Cuenta la leyenda urbana que alguna tarde de hace seis años, camino al hoyo 19 –tras una partida de golf en la que él y su foursome habían saciado la sed con botellas de agua que en realidad estaban rellenas de vodka– y aún siendo presidente electo, Enrique Peña Nieto habría dicho que, terminando su sexenio, él sería “más rico que Carlos Slim“.
Y que, acto seguido, habría hecho cuentas más que alegres, tras preguntar ¿a cuánto ascendía la fortuna de quien en ese momento revistas como Fortune o Forbes tenían rankeado como “el hombre más rico del mundo”?
Que le habrían respondido: “algo así como 70 mil millones de dólares“.
A lo que EPN habría indicado, mostrando una gran agilidad mental, que “si el sexenio tiene 72 meses… a mil millones de dólares por mes… 72 mil millones de dólares… ¡2 mil más que Slim!”
Y sí, todo indica que durante los últimos 68 meses Peña Nieto ha agigantado su fortuna personal merced a las muuuuchas raterías de prácticamente todos sus colaboradores en el gabinetito, legisladores, gobernadores, todo tipo de funcionarios que deberían ser servidores públicos y que se han dedicado a robar, a hacer negocios, a pedir moche$, a hacerse socios de empresas a las que han dado contratos, a extorsionar incluso.
Desde “mordidas” a la Procuraduría Federal del Consumidor –comentadas aquí en el anterior Balconeando— de 6 mil millones de pesos que cada año arrancan a expendedores de gasolina y distribuidores de gas.. hasta negocios carreteros, frustrados ferroviarios y aeroportuarios en veremos… las cantidades que ofrendan a Los Pinos mes a mes debe ser incalculable.
¿Mil millones de dólares al mes?
Quien debe saber al dedillo el monto de lo robado no es sólo EPN, también José Antero Rodarte Cordero quien hasta hace pocos meses se desempeñaba como jefe de la Unidad de Apoyo a la Presidencia (?) y que, cuentan, se reunía con el todavía inquilino del viejo rancho de La Hormiga cuando menos un par de veces a la semana a revisar entregas, depósitos, transferencias, nuevos contratos, etc.
¿Ya es Peña Nieto más rico que Carlos Slim?
Emiliano Salinas, peón para el “dominio del mundo”
Cada vez más la saga de Emiliano Salinas Occelli toma visos de tragicomedia o, peor aún, de comedia bufa.
¿Se lo imagina usted como peón en un tablero de ajedrez cuyas piezas serían movidas por su padre, El Innombrable, y por su gurú Keith Raniere, ex jefe de la secta NXIVM, para hacerse dueños del escenario mundial? ¿Cómo? Pues haciendo presidente de México a Emi, como le llaman sus cercanos, y de ahi pa’l real.
Catherine Oxenberg lo afirma en su libro Captive: A Mother’s Crusade, de reciente aparición, donde cuenta lo que tuvo qué hacer para rescatar a su hija del culto o secta. Y, entre otros muchos personajes, menciona que los hijos de cuatro ex presidentes mexicanos forman parta de ella. Salinas Occeli, destacadamente –aunque haya fingido haber separado de la misma.
“La secta estaba compuesta por gente de la élite de Ciudad de México, la más rica y de la alta sociedad”, describe Oxenberg –quien fuera actriz– en su libro, según un fragmento obtenido por el sitio de noticias The Daily Beast.
También afirma que cuando Emiliano estaba involucrado en la secta, en ese momento su familia lo estaba preparando para su carrera política. “Por lo que escuché de desertores de alto rango, el supuesto plan era lograr que Emi asumiera el cargo en las próximas elecciones presidenciales en el verano de 2018 para que un devoto de NXIVM de alto rango tuviera poder en el escenario político mundial”, señala el libro.
La autora afirma que “su padre, Carlos (Salinas de Gortari), aplicaría sus métodos maquiavélicos para asegurar que su hijo ganara las elecciones, y luego Keith lo usaría como su marioneta y gobernaría México”.
¿A poco no es de carcajada?
¿O qué piensa usted de este intento de dominación mundial a la Austin Powers?