Joel Hernández Santiago
¿Ha sentido usted rabia-indignación-impotencia por el maltrato y agresión de la burocracia mexicana? ¿Cuántas veces ha maldecido la hora en la que tiene que hacer un trámite y está usted seguro de que todo está en orden, pero allá, en las oficinas gubernamentales de la Ciudad de México todo está mal y todo es lentitud y todo es regaño-mala cara-y piedras en el camino?
Pues sépase que si un infierno existe en México, además de los ya múltiples infiernos de otras adversidades, es el de la burocracia.
Y si no, que lo digan los damnificados por los sismos de septiembre de 2017 que a más de un año de solicitar-pedir-exigir ayuda, pues nada, que todo sigue piedra montada en piedra…
“No sé si catalogarlo como el peor año de mi vida, pero definitivamente es algo que jamás hubiera querido que pasara, me cambió la vida, siento que está en pausa y hasta ahora seguimos en la calle” dice Nuri Aguilera, damnificada por los sismos. Se refiere a que las ayudas no llegan y han seguido un verdadero vía crucis en la delegación-alcaldía Benito Juárez de la capital.
No importa que todo esté a la vista, edificios caídos, casas, bardas, calles deshechas en la Benito Juárez. “Para reconstruir condominios, como es el caso de Benito Juárez, hay que obtener primero el Cedra y el certificado único de zonificación de uso de suelo en modalidad de reconstrucción de vivienda (Curvi), el cual está en proceso… Ambos los emite la Seduvi. Además, hay que tener un proyecto ejecutivo y elegir una constructora para luego tramitar la manifestación de reconstrucción ante la delegación”… Y todo listo, pero nada, no arranca la reconstrucción ahí.
“…La actuación de la delegación (Benito Juárez) también ha sido cuestionada, previo a las campañas electorales. Colgaron mantas en la esquina de Xola y Galicia donde decían que la delegación iba a reconstruir gratuitamente los edificios, lo cual es falso, no ha puesto un solo peso en este caso” afirma Simón Tomassini, del edificio Xola 32, colonia Álamos.
Y así el vía crucis burocrático en la Delegación-Alcaldía Benito Juárez, pero que ocurre en todo el país, aquí o allá.
Es el caso: un vecino de la delegación adquiere un vehículo. Es nuevo. Tiene todos los papeles requeridos a la mano. Se presenta en la Delegación para el trámite de emplacamiento. Piden originales y una copia de todos los documentos. Entregados…
Un empleado de ventanilla revisa los documentos de pe a pá. Pone uno que otro pero después de largos minutos de revisión. Otorga un documento que cita al interesado ¡Veinte días después!… Va. Llega el día esperado y como todo está en orden será…
Pero no, no y no… Veinte días después entrega un comprobante para ir a pagar hasta la reconchinchina, que es decir, lejísimos de la misma Delegación. Va. Se llega a un centro comercial en donde está la oficina de Finanzas: piden los papeles de nuevo. Original y copia. Los revisan de mal modo las “jovencitas” que están en “atención al público”…
Revisan-revisan. Piden otras copias que consideran faltantes. Se obtienen como se puede. Se entregan. Pues nada, que luego de una larguísima espera salen para decir, del mismo mal modo original, que habrá que regresar cuatro días hábiles después… “Pero ya revisaron los papeles en la delegación y todo está bien”… Sí. Pero no. Se van a revisar y verificar tal y tal…
Cuatro días después puntual ahí. Larguísima espera luego del regaño de las ‘modositas’ jóvenes que atienden a gruñidos a la gente. “Tiene que venir dentro de cuatro días porque se tiene que hacer la verificación documental” – “¿Otra vez?… si… “!y las que sean necesarias!”
Se pide auxilio. Viene quien se encarga de la oficina. Pues nada, que se tiene uno que esperar esos días porque les falta corroborar datos. “¡Auxilio!”… nadie está para ayudar, todo es piedras en ese camino tortuoso de la burocracia vil e infame… Luego se consigue que por favor avisen en cuanto se tenga respuesta y si, si hablan para decir que ya está…
Después de larga espera, finalmente revisan de nuevo los documentos, y finalmente otorgan el comprobante para pago. Se paga. “¡Traiga dos copias de esto!”… Se traen dos copias que se consiguen por ahí…
“Ahora vaya a la delegación con este papel”… Ida a Delegación. Es la una de la tarde. Espera. A las dos dicen que habrán de revisar los papeles, pero que por lo pronto falta uno… ¿¡Cuál!?… “¡Si todo está ahí como nos los dio!” Falta un papel. Oiga pero… Falta un papel… Pero si aquí estaba… falta un papel… ¡Cielos! Si todo lo han tenido ellos…
“¡Además yo salgo a las tres de la tarde y son las dos, venga mañana a las 9 a.m.!” Bien. Día siguiente: 9.00 a.m., a las 9.15 avisan que “no hay sistema, vuelvan dentro de media hora…”…
¿Qué hicimos? ¿Quién inventó estos trámites costosos e inútiles porque todo está en orden? ¿Qué pasa con nuestros impuestos, con nuestra necesidad de servicios, con la ayuda de gobierno en esta Ciudad de México?… Nadie ayuda. Todo está hecho para la confrontación, para ser –cada uno de nosotros- el desahogo de las frustraciones del burócrata-servidor público mal entendido… Y así en todo el país.
¿Cambiará esto con la Cuarta Transformación?… ¿Será? ¿Quién podrá ayudarnos si no es el Chapulín Colorado?… Patria mía… ¿por qué nos has abandonado?
jhsantiago@prodigy.net.mx