Joel Hernández Santiago
Todo iba bien, o más o menos bien, con el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador, hoy virtual presidente electo de México. Pero a unos cuantos días del arranque de sus trabajos con rumbo al 1 de diciembre de este año, algunas de sus propuestas comienzan a calentar los ánimos y hasta el rechazo de muchos funcionarios públicos que ven amenazados sus ingresos y su chamba.
Es el caso de la disminución de sueldos de la alta burocracia mexicana. Y para poner el ejemplo de esta austeridad el mismo López Obrador anunció que el sueldo que percibirá como Presidente de México una vez que tome posesión: será de 108 mil pesos, que es el 40 por ciento de lo que actualmente percibe el presidente en funciones, Enrique Peña Nieto.
Muchos de los altos cargos de la administración pública dicen o mascullan que no estarían dispuestos a reducir sus ingresos salariales, toda vez que es –dicen- un beneficio obtenido y no se puede modificar lo legal de esta disposición una vez conseguido el derecho.
Los primeros en salir a reclamar fueron Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes argumentan que para llevar a cabo su tarea de impartición de justicia y de ser faro y luz de lo que el país debe ser en materia de legalidad, ellos deben mantener los sueldos, en ley:
Lo dicen así: “…bajar el sueldo de los ministros sería inconstitucional pues sus ingresos se rigen por el principio de irreductibilidad del artículo 94 de la Constitución”. En el documento, firmado por Rafael Coello Cetina, secretario general de Acuerdo de la Corte, detalla: “Tanto la SCJN como cualquier órgano constituido del Estado Mexicano se encuentran en constitucionalmente imposibilitados para reducir las referidas remuneraciones”. Tan-tan.
Lo mismo ocurre con organismos autónomos, como es el caso del Instituto Nacional Electoral, cuyos Consejeros electorales dicen que respetarán la ley, pero que no consideran apropiado reducir los sueldos de la gente del INE.
Según información del mismo INE, cada Consejero electoral gana 236 mil 370 pesos mensuales. Además, tienen derecho a un seguro de vida con una cobertura básica de 40 meses de percepción tabular bruta mensual, es decir, están asegurados por 9 millones 440 mil pesos; cuentan con una indemnización por fallecimiento equivalente a cuatro meses de salario, o sea, 944 mil pesos.
Los consejeros reciben, además, un monto de hasta 11 mil 970 pesos mensuales para gastos alimentarios y pueden contar con un vehículo de la dependencia y combustible y gastos de representación, y…
Muchos otros funcionarios de alto nivel están listos para dar la batalla en defensa de su salario y beneficios. Y ya se aprestan a interponer amparos en contra de toda medida que atente sus ingresos.
Y de ahí en adelante en una decisión que tomará tiempo y será escabrosa para el gobierno de López Obrador…
Como es el caso de la descentralización de las Secretarías de Estado que se trasladarán a diferentes entidades de la República y cuyos peros ya surgen como hongos en la burocracia federal.
Diferentes modalidades de ‘peros’ le ponen a esta salida masiva de oficinas de gobierno con el argumento de ‘cómo trasladarse’, los costos, el desmembramiento familiar, la inseguridad regional… y más. Otro problema serio que deberá solucionarse con más política que cifras.
Que el Estado Mayor regresa a los cuarteles y que se suspenden guardias personales a todo mundo, con excepciones muy definidas, es también un motivo de debate: ¿Y qué pasa si le ocurre esto o aquello a tal funcionario? “¡Usted señor López Obrador será responsable si algo le pasa a alguno de los expresidentes de la República!”, asestó un analista al futuro presidente…
Esto es: lo que AMLO da a conocer hasta ahora, son propuestas de lo que hará durante su gobierno, pero también tiene el sentido de pulsar los estados de ánimo de los grupos beneficiados o afectados. Pero una cosa es este periodo de monitoreo y otra será cuando tenga que tomar de manera formal estas decisiones.
Por lo pronto muchos de quienes duermen plácidamente recostados en el presupuesto nacional, tienen pesadillas y muy probablemente se harán realidad. ¿Qué ocurrirá? No mucho, habrá quienes los sustituyan, siempre lo hay, nadie es indispensable…
Como también es cierto que la alta burocracia es muy costosa para todos en México, como lo son los aparatos de justicia y, sobre todo, los Consejeros electorales: acostumbrados a todo el poder y toda la gloria, tendrán que apretarse el cinturón, porque una cosa es la autonomía y otra la reforma legal a esa autonomía para estar a tono con la ‘austeridad Republicana’ de la que hablaba Benito Juárez, a quienes todos admiran, pero que ahora que toca su corazoncito, ya no tanto.
jhsantiago@prodigy.net.mx