Claudia Rodríguez
El timing político-mediático costumbrista entre los Gobiernos de México de los últimos tiempos para medir los pesos y contrapesos; todo parece indicar que será cosa del pasado.
Andrés Manuel López Obrador empezó a trabajar desde el primer día posterior a la elección del primero de julio, y desde entonces ha ocupado el espacio informativo nacional, gracias a su incansable trabajo político, aún como presidente electo.
Han sido casi cinco meses que a algunos parecen al menos el primer año de ejercicio de un periodo sexenal, en el que incluso analistas han decretado que los dichos y los hechos de López Obrador, provocaron impactos desde positivos hasta negativos en índices económicos, financieros y monetarios.
Tanto la consulta sobre las opciones de terminales aeroportuarias, como la propuesta del equipo de transición y de los legisladores de Morena a revisar y en su caso reducir o hasta eliminar, las comisiones –rapaces y usureras— de la banca en México; fueron otras muestras más de que al Gobierno federal futuro colocará el interés público, sobre el interés privado, más allá del golpeteó mediático y hasta de los poderes fácticos que no quieren ceder nada de las canonjías ganadas a base de muchos años de contubernio.
Es así, que Andrés Manuel va pisando rápido y fuerte, al anunciar pese a la oposición de algunos; que las consultas populares llegaron para quedarse durante su mandato, y que incluso días antes de portar la banda presidencial, habrá otro sondeo entre la población.
Los días 24 y 25 de noviembre, se llevará a cabo una consulta similar a la del aeropuerto, ahora para preguntar el sí o no a la implementación de 10 nuevos programas sociales y la construcción de tres proyectos.
No sólo será por el Tren Maya, también se pondrán a favor o no: la construcción de una refinería en Tabasco, la reconfiguración del Istmo de Tehuantepec, así como la implementación de al menos una decena de programas sociales.
Constitucionalmente, López Obrador tendrá cinco años ocho meses en la Presidencia, pero ya se compensa con su incansable tarea desde que en las urnas se definieron sus funciones para los años venideros.
De igual forma los mexicanos nos hemos subido a una especie de montaña rusa con giros, subidas y bajadas, que se mueve ya en pro de los cambios propuestas, de manera vertiginosa.
Acta Divina…“Cuando me manifestaba, nadie me silenciaba. Las marchas van a ser protegidas”: Andrés Manuel López Obrador ahora presidente electo.
Para advertir… Aunque la manifestación muchas veces no tiene eco, ni el efecto deseado.
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