FRANCISCO RODRÍGUEZ
El pueblo mexicano tuvo la desdicha de ser dizque gobernado por un grupito de incompetentes y entreguistas que dejaron destrozado, exhausto y desordenado el país, pero también dejaron la experiencia de no volver a creer en las gente afectada por el desorden múltiple de personalidad. Quizá el mayor problema.
El narcisismo patológico se caracteriza por la persistente megalomanía, la excesiva necesidad de ser admirados, la arrogancia, sentimientos de superioridad y las conductas orientadas al sometimiento de quienes los rodean. Quienes sufren de DPN, como se le conoce científicamente, son insufribles.
Las crecientes expectativas de que les sea reconocida y admirada su superioridad, fantasías de poder y atractivo físico, la convicción de que los demás les tienen envidia, la propensión a comportarse de manera pomposa, son síntomas de los aquejados por DPN o Desorden de Personalidad Narcisista.
La personalidad psicopática es también predominantemente amoral, sustancialmente impulsiva e irresponsable, se dedica a satisfacer sus intereses inmediatos y narcisistas, sin importar consecuencias, sin demostrar culpa ni ansiedad.
Abuso de sustancias tóxicas, hurto, actitudes extremas ante la vida
El protocolo de los psiquiatras para tratar a este tipo de personajes considera que las ansiedades básicas del psicópata, si las hay, son de carácter persecutorio, y por eso agrede a todos. Es intolerante a la frustración, una mínima privación en sus logros le produce un intenso sufrimiento.
El psicópata se caracteriza por ser fiel a sus obsesiones y fanatismos. Normalmente el maltrato infantil sufrido lo conduce a cometer crímenes verdaderamente impresionantes, si los demás se lo permiten. Es una película que los mexicanos hemos visto en paté, blanco y negro, a colores, en todas las pantallas.
Son constantemente atraídos hacia grupos selectos de culto y admiración, por la aceptación incondicional que les ofrecen. En ellos se practica, como en una sociedad secreta, el exceso en todas las medidas, el gasto excesivo, el derroche, la ostentación paranoide, la promiscuidad…
… el abuso en el consumo de sustancias tóxicas, el hurto, las actitudes extremas ante la vida. La inestabilidad emocional del borderline es emblemática. Lo acosan cambios repentinos, frecuentes, entre la depresión, la inestabilidad y la criminalidad, siempre a diferencia de minutos o segundos entre una y otra.
Su humor base no es controlado, sino hiperactivo, incontenible, pesimista, cínico y deprimido. Pero con una condición neurológica: todo junto, al mismo tiempo. Los sentimientos de vacío existencial se llenan y se “superan” con actos autodestructivos.
Las relaciones son decepcionantes. Campea el odio y el desprecio a sí mismo, por un pasado que le atormenta. Cambia de maníaco a depresivo más rápido incluso que los bipolares. Es decir, mientras éstos pueden durar meses o años en sus estados anímicos, los borderline cambian de un momento a otro.
No creen haber sido electos, sino heredados para saquear al país
El síndrome borderline ya es dos veces más frecuente que todos los tipos de bulimia, anorexia y esquizofrenia. Esto es pavoroso. Se ha detectado predominantemente entre las nuevas generaciones que acceden al poder, sobre todo en países sin larga tradición democrática, como es nuestro caso.
Tal parece que el hecho de que los gobernados expresen rechazo a sus conductas, más los impulsa a cometer una serie de tropelías casi como si estuvieran convencidos que en lugar de haber sido electos para gobernar un país, fueron heredados patrimonialmente por sus progenitores para disfrutar esa fortuna.
Dentro y fuera de su territorio heredado se ostentan con el lujo y la suficiencia ampulosa que avergonzaría incluso al sultán de Brunei… caravanas de helicópteros y camionetas negras blindadas, resguardadas por eficientes “pelones” que más parecen sicarios de algún capo desalmado.
Una vez que se le detectó el fallo emocional, el borderline se aísla, sufre una especie pasajera de pánico escénico, para un poco más adelante abandonar su confinamiento y relanzarse con mayor empuje contra todo y contra todos aquellos que le hayan expresado su rechazo. Es un enemigo público de cuidado.
Ya ha sido demasiado lidiar con esas personitas de baja estofa
Clasificada en los centros de investigación psiquiátrica como DSM-IV 301.83, esta enfermedad, fundamentalmente de próceres, ha sido reconocida como trastorno del dominio emocional. Los riesgos de la personalidad se han convertido en riesgos colectivos, imposibles de ser refrenados.
Es innegable su presencia entre nosotros. Durante seis años, por decir lo menos, los altos niveles de poder del gobierno mexicano han sido ejercidos por gente poseída por estos trastornos psiquiátricos, límites de la personalidad. Los poderes extremos del presidencialismo huehuenche apuntalan estas conductas.
Existen generaciones nacionales que no han conocido otro tipo de gobernantes que estos desquiciados, carentes de todo sentido de disciplina, lealtad y proporción de las cosas. Muy probablemente, desde mediados del siglo veinte hasta nuestros días.
Por eso quizá no nos damos cuenta de la gran oportunidad que tenemos hoy para despedirnos de los trastornados y borderlines ahora sí para siempre. Debemos de reencontrar el camino de la serenidad, la transparencia y la honestidad, cuéstele a quién sea. Ya ha sido demasiado lidiar con esas personitas de baja estofa.
Sufrirán pánico escénico si acuden a la Toma de Posesión de AMLO
Líderes de la Nación que nunca debieron salir de Atracomulco. Legisladores que sólo buscaban la protección del fuero para cubrir sus crímenes pasados. Jueces, magistrados y ministros que venden la justicia, oficiantes de nada y aprendices de todo que sólo llegaron a robar y exigieron ser tratados ¡como estadistas!…
… gobernadores que ordenan crímenes fallidos para después ejecutar a los subordinados. Masacradores de estudiantes y de luchadores sociales que estorban su proyecto personal de enriquecimiento súbito. ¡Hágame usted el refabrón cavor!
Pero afortunadamente hasta aquí hemos llegado. ¡Hasta nunca borderlines!
Y ojalá no se paren por la ceremonia de Toma de Posesión. Total, es su momento de pánico escénico.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Una más del Poder Judicial: El subprocurador de Delitos Federales de la Procuraduría General de la República (PGR), Felipe Muñoz Vázquez, informó que se investiga a jueces y magistrados por corrupción vinculados con la delincuencia organizada y el caso Duarte. “Sí tenemos investigaciones en contra de jueces y Magistrados por actos de corrupción, incluso, debo decirlo, vinculados a temas de delincuencia organizada”, señaló. Motivo de la investigación, lo sabrán pronto”, agregó. De acuerdo con Reforma, fuentes de la PGR indicaron que algunas de estas indagatorias están vinculadas a juzgadores que en los dos últimos años determinaron dejar en libertad a algunos importantes operadores de organizaciones dedicadas al narcotráfico. La existencia sobre dichas indagatorias fue dada a conocer durante la conferencia de prensa respecto al fallo que anuló toda la información bancaria en el proceso contra Javier Nava Soria, ex contador de Javier Duarte. En conferencia de prensa, el subprocurador especializado en Investigación de Delitos Federales, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, dijo que las resoluciones que toman los impartidores de justicia ponen en riesgo los procesos que están en curso. Explicó que la PGR va a replantear su estrategia para evitar que implicados en el caso del desvío millonario de recursos en Veracruz salgan libres. Acusó a los jueces de generar impunidad y reiteró que por ello en el caso de Javier Duarte se decidió el juicio abreviado. Sobre Javier Nava Soria, contador del ex gobernador de Veracruz dijo que no es un revés para la PGR sino para la sociedad. Señaló que el juicio en su contra continúa y esperan obtener sentencias condenatorias para todos los implicados.
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