Por Gilberto Celis
Algo así como solo vamos a consumir lo que producimos, escuché decir al candidato presidencial AMLO y fue emblemático para uno del común, tan común que es uno, inmerso en las mentadas de la sobrevivencia en el viacrucis de 36 años por la casa, comida y sustento familiar de cada día. La comprensión era muy incitadora porque conmovía en lo sabido por vivido durante 6 sexenios.
O sea, 36 años después del juramento neoliberal del bienestar y el progreso ofrecido en los miles de empleos y mejores salarios venidos con el GATT y el TLCAN; puntales del modelo económico neoliberal apoyados en el desistimiento del gobierno de apoyar a los sectores productivos, la sujeción del sector agropecuario a los USA y Canadá en el TLCAN, y eliminar de la legislación agraria los escudos protectores de inembargable, inalienable e imprescriptible del ejido y la comuna, más un salario congelado ante una imparable alza de precios…
—… que llevaron a México al Pacto contra el Hambre.
Igual, una producción agropecuaria interna reflejada en un desabasto de alimentos en proporción al aumento de las importaciones de básicos; del olvido en el aval económico que representa la producción y para cubrir la deuda externa recortan cándidamente el gasto público.
— El tener un ‘excedente’ con el alza de precios y tarifas y la privatización de empresas de servicios públicos como el sistema ferroviario nacional.
— Con todo, se dio una inflación de tantos ceros imposibles de registrar en las calculadoras y que Carlos Salinas resuelve con su Nuevo Peso y moviendo el punto decimal tres ceros a la izquierda.
— ¿Recuerda? $1,000.00 se convirtieron en $1.00 en el poder adquisitivo pero no en el precio de los productos y servicios.
Sin embargo, ha llegado el día y ese consolador y gratificante pronunciamiento ya no ha vuelto a ser escuchado en el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador y uno del común, precisamente por serlo, siente que todavía le cuelga; y resiente eso es lo que cuenta.
MARTHA ERIKA ALONSO-MIGUEL ANGEL BARBOSA
Cavilo que hay en AMLO un desafiante valor por el obligado tránsito de su peregrinaje hacia la obtención del bastón de mando y su proceder con dignidad es magnífico. Solo que lo ocurrido a él, de alguna forma es saber que nos ha pasado a los del común.
Dicho esto porque hay acciones más parecidas a celebrar una lujuria de sangre que lave la degradación humana popular con las cabezas guillotinadas de la corte neoliberal.
— ¿Por eso, para calmar el enardecimiento del pueblo por el hambre, en Puebla pide AMLO y el concubino de MoReNa Miguel Ángel Barbosa, la cabeza de Martha Erika Alonso, como si fuera la reina María Antonieta?
ALÍ MURAT, TRASFONDO
Pero, sigamos, sigamos con la deficiencia en la eficiencia y calidad de los servicios públicos con el recorte neoliberal del presupuesto programado en el sector salud y que más allá de lo servil como se muestra con AMLO el mexiquense Alí Murat, gobernador de Oaxaca, nada de que en adelante lo que haga el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Aun cuando Alí Murat se caracteriza en saber cada vez menos de lo que le interesa a los oaxaqueños, en la zona norte del Istmo de Tehuantepec prometió como candidato del PRI, a los 100 días de su gobierno dejarían de ser elefantes blancos el Hospital Regional con Especialidades del IMSS y la Universidad Regional Nova Universitas.
— Verá, la actual infraestructura en salud no responde porque no corresponde al crecimiento de la población demandante de 7 municipios en la zona norte istmeña y la flotante del Corredor Logístico del Istmo de Tehuantepec.
Además, la apariencia de liderazgo de los legisladores y autoridades municipales por la mayoría del voto logrado por el efecto AMLO, expresa un franco desinterés por cumplir el encargo del cargo y da lugar al regreso de epidemias como el dengue hemorrágico que ha causado fallecimiento en niños.
— Y lo que sigue con la zona franca del Istmo de Tehuantepec, el tren del Istmo, la explotación del uranio, petróleo, gas, fierro, oro, plata y lo que se extraiga de los recursos naturales y minerales, ¿será a su libre albedrío además de su leal saber y entender?
— Por eso le digo.
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