Francisco Gómez Maza
• ¿Defraudó a López Obrador?
• ¿O López Obrador la defraudó?
Lo más seguro es que ni una ni otra. Pero entonces, cuáles fueron las razones de la renuncia de Tatiana Clouthier a la subsecretaría de gobernación. Un asunto para especular, para inventar, para imaginar, para un script de radionovela o telenovela y hasta para una película del corazón. Y eso es lo que han empezado a bordar los columnistas y los maledicentes internautas de las social netwoks, aquellos que no tienen oficio ni beneficio y que se la pasan horas echando hiel y vinagre en el Twitter.
¿Confrontación con López Obrador porque ella creyó que, por las sonrisitas, los abrazos y los apapachos del ahora presidente electo era de todas sus confianzas y, por tanto, miembro del primer círculo?
¿Confrontación con Olga Sánchez Cordero, la ex ministra que obviamente aún tiene su corazoncito en la Suprema, y que sería su jefa, cuando en realidad tienen muy poco de que hablar, y entre mujeres hay jefas y jefas y Tatis se consideraba jefa, pues había hecho de la mediación mediática su fuerte en favor de López Obrador?
La simpatiquísima sinaloense, avecindada en Monterrey, resultó un gran fenómeno mediático que desbarataba en un santiamén cualquier conjura cibernética e incluso le ganaba el debate, y lo postraba, en la televisión y la radio al más pintado y a todos dejaba callados con sus airosas, lógicas y puntuales salidas y sus memes explosivos, duros y simpáticos, que hacían el hazmerreír de los adversarios de Andrés Manuel.
¿Su desacuerdo con la nominación de Manuel Bartlett Díaz como director general de la Comisión Federal de Electricidad? Existe la convicción de que algo tuvo que ver el poblano tabasqueño con la desaparición de Manuel Clouthier del Rincón, padre de Tatiana y Manuel, entre otros, quien fue candidato del PAN a la presidencia de la república en 1988, cuando el gobierno, el pri, Jorge de la Vega Domínguez (presidente del entonces partidazo) y Carlos Salinas le robaron escandalosamente el triunfo al michoacano Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Recuerdo que, caído el sistema, el ex gobernador de Chiapas salió a anunciar el triunfo de salinas por “20 millones de votos”. Que cinismo.
¿Cuestiones familiares con su propio primer círculo y con su hermano Manuel, quien fue extremadamente duro en sus críticas a Andrés Manuel, aunque posteriormente les bajo de volumen, lo que habría causado escozor en el gran jefe?
Muchas preguntas que por supuesto Tatiana no responderá nunca. Dejará en el misterio las cosas, tal cual fueron y cual son. Quizá cuando pase el tiempo, cuando termine el sexenio, se atreva a confesarse con algún periodista.
Pero su renuncia fue una sorpresota para muchos, inclusive dejó mudos a los amargados. Mucha gente había fincado esperanzas en la personalidad de la sinaloense. Esperaban que fuera una muy cercana colaboradora de López Obrador en la administración 2018-2024. Pero, y se los he dicho muchas veces en este espacio, López Obrador es raro. Se dice demócrata, pero es uno de los más recalcitrantes fundamentalistas. Igualito que el ahora llamado Subcomandante Galeano. ¡Si no los conociera!
¿Desconfiaba el tabasqueño de Tatiana porque ella nunca quiso afiliarse a Morena, no obstante que su actuar era más intenso y más comprometido que el más comprometido de los morenistas?
López Obrador es de amores y odios. De afuera para adentro y de adentro para afuera. Hay gente que lo odia con toda el alma, pero también hay gente a la que él odia con toda el alma. Hay gente que lo ama, pero también hay gente que él ama sin condiciones. Y hay muchos que se sienten amados por él y jamás él se da cuenta que existen. Recuerdo a una mujer que me ayudaba en las labores de la casa. Por lo menos 20 años estuvo esperando que López Obrador le diera un terrenito para levantar su jacal. Y el tabasqueño se lo prometió. Pues doña Silvia, a quien yo bromeaba y le llamaba doña Silvia López, aun está esperando el terrenito. Y ya se le murió la madre. El terrenito era para una pobre casa donde pudiera atender a su progenitora. Ah que el señor López, como se titula la película de Mandoky. Y el Misterio de Tatiana se develará algún día. Nada queda ocultó ab aeternum.
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