Con la aprobación de un Consejo de Administración cómplice, el director general del Infonavit David Penchyna Grub se hizo de 1 mil 500 millones de pesos, para irla pasando de aquí a que deje de vivir en el error –ojalá no– y vuelva a mamar del presupuesto. Y es que, como ya se ha ventilado en redes sociales, pagó 5 mil 88 millones de pesos a una empresa de tecnología, por un servicio que apenas vale menos de 90 millones.
Sucede que al llegar a la dirección general de ese organismo tripartita, donde participan representaciones de empresarios y trabajadores, Penchyna se percató de la existencia de ese software que su antecesor en el cargo, Alejandro Murat, había convenido se aplicara en beneficio de los derechohabientes sin costo alguno para el Infonavit. ¿Y qué hizo el nuevo funcionario? Pues se lo pirateó.
Con una empresa amiga comenzó a aplicarlo –ahora sí con costo para el Infonavit–, hasta que la original propietaria, la empresa Telra Realty, se dio cuenta del acto criminal. Y obviamente demandó a Penchyna y al Infonavit.
Pero vivillo que es el ex aspirante frustrado al gobierno de Hidalgo –con el apoyo del doblemente perdedor Osorio Chong–, aprovechó la oportunidad para llegar a un acuerdo amisto$o. Y de ahí salieron los 5 mil 88 millones de pesos que supuestamente pagó a Telra Realty. No fue así.
La empresa no recibió esa cantidad ni por asomo. Lo que sí se sabe es que miembros del cómplice Consejo de Administración y Penchyna mismo se repartieron el pastel. Para el director general, 1 mil 500 millones. Otros 1 mil 500 a repartir entre los participantes de la jugada.
¿Y los otros 2 mil?
Todo indica que llegaron directamente a “una instancia superior”.
¿Acaso para juntar los mil millones de dólares al mes que se propuso EPN así no más… jugando al golf?
¿Por eso se siente protegido en el escándalo que él mismo inició?
¿Perdón y olvido? No. Definitivamente no.
Osorio Chong: regula más guaruras que senadores
Sábado 1 de septiembre. Alrededor de las 13 horas. El tráfico de la esquina donde confluyen el acceso al Paseo Gandhi y la avenida Rubén Darío con las calles Tres Picos, Schiller y Taine –de suyo siempre complicado– lleva ya más de 12 minutos detenido por un par de motociclistas armados con metralleta que esperan a que pase “la comitiva”.
Justo a los 15 minutos y tras una bien afinada orquesta de claxonazos mentando la madre a los motociclistas de Seguridad Pública de la Ciudad de México, se acerca en sentido contrario “la comitiva”.
Una camioneta tipo Cherokee, color gris, obviamente blindada… seguida de una camioneta Dodge, gris, oscura con cuatro guaruras, también desplegando armas largas, seguidos de otras dos motos de la SSP de la CDMX.
Y sí, en sentido contrario… para que el señor senador Miguel Ángel Osorio Chong –quien tiene sus oficinas y su “leonera” sobre la avenida Rubén Darío, a cuatro cuadras de distancia una de la otra– pasara sin contratiempos.
“¿Que deveras vamos a seguir soportando la prepotencia y desprecio a la vida común de los ciudadanos por esta bola de hijos de la ch…?, comentó un ciclista a quien también se impedían el libre tránsito.
El automovilista vecino, más paciente, sólo exclamó: “Este cabr… coordina más guaruras que senadores del PRI en la Cámara”.
El tamaño del miedo… luego de que Marcos Fastlitch le pidiera a Felipe Calderón que desaparecieran el expediente donde ligaban a Osorio Chong con Los Zetas.
¿Se acuerda, senador?
La salmuera cobra víctimas en El Vizcaíno
El entreguista Ildefonso Guajardo –los resultados del acuerdo comercial con EU son contrarios al interés nacional– dijo alguna vez ante los diputados al Congreso de la Unión que la salmuera que se produce por la explotación de las salinas de Guerrero Negro, BC, tenía litio. Lo desmintieron instancias oficiales mismas.
Pero algo debe tener la salmuera que ya está cobrando víctimas en el reino animal.
Un reportaje publicado en el portal Eje Central da cuenta de que “la Laguna Ojo de Liebre, en Baja California Sur, zona de refugio de ballenas y ballenatos, aún persiste la duda si es o no un cuerpo de agua contaminado por el derrame de salmuera, a causa de la extracción de sal por parte de la empresa estatal Exportadora de Sal y la firma japonesa Mitsubishi”.
Ya han muerto tres decenas de cetáceos en lo que va del año.
Y en la Secretaría de Economía siguen en la necia. No quieren vender la salmuera. Aunque siga contaminando. Aunque siga dañando el medio ambiente.
¡Aunque le represente ganancias por 3 mil millones de dólares!
¿Para beneficiar a Mitsubishi?
¿De a cómo no?