HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Qué los juzgadores demuestren probidad, apego a la ley y que no favorezcan intereses en contra de quienes tienen la razón en cualquiera de los conflictos jurídicos a los que se enfrentan y entonces que reclamen salarios justos, de acuerdo a los riesgos que enfrentan. Los jueces, los magistrados, los ministros no tienen precisamente una fama de impartir justicia conforme a derecho, tampoco que sean garantes de un estado de derecho que hoy más que nunca está en duda.
Muchos han sido los mexicanos a lo largo de la historia jurídica de México que han sido atropellados en sus derechos por juzgadores que se prestaron para torcer la ley en su contra, sean casos laborales, penales, mercantiles o civiles. Usted y yo conocemos a muchas víctimas de esos malos funcionarios que ahora se niegan a aceptar una decisión de un gobierno que pretende que no existan salarios desorbitados para los funcionarios públicos cuando hay graves carencias en gran parte de la población del país.
Ministros que ganan 600 mil pesos, qué acostumbrados a maniobrar, hacen enredos que finalmente dejan al descubierto que, sumadas todas las prestaciones y conceptos, comprueban que sí perciben salarios onerosos, con el pretexto de que eso impide que se corrompan.
Bien harían los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en ubicarse en una realidad que no es precisamente la de un país en jauja, en el que hay graves carencias y que no es posible que, por ser un poder independiente, manejen el presupuesto destinado a ese cuerpo colegiado, que proviene de los recursos que aporta el pueblo vía impuesto, a su antojo. Ya basta, ¿no cree usted?
Esto apenas empieza, la guerra entre el ejecutivo y el judicial, puede ser de consecuencias para el país, pero desde ahora les puedo adelantar que el primero tendrá un amplio respaldo popular, aunque el segundo las armas que le dan la ley, ahora sí interpretada al pie de la letra, como no se hace en otros casos.
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Más que andar derrumbando ventanas blindadas la jefa del gobierno de la Ciudad de México se debería dar una vuelta por el Metro, en donde su anterior diputado, el hampón, Jorge Gaviño, quien hoy despacha como diputado en el Congreso Local dejó un cochinero. En muchas estaciones del STC no funcionan las escaleras eléctricas, en casos desde hace más de un año, lo que representa todo un desafío para el corazón de las personas de la tercera edad. Ahí tiene algo con qué entretenerse, doña Claudia. El 70 por ciento de los funcionarios del nuevo gobierno provienen del PRI y en el caso de las oficinas de Comunicación Social, la mayoría son priistas que no cumplen con el perfil que pregona la Cuarta Transformación…Una anécdota que me contaron hace mucho tiempo hablaba de un ministro de la Corte que recibió a un abogado que llegó con un libro en cuyo interior había una cantidad de dinero para sobornarlo, pero de inmediato el juzgador, en lugar de rechazar el ofrecimiento le respondió: perdón colega, pero el asunto que me trae, amerita varios tomos…Nuevamente Enrique Graue muestra que la rectoría de la UNAM le quedó muy grande, la violencia volvió al campus de Ciudad Universitaria.
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