DESDE NUEVA YORK
Ruben Cazalet
Las circunstancias apuntan a más pronto que tarde, México se verá envuelto en un irracional conflicto diplomático con el vecino del norte. El descabellado motivo se refiere a la actitud insensata del merolico presidente Trump.
“Desesperado”, ante los comicios del 06 de noviembre (elecciones de medio término en donde se juega la casa de representantes, el senado, más gubernaturas, alcaldías, comisionados, entre esos, fuerza púbica y otros, apuntan de acuerdo a las encuestas “serias”, no le favorecen los índices, por eso su retórica discriminatoria y la política inmigratoria le permite avispar más a la base de fanáticos republicanos. La supremacía blanca. Mas su reelección en el 2020.
En este desdén, el discurso acalorado, le lleva a extremos como desnaturalizar a los nacidos en el país, con una orden ejecutiva. Tal propósito, no acusa buen rumbo. En la retórica, azuza, la probabilidad a realizarlo tardía.
Enmendar la constitución, es un larguísimo tramo. Sin embargo, los seguidores sin fundamento, aplauden con ferocidad.
Para implementar la eliminación de la ciudadanía tendría que contravenir la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, como reza: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado de la nación en el que residen”. (O, sea binacionales).
No es posible hacer cambios a la Constitución por medio de decretos, menos órdenes ejecutivas del tuitero.
“Solo pueden avalarse con una mayoría calificada (de dos tercios) en ambas cámaras del Congreso o con una convención constitucional convocada por dos tercios de las legislaturas estatales”.
Carece de fundamento, le es casi imposible (lo subrayo, para darle al beneficio del entuerto la duda de la encrucijada). Mejor callar su larga boca. Asesorarse a sustentar lo próximo posible.
Después del 06 de noviembre, hoy, se quedara sin la cámara de representantes, cualquier iniciativa pasara al congelador.
El detente de los representantes demócratas, en caso, se le ocurra tal iniciativa, dormirá en el anaquel del archivo “Z”. Más un sinfín de tontera. Una cabra loca no puede cruzar avenidas sin ton o son. Comienza la aurora de una pesadilla universal, para pasar a manos congruentes.
El Senado, con probabilidad lo ganará. Del tablero general perderá mucha fichas estratégicas, entre ellas, la del detente para frenar la reelección trumpiana en el 2020.
Latente la destitución. Cuestión a observar a por donde va a resbalar. Las bravuconadas desmejoran su acción. Se espera que cientos de miles de electores indecisos hagan la diferencia para arrinconarlo.
Este país, se construyó, así, previo a “desaparecer a las etnias; apaches, navajos, atapascanos, sioux, etc., y está construido a base la famosa “Melting Pot”, la cacerola de mezcla.
Ahora un imbécil, advenido, arrogante, ególatra, demás mentiroso, tramposo como empresario, sin ética, mujeriego perverso capaz sojuzgar a mujeres con ruines actos de perversión como orinarlas, amarrarlas, pegarles para lograr un orgasmo enfermo.
Desea destruir la historia heroica del país que lo dejo mamar, enriquecerse a base del abuzo legal.
La caravana, transita.
Que tranzó con el gobierno de EPN, para avanzar de sur a norte a su ancha, porque caminar por territorio mexicano, ¿por humanidad? O por algún tapuje entre el canciller Virrey Videgaray con el secretario de estado de estados unidos, Pompeo en visita veloz.
¿Qué acordaron?…
Pronto saldrá a la luz.
Las iniciativas sobre inmigración, de Trump, no son plausibles.
Las acciones tomadas, como la militarización de la frontera, “la promesa” sin certidumbre, de la construcción del muro fronterizo en febrero del 2019, conforman la retórica toxica, guste o no, funciona, igual que al presidente electo de México, y, la ilusa cuarta reforma, la cancelación por el momento del NAIM (nuevo aeropuerto de la ciudad de México en Texcoco), son estrategias de alto costo político, tales, en los próximos meses no avizoran un buen horizonte.
Solo imaginar a un migrante del lado mexicano arroje una piedra al otro lado, con tal tino le pega a un militar o a un agente fronterizo. ¿Cuál será la lógica reacción de un militar hecho para acatar órdenes? ¿Disparar allende su frontera contra la otra? Cuál será la reacción mexicana, callar, o acusar una provocación a su soberanía…
Igual, se pueden calentar más las cosas. Los migrantes podrían insistir a cruzar la frontera de la manera sea.
¿Y?… Cuál será la respuesta de ambos lados.
Lo mejor es, que prevalezca la sensatez. El diálogo. El espíritu de la las leyes ante la barbarie. La provocación, ante el desafío guerrero, ante la retórica virulenta, ante el populismo. El poder es para servir a los ciudadanos, no para polarizar, es para generar bienestar y transitar en paz.
Del lado mexicano, la Ley de Inmigración es sólida, sabia. Legalmente bien instrumentada, severa, internacionalmente reconocida. Ante esa Ley, la de Estados Unidos, elástica, sin menoscabar los reglamentos juiciosos, válidos, la legalidad superpone a la flexibilidad a un país conformado de inmigrantes de cualquier país, raza, o religión. Es por eso grande, la primera potencia del mundo, un vecino incómodo.
La mexicana, es ruda, sin mordidas, al decir de ejecutivos extranjeros, de empresas multinacionales quienes invierten en el País, no ha sido grato el recorrido, probable más rápido, más nunca han brincado a la Ley.
La parte le corresponde a México a defender sin duda su soberanía con dignidad.