Francisco Gómez Maza
• EL NAICM, un distractor
• EU y Alemania cuestionan
El escándalo porque el Nuevo Gobierno, a tomar posesión el próximo primero de diciembre (2018-2024), cancelará las obras del llamado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, se ha convertido en un distractor, manipulado por los llamados medios “de comunicación” masiva al servicio del poder político conservador y de la alta clase empresarial, que se muestran aterrados imaginando y acusando al presidente electo de tirano, cuando la realidad es que está cumpliendo sus compromisos de campaña. Ya había advertido que el NAICM no iba en Texcoco y que lo cancelaría.
La economía nacional, seamos sinceros, no nos hagamos tontos, es más que una terminal aérea que, además, atenta contra la madre tierra, porque el Vaso de Texcoco es el último santuario de refugio para las migraciones animales que alberga la otrora lacustre Ciudad de México. Y fue producto de la decisión de una minoría hegemónica, excluyente de las aspiraciones y derechos de las grandes mayorías.
Y mientras los medios masivos hacen ruido y anuncian el desastre y la catástrofe, la venida del Leviatán y el fuego del infierno, porque el presidente electo difiere diametralmente, en su estrategia, de los tradicionales gobiernos elitistas, conservadores, benefactores de los detentadores de los grandes medios de producción, los mexicanos siguen enfrentando “malas prácticas” gubernamentales como Ayotzinapa, la desaparición y el asesinato de periodistas, la tortura a prisioneros de conciencia y la impunidad, por lo menos. Un estado lamentable que no cambia pese a comisiones de derechos humanos y denuncias periodísticas.
Esta situación tendrá que ser encarada por el gobierno saliente, que dejará La Silla el 30 de noviembre venidero, ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, durante el Examen Periódico Universal (EPU-2018), a celebrarse el 7 de noviembre, en Ginebra, Suiza. Y ya, gobiernos como el de Estados Unidos de América y Alemania han enviado al representante del llamado Estado mexicano cuestionamientos sobre la situación de derechos humanos en el país, particularmente por los expedientes antes mencionados.
En 2013, el primer año del sexenio de Peña Nieto, el llamado Estado mexicano recibió recomendaciones del Consejo y, dentro de una semana, los representantes de México ante ese Consejo de la ONU tendrán que ofrecer explicaciones sobre cuáles recomendaciones se han cumplido. Varias organizaciones sociales, agremiadas en el #ColectivoEPUmx han advertido que, en general, ha habido un retroceso, y que la administración de Peña Nieto rendirá malas cuentas sobre la situación de los derechos humanos.
De acuerdo con algunas versiones periodísticas, el gobierno de Estados Unidos de América ya preguntó a México cuál es el estado del caso de la investigación de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero, luego de que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas informara que, durante la investigación de la PGR, hubo tortura a 34 detenidos, obstrucción de la justicia y manipulación de evidencia.
Estados Unidos preguntó también por qué el gobierno de México ha fallado en establecer una Fiscalía general independiente de factores políticos, como lo requiere la reforma constitucional de 2014.
Otro cuestionamiento de Estados Unidos fue cuándo el gobierno de México tendrá listas a sus corporaciones de policía para encargarse de la seguridad interior, en lugar de que se encarguen de ello las Fuerzas Armadas, Ejército y Marina.
Ante el asesinato de 120 periodistas, en los últimos 18 años (47 de los cuales fueron muertos durante el mandato de Peña), Estados Unidos preguntó en torno al presupuesto de que dispone la Fiscalía especializada en atender los crímenes contra comunicadores (FEADLE), cuántos autores de los crímenes han sido juzgados y condenados y cuál es el plan para fortalecer a esa instancia de procuración de justicia. Muy malas cuentas en este rubro, pues al gobierno le tiene sin cuidado el asesinato de periodistas. En muchas ocasiones, autoridades municipales y de otro tipo están implicadas en las violaciones a los derechos humanos, desaparición y asesinatos de periodistas, o por lo menos en amenazas de muerte.
El gobierno de Alemania, por su lado, fue también contundente en su cuestionamiento al gobierno mexicano. Le preguntó sobre las medidas tomadas para proteger a los periodistas y defensores de derechos humanos, sobre presupuesto y programas, y cuál es la tasa de condenas ante crímenes contra ellos desde 2013. (El presidente Peña Nieto ordenó un recorte al presupuesto, hecho que dejó sin protección a 727 periodistas y defensores.)
El gobierno alemán preguntó también al de México cómo se está investigando el uso del programa Pegasus, software para espiar a periodistas y defensores de derechos humanos, práctica negada por el gobierno peñanietista. Los alemanes también se mostraron interesados sobre lo que el gobierno mexicano está haciendo en el caso de los millares de personas desaparecidas. Se habla de que su número podría ascender ya a unas 40 mil.
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