también hay miles de millones de ¿millonarios?
Pobre peje-loquín, y más pobre de MÉXICO. ¡Al menos te estoy escribiendo! Y es que hace tato me sentía muy mal… Y ahora ni siquiera ganas de comer tengo. Porque me siento preocupado. Me siento preocupado por este país de “fantasmas” sin una identidad propia. Y yo que no puedo empezar de nuevo.
Escribo y escribo cuentos… Ansío escribir una gran historia que hable sobre la AMISTAD VERDADERA.
Pero luego siento que no puedo, porque entonces no tengo “amigos” de verdad; no ahora. Y la AMISTAD lo es todo para mí, así como para todos los imbéciles del gobierno lo es el dinero.
Otra vez me he sentido paralizado y… Trato de estar tranquilo. Me duele un poco el brazo derecho, pero creo que es parte de curarme. Luego entonces vuelvo a pensar y a pensar… A veces que no soporto moverme, porque no me gusta cómo los mexicanos actúan y hacen las cosas. Y yo que no he podido hacer nada para remediarlo. Entonces es cuando vuelvo a pensar que MÉXICO no son todos, sino que sólo uno; lo es cada uno de nosotros. Ironía pura. Pensar que todos están a la expectativa de ver resurgir a este chingado país de entre sus restos putrefactos.
Y ese peje idiotin, al parecer, ya ha empezado a designar para su peje grandioso gabinete a personas con un posible pasado de corrupción. “¡Es que esté LIBRE de corrupción que aviente la primera tortilla!” ¡Estúpidos pendejos! Pobres idiotas que no han de lograr mucho. Porque este país NACIÓ de un enfrentamiento, y por lo tanto siempre estará así: enfrentándose contra puros idiotas que no pueden y que NUNCA lograrán ver más allá de sus narices. Porque sus cerebritos es muy pequeño.
Así que el peje idiota terminará por hacer lo mismo que sus demás imbéciles antecesores. Ah, mexicanos, ¡pero no es preocupéis que no es el fin el mundo!…, sino que sólo es el principio. Ustedes seguirán siendo el país tercermundista que ¡siempre! han sido. Y seguirán, también, estando DES-UNIDOS. Y seguirán criticándose unos contra otros. Bravo, ¡que así sea, que para eso ya existe el facebook!
Mientras yo estoy aquí sentado, tratando de asimilar toda mi vida perdida, y que jamás he de recuperar, todos ustedes están allí, viviendo y existiendo de una manera que a mí siempre me causó PAVOR. “¿Por qué el mexicano es así?”, siempre me pregunté.
Hoy me ha pasado algo muy chistoso. La persona a quien yo creía tenerle confianza, en cierta forma me ha dado la espalda. A la hora de llevarle las copias de mis dos nuevos cuentos, se negó a “comprarlos”.
¡Qué tan distante he estado de él! ¡Siempre intenté hablarle para llegar hasta él, pero pues como es “mexicano”, pues simplemente es “inaccesible”!
A un “mexicano” le dices y le hablas y simplemente no te entiende. Entonces yo me siento “muy mal”, porque entonces me da la sensación de que me miran creyendo de que estoy “loco”. Pero no lo estoy. Es sólo que yo sí he podido ver las cosas como son, pero que, oh, desgracia, debido a todo lo que me ha sucedido no he podido HACER NADA para marcar una diferencia. ¡Actuar! Demostrarlo con hechos muy humanos y cargados de valor. Ser amable, por ejemplo…, más no actuar “amable” por falsedad y porque se me mire muy bien.
Ironía pura. Lo de hoy ya lo veía venir.
Pd. Hoy es jueves, y ayer, después de escribir todo lo de arriba, nuevamente me senté y… empecé a escribir, ¡un nuevo cuento! Entonces decidí titularlo, muy ad hoc: C E L O S.
Anthony Smart
Julio/11/2018