Claudia Rodríguez
Es cierto que ya para estos momentos, el presidente virtual electo, Andrés Manuel López Obrador, estará en su finca La Chingada, ubicada en Palenque, Chiapas; en un receso de cuatro días en sus actividades luego de su triunfo electoral el pasado primero de julio, y que a querer o no ha marcado la agenda mediática en el terreno político, con todo y la declaracionitis enredosa en la que han caído no pocos de sus próximos colaboradores de Gobierno.
Antes de este descanso en curso, el mismo López Obrador dejó en el tintero un caudal de información sobre lo que será su Gobierno en el apartado de los 50 puntos anticorrupción y de austeridad que enmarcarán su accionar y el de todos los funcionarios públicos de la próxima Administración federal.
En este contexto, hay expresiones de Andrés López Obrador que a propios y extraños sorprenden. Como la posible invitación de José Antonio Meade Kuribreña, ex candidato presidencial del muy alicaído Revolucionario Institucional, para que en su momento llegue a ser el gobernador del Banco de México (Banxico), puesto que ahora ocupa Alejandro de León Díaz Carrillo, quien sustituyó a Agustín Carsterns.
López Obrador ha manifestado su interés de reunirse con Meade y también con el panista Ricardo Anaya, otro de sus contrincantes en la empresa de conseguir la Presidencial 2018-2024, porque advierte que en él no existe la práctica de la venganza, sino de la conciliación.
Más allá de la preparación académica de Meade y su experiencia en temas hacendarios y financieros, la pregunta es si estamos o no en un nuevo paradigma del gasto público, en donde todo acto de corrupción será sancionado y a Meade lo persigue una nube de desvíos millonarios desde varias dependencias de las que bien a bien no se sabe su destino y en el que están implicadas además, distintos centros universitarios y hasta empresas fantasma.
La Estafa Maestra, es a José Antonio Meade, como ataque frontal a la corrupción es a Andrés Manuel, por lo que sería antinatural que el propio próximo jefe del Ejecutivo, lo propusiera para liderar el órgano autónomo de Banxico.
Seguro que este dinosaurio que compone al PRI y sus inmensos intereses económicos y financieros, no cejará en el intento de no recibir la última estocada e infiltrarse en las nuevas estructuras para tomar aliento.
¡Cuidado! Porque fue el hartazgo a todo lo que se vea, huela y parezca priista, el principal activo que le otorgó la mayoría de votos en las urnas al aún líder del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), e incluso entregó más votos al candidato presidencial panista que al priista.
Las credibilidades estarían en entredicho si una propuesta de tal envergadura avanza. Sobre todo la del señor Meade que de manera insultante agravió a López Obrador en la campaña electoral.
Acta Divina… En mayo del presente, Aurelio Nuño, coordinador de campaña de José Antonio Meade, señaló que colaboradores de Andrés Manuel López Obrador tienen programas semejantes a los de Meade en materia de educación y de economía, por lo que son bienvenidos en el equipo priista
Para advertir… “Estoy en un plan de buscar la reconciliación, porque nos importa mucho… vamos al cambio por el camino de la concordia”: señaló López Obrador.
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