Joel Hernández Santiago
Faltan poco más de dos meses para que inicie de manera formal el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Digamos que estamos a punto de iniciar el cambio que se tiene prometido, aunque ya se presiente con las decisiones que el Congreso federal ha tomado al aprobar iniciativas propuestas por el todavía presidente electo.
Está bien. Digamos que su gobierno ya camina y afianza algunas de las promesas de campaña como por ejemplo la del control de sueldos para altos funcionarios de gobierno y que éstos no deberán ganar más de lo que ganará el presidente de la República.
Esta decisión no ha caído bien a muchos acostumbrados a sueldos gordos en puestos de responsabilidad pública y, en algunos casos, incluso han dicho que no están dispuestos a reducir sus sueldos, como es el de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que han dicho que ellos merecen estos emolumentos altísimos para garantizar su independencia y buen criterio jurídico.
Esto es: los Ministros de la tremenda Corte ganan un salario base mensual de 651 mil 741 pesos, siendo los servidores públicos mejor pagados del país.
Otros funcionarios que rechinan de coraje por esta decisión de bajar los sueldos a no más de 108 mil pesos que ganará AMLO, son los Consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) que dicen que acatarán lo que dicte la ley, aunque insisten en que este Instituto y los Institutos estatales son autónomos y por tanto…
Otros funcionarios de gobierno tendrán que hacer ajustes a sus sueldos, los que para el 2018 se habían determinado más o menos así:
‘En el caso de los secretarios de Estado, estos ganaran 199 mil 553 pesos al mes, mientras que los subsecretarios, 198 mil 244.
‘Además, el oficial mayor de cada una de las dependencias ganará, de acuerdo al tabulador oficial, la cantidad de 189 mil 555. Por su parte, los directores generales percibirán 195 mil 362 en tanto que los directores generales adjuntos ganarán 152 mil 790.
‘123 mil 136 pesos será el sueldo oficial de un director de área, los subdirectores obtendrán 54 mil 157, y el personal de enlace en nómina aparecerá con un salario de 24 mil 73 pesos.’
Por supuesto la mayoría de estos salarios y sus prestaciones y privilegios irán a la baja pronto. Estos ajustes pueden traer como consecuencia que muchos funcionarios abandonarán la intención de vivir del presupuesto para irse a la iniciativa privada, lo que hará que, por otro lado, la función que antes hacía una persona se recargue en dos, de tal modo que, de alguna manera, se hará una limpia burocrática. Lo cual no estaría mal porque hoy gran parte de la burocracia de gobierno en las distintas oficinas de atención pública son cargas inútiles pues mueven papeleo a antojo, multiplicando trámites de forma criminal y exigiendo disposición del público que, a fin de cuentas es el que les paga…
Pero también ocurrirá que la burocracia podría deteriorarse en áreas especializadas como por ejemplo la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Economistas de buen nivel siempre son necesarios y bien pagados, sin llegar a la opulencia salarial pero sí reteniéndolos en posiciones de estudio, investigación, manejo de recursos y operaciones financieras… O como es el caso de los especialistas en asuntos internacionales en tiempos de globalización y responsabilidad nacional con otros países…
Pero ya está hecho. El 14 de septiembre la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que reglamenta los salarios de los funcionarios con respecto a los artículos constitucionales 75 y 127, con lo que ningún servidor público podrá ganar más que el presidente de la República.
Está bien que se paguen salarios responsables porque éstos son hechos con recursos de todos nosotros. Pero también será bueno que se garantice que la burocracia será eficiente, digna, respetable, respetuosa de su responsabilidad y esmero con buena educación en la atención pública: esto podría ser, asimismo, un resultado favorable si las cosas habrán de cambiar para bien, como se ha dicho.
Pero ya estamos a punto de turrón. Muchas cosas habrán de cambiar en las formas de gobierno, según se nos tiene prometido; y según esto será un gobierno de soluciones y de justicia, sin corrupción e impunidad; que habrá buena educación para todos, trabajo remunerado, salud, casa-comida-sustento. Sí. Todo esto está bien, nos lo merecemos porque han sido muchos años de labor, de esfuerzo y del saqueo del resultado de nuestro trabajo.
Poco a poco iremos viendo si todo esto se cumple en la República y en los estados que decidieron por gobiernos de la coalición “Juntos haremos historia”. La apuesta está hecha por más de treinta millones de electores, lo que impactará en la vida de 129 millones de habitantes del país mexicano. Todo eso se desgranará desde la responsabilidad del periodismo y la libertad de expresión, para conocimiento de todos en la hora exacta.
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